Skip to content

Los terceros agentes confiables, ¿son un agujero en el sistema bitcoin?

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

Los sistemas monetarios son una combinación de dinero y crédito estructurados en una jerarquía según su liquidez. El dinero y el crédito cumplen funciones diferentes, y ambos son necesarios para mantener un sistema estable. Encontramos el dinero propiamente dicho, un activo real, en la base y las diferentes formas de crédito, activos financieros, en la cima. Podemos distinguir estos dos elementos entendiendo el dinero como medio de liquidación final y el crédito como promesa de pago de dinero, o medio para retrasar la liquidación final (Mehrling 2013, 394).

Tanto los activos reales como los financieros son esenciales en el sistema monetario. Sirven para diferentes propósitos y tienen diferentes propiedades. El activo real que funciona como dinero debe ser relativamente escaso, porque el dinero debe ser un buen depósito de valor para funcionar como un buen medio de intercambio: hay que ser capaz de acumularlo hasta que surja el intercambio adecuado para comerciar con él. El aumento de la cantidad de activos reales tiende a disminuir su valor. Por tanto, si este activo real pudiera obtenerse sin esfuerzo, sería un mal depósito de valor. Pero como la demanda de dinero es exógena a su oferta, tenemos que encontrar la forma de aumentar o disminuir la cantidad de medios de intercambio en una economía en función de la demanda monetaria si queremos un precio estable del dinero. No podemos aumentar la oferta de activos reales tanto como queramos o, de lo contrario, cualquier cambio en la demanda de dinero alterará su precio y, por tanto, lo convertirá en un dinero malo. Por eso necesitamos activos financieros para completar el sistema monetario. 

Los activos financieros representan dinero de segunda capa o superior convertibles en dinero base. El valor de los activos financieros no disminuye necesariamente con un aumento de su cantidad (Rallo 2017, 12) porque el exceso de crédito refluye de nuevo al emisor (Glasner 1992, 877), por lo que podrían satisfacer eficazmente cualquier aumento de la demanda de dinero disminuyendo cualquier alteración del precio (Rallo 2017, 13). Por lo tanto, un sistema monetario estable debería basarse en una sólida base de activos reales con suficientes activos financieros para que la oferta de dinero se ajuste a su demanda con flexibilidad.

Para poder emitir sustitutos de Bitcoin, los agentes necesitarían contar con un tercero, el que monetice su deuda para que otros se la compren, es decir, de la presencia de un tercero confiable. Los terceros confiables o trusted third parties (TTP) en criptografía son entidades que facilitan las interacciones entre dos partes que ambas confíanen un tercero. Bitcoin no requiere de terceros para que los usuarios puedan atesorarlo y operar con él.  Una vez que compras bitcoins, puedes guardarlos en un monedero frío (fuera de línea) o caliente (en línea) que sólo tú controlas. Por lo tanto, una de las propiedades de Bitcoin es que puedes almacenar bitcoins de forma barata y sencilla sin que intervengan terceros de confianza. Nick Szabo(2001) afirma que los terceros de confianza son agujeros de seguridad, y que el mejor TTP es ningún TTP.

Szabo escribió este texto antes de que Satoshi Nakamoto desarrollara Bitcoin. Lo más probable es que Nakamoto tuviera en cuenta la visión de Szaboa la hora de crear Bitcoin, ya que formaba parte del objetivo de Nakamoto de diseñar un sistema de dinero electrónico entre pares sin terceros de confianza (Nakamoto 2008). Estoy de acuerdo con la posición de Szabo y entiendo y comparto el propósito de Nakamoto para Bitcoin. El hecho de que Bitcoin no requiera de terceros de confianza para operar significa que funciona mejor como dinero. Dicho esto, creemos que el hecho de que pueda circular sin TTP no significa que siempre y para todos tenga que funcionar así. Para algunas personas, durante algún tiempo, puede ser más eficiente poseer activos financieros convertibles porbitcoins que el propio dinero base.

Bajo el patrón oro, el oro era el último terminador de la deuda. Sin embargo, no todos los pagos se hacían en oro. Allí donde había menos regulaciones bancarias, como Escocia, Canadá y Nueva Inglaterra, “durante el siglo XIX, el oro prácticamente desapareció de la circulación” (Selgin and White 1987, 448). La gente no tiene la necesidad de pagar siempre con dinero base. Si, como en el caso del oro, pagar con este es más caro que la alternativa, podemos esperar que surjan sustitutos monetarios. Este es también el caso de Bitcoin. Los pagos de primer nivel son caros y sólo se encarecerán. Deberíamos pensar en estas transacciones como el equivalente a cuando los países solían fletar barcos para transportar oro. Bajo un estándar Bitcoin, no sería económico realizar todas las transacciones en la primera capa. Si ahora son caras, sólo lo serán más cuanta más gente adopte Bitcoin y quiera pagar así.

Con Bitcoin puedes llegar a ser tu propio banco.Esto es uno de los grandes atractivos de este active. Pero es caro ser tu propio banco. O, al menos, más caro que la alternativa: Confiar a terceros la emisión de activos financieros líquidos convertibles para ser utilizados como medios de cambio. Habría más rendición de cuentas que bajo el patron oro. La gente siempre podría comprobar la dirección del tercero de confianza para asegurarse de que tiene una cantidad prudente de bitcoins en sus reservas. Durante la época de la banca libre en Escocia, como los accionistas tenían responsabilidad ilimitada, hacían públicos sus accionistas más ricos como prueba de liquidez (White 1995). En Estados Unidos, los bancos también hacían públicos sus estados financieros para atraer a los depositantes mostrando un gran colchón para absorber las pérdidas de los activos, en este caso el patrimonio neto de los bancos—capital más superávit—. Esta política era común en los acuerdos de las cámaras de compensación (Timberlake 1984, 9). La gente encontró formas de asegurar la buena posición de sus intermediarios antes de que los estados establecieran el precedente de rescatar a los bancos, generando así los incentivos para que los banqueros jugaran con el dinero de otras personas y para que los acreedores ignoraran si sus deudores actuaban de forma imprudente con su dinero. Con Bitcoin, estas políticas serían innecesarias ya que, de nuevo, la gente podría corroborar por sí misma la liquidez en términos de reservas de dinero que tienen sus bancos, reduciendo así cualquier agujero de seguridad.

Para muchos Bitcoiners, si no tienes las llaves de tus bitcoins no son tuyos. Mientras que esto es cierto, tampoco significa que se traduzca en “no son tus llaves, por tanto, olvídate de ver esas monedas de vuelta o de recibir algo de valor a cambio”. La gente sólo cambiaría sus bitcoins por un activo financiero valioso para ellos, cuyo valor provendría de su capacidad de venta. Si A ha aceptado previamente sustitutos de Bitcoin de segunda capa porque A cree que éstos podrían ser canjeables a bitcoins cuando los demande, A quería pagar algo a B, B aceptó estos sustitutos por la misma razón que A, y el pago tenía menos o ninguna comisión por transacción, tendría sentido que ambas partes utilizaran este sistema. A no tiene que tener sólo activos financieros en sus saldos de tesorería. A puede decidir la relación dinero-crédito que mejor se adapte a sus necesidades. A puede poseer 100 satoshis y convertir 30 de ellos en crédito Bitcoin de la Empresa X porque A les compra con frecuencia. La Empresa X puede entonces decidir dónde se emplea mejor ese dinero, guardándolo en sus saldos de tesorería para hacer frente a futuros pagos, o invirtiéndolo en la producción futura. Esa sería la evaluación de la Empresa X, de la misma manera que los bancos han estado tomando decisiones similares a lo largo de la historia. No hay razón para creer que sería diferente bajo un estándar Bitcoin.

Además, podemos ver que muchas personas ya están convirtiendo sus bitcoins en sustitutos de bitcoins. Cuando compras bitcoins en un exchange, si guardas tus bitcoins allí, lo que posees es un derecho sobre esos bitcoins, que están bajo el control del exchange. (De ahí la frase “no tus llaves, no tus monedas”.) Por lo tanto, ya no es una suposición que el crédito de Bitcoin vaya a surgir, ya lo ha hecho, y este negocio ha pasado incontrovertiblemente la prueba del mercado. Algunas de las razones por las que la gente preferiría reclamar bitcoins desde el exchange a los bitcoins reales son que los intercambios podrían ser más fáciles de usar que la mayoría de los monederos, que una vez que la gente compra bitcoins no quiere tener que transferirlos a otro sitio si puede mantenerlos en el mismo “lugar” y que algunos exchanges ofrecen a sus clientes préstamos a la carta con tipos de interés más altos que las cuentas corrientes o de ahorro. Ambas razones hipotéticas eran casos de costes de transacción mentales en juego, y la segunda de incentivos financieros generados por los mejores contratos que ofrece el intermediario financiero especializado, el exchange.

Los terceros confiables sí que son agujeros de seguridad. Pero son riesgos que les saldría rentable a los usuarios asumir, por lo que no hay que descartarlos tan rápidamente. Bitcoin sería el último medio de pago, el instrumento final para saldar las deudas, pero la gente intercambiaría activos financieros convertibles a Bitcoin como su medio común de intercambio para permitir que se produzca el mayor número de intercambios deseables entre dos partes. Medios de intercambio que operasen en capas superiores reducirían la volatilidad de Bitcoin, aumentando así su liquidez. 

Referencias

Mehrling, Perry. 2013. “The Inherent Hierarchy of Money.” In Social Fairness and Economics: Economic Essays in the Spirit of Duncan Foley, edited by Lance Taylor, Armon Rezai, and Thomas Michl, 394–404. London, United Kingdom: Routledge.

Nakamoto, Satoshi. 2008. “Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System.”

Selgin, George, and Lawrence H. White. 1987. “The Evolution of a Free Banking System.” Economic Inquiry 25 (3): 439–57. https://doi.org/https://doi.org/10.1111/j.1465-7295.1987.tb00752.x.

Szabo, Nick. 2001. “Trusted Third Parties Are Security Holes.” Satoshi Nakamoto Institute, 2001.

Timberlake, Richard H. 1984. “The Central Banking Role of Clearinghouse Associations.” Journal of Money, Credit and Banking 16 (1): 1–15. https://doi.org/10.2307/1992645.

White, Lawrence H. 1995. Free Banking in Britain: Theory, Experience and Debate, 1800–1845. London, United Kingdom: The Institute of Economic Affairs.

1 Comentario

  1. los terceros en la red de bitcoin son un problema creado por los mismos que crearon la solucion (blockstream). no es cierto que resulta caro ser tu propio banco en bitcoin. esa fue precisamente la razon por la que bitcoin cash se bifurco de bitcoin en 2017. ahora el equilibrio se logra precisamente como tu lo afirmas. moneda dura y flexibilidad financiera. en bitcoin cash temenos a BCH como moneda dura y smartBCH como flexibilidad financiera. el mercado sigue hablando y conforme baje la marea veremos que proyectos fueron realmente humo.


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Trump 2.0: la incertidumbre contraataca

A Trump lo han encumbrado a la presidencia una colación de intereses contrapuestos que oscilan entre cripto Bros, ultraconservadores, magnates multimillonarios y aislacionistas globales. Pero, este es su juego, es su mundo, él es el protagonista.

Juego político en torno a Muface

La caída de Muface crea el caldo de cultivo perfecto para acusar a las autonomías (la mayoría del PP) de no invertir lo suficiente en sanidad.