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Parásitos cerebrales, memes y memos

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Son el no va más de la parasitología, parásitos capaces de modificar el comportamiento de sus huéspedes tomando el control de sus cerebros y haciendo que sus víctimas se comporten de forma extraña y aberrante, actuando en contra de sus propios intereses biológicos.

Hay muchos ejemplos, desde grillos que deciden ahogarse para que un gusano parásito que crece en su intestino pueda pasar la siguiente fase de su desarrollo en el agua, hasta hormigas zombis que infectadas por un parásito se encaraman a la hierba para ser ingeridas por las vacas, que de este modo pasan a ser el siguiente huésped.

También hay un caracol que al ser parasitado por un gusano se expone a ser comido por los pájaros y de esta forma infectarlos, así como una araña que al ser parasitada por una avispa, no solo es devorada desde dentro por las larvas, sino que además construye una red especial para que las larvas asesinas cuelguen el capullo donde completar su desarrollo…

Finalmente, hay una especie de primates que cada cuatro años vota y elige a unos individuos de su propia especie que les quitan el fruto de su esfuerzo y su trabajo.

En todos los casos, el proceso es parecido. Es un proceso que se realiza a nivel instintivo en el cual una serie de conductas estereotipadas son modificadas levemente en sentido favorable al parásito.

Así, por ejemplo, la araña parasitada tiene un programa de construcción de red que, digamos, se "encasquilla" en una de las etapas, de forma que un segmento de red que serviría de base para la construcción de la telaraña es repasado cientos de veces hasta que adquiere el grosor necesario para soportar el capullo del parásito.

Básicamente, el comportamiento de la araña está codificado en su ADN. El ADN del parásito lo que hace es producir sus propias proteínas que interfieren con las propias del huésped, modulando y alterando sus comportamientos instintivos.

En los primates que hemos mencionado el proceso es muy similar. Aquí también intervienen los instintos y las conductas estereotipadas que son aprovechadas por los parásitos para buscar sus propios fines.

Y es importante señalar que en ningún caso entra en juego el neocórtex, es decir, el pensamiento racional, sino que todo este proceso se da a nivel del sistema límbico.

Es decir, se utilizan sentimientos básicos, instintos primarios… algunos muy elevados como la solidaridad, el altruismo o la justicia, pasando por otros menos, digamos, nobles como la envidia, el miedo a lo desconocido y otros más o menos neutros como el sentimiento de identidad grupal.

Pero aquí no actúa el ADN biológico, no es una cuestión de genes. El primate al que nos estamos refiriendo es un ser altamente cultural y utiliza como sustrato de comportamiento los memes, unidades de información cultural que conforman los rasgos específicos presentes en el pool cultural de la población.

Y por supuesto, dentro de dicha población, el grupo de primates parásitos debe tener unos memes que puedan influir de manera positiva para sus intereses dentro de la propia población general parasitada, dándose un proceso de co-evolución, una carrera evolutiva en la cual ambos grupos de memes, tanto los de la población parasitada como del grupo parásito, se influyen mutuamente.

Un ejemplo. En las sociedades anglosajonas o escandinavas, sus rasgos culturales básicos, sus memes, contienen una programación básica que incluye el respeto a la propiedad privada, a la libre iniciativa, a la ley… El político que quiera vivir a costa de dicha sociedad ha de tener por tanto unos memes adaptados a dichas condiciones… Es decir, un mínimo de decencia…

En cambio en otras sociedades más cercanas, donde impera la cultura de la dependencia, de la corrupción, del estado omnipresente, los políticos y partidos que sobreviven y transmiten su memes son aquellos que encajan con la población parasitada… Es decir, los más demagogos, vacíos y corruptos.

En otras palabras, para que nos entendamos, existe una relación directamente proporcional entre el número de memos presentes en la sociedad y la posibilidad de que un memo llegue a presidente del gobierno…, como hemos podido comprobar.

Pero aun así, hay grados… Al igual que en los microorganismos parasitarios hay diferentes cepas más o menos virulentas, también las diferentes organizaciones políticas dentro de un país presentan memes más o menos dañinos para la sociedad, desde cepas portadoras de memes que pueden, en el mejor de los casos, significar un mutualismo simbiótico en el cual tanto la sociedad hospedadora como el huésped salgan beneficiados, lo cual no suele ser la norma, hasta cepas portadoras de memes deletéreos que acaben con la salud de dicha sociedad…

Y en un par de meses tenemos la oportunidad de librarnos de una de estas últimas cepas mencionadas…

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