Cervantes, cuando escribía el Quijote en 1605, ya contaba con experiencia económica, familiar y personal, después de varios empleos relacionados con el dinero, las finanzas o la fiscalidad.
Voy a completar con alguna otra información las reflexiones sobre el IX Congreso de Economía Austríaca de mi compañero de Análisis, Francisco Capella, añadiendo también la Feria del Libro Liberal (LIBERaccion) y el Premio Juan de Mariana al profesor Huerta de Soto. Aunque sobre este último evento disponemos del texto de su Discurso, y en la web del IJM pueden ver además todas las intervenciones previas, quería destacar algunas ideas de su conversación con Gabriel Calzada en la Feria del Libro.
Fue una charla cercana e intensa que repasó la historia del pensamiento liberal en España a partir de esas famosas tertulias en casa de Luis Reig Albiol (fiel asistente a todas estas actividades y primer Premio Juan de Mariana, a quien debemos tanto en el Instituto). Además de lo que pueden leer en el Discurso, Jesús Huerta explicó su trayectoria intelectual: desde la crítica a la imposibilidad del socialismo a la teoría de la eficiencia dinámica que podemos encontrar en sus libros; pero también su afición a la lectura de El Quijote durante su Master en Stanford o la atracción por la saga Star Trek.
Otras presentaciones a destacar en la Feria (fueron muchas y todas muy interesantes) son los libros Economía para sacerdotes (Mario Silar y Gabriel Zanotti) o La economía explicada a mis hijos (Martín Krause), en un Panel que moderaba José Ramón Ferrandis, director del Centro Diego de Covarrubias; el homenaje a Vargas Llosa (Ideas en libertad) que glosó María Blanco; o la Mesa Redonda final con las Pizarras de Juan Ramón Rallo y Daniel Lacalle, El salón de los encuentros de Guillermo Cortázar, y El engaño populista de la mediática Gloria Alvarez junto con Axel Káiser.
Ha salido citado El Quijote, que este año (en el Centenario de la muerte de Cervantes) fue un protagonista de la Semana Liberal: justamente Eric Graf y Javier Fernández- Lasquetty abrieron LIBERacción con unas Lecciones de libertad en El Quijote, que poco antes había glosado también el profesor norteamericano de la Universidad Francisco Marroquín, Eric Graf, durante el IX Congreso de Economía Austríaca. Aquí tituló su ponencia: La Ley de Gresham, la inflación y la usura en Don Quijote de la Mancha, explicando de forma muy amena los diversos pasajes del Quijote en los que Cervantes parece criticar las políticas monetarias contemporáneas de Felipe III al estilo de Juan de Mariana en su Tratado sobre la moneda de vellón. Debo reconocer que me fascinan las interpretaciones que descubre el profesor Graf en frases como:
– “por negros que sean, los he de volver blancos o amarillos”. Sancho Panza parece estar fantaseando sobre los esclavos de su reino imaginario; pero encontramos oculta una crítica a cómo las monedas malas (el vellón ennegrecido) habían desplazado el oro y la plata.
– “tenía más cuartos que un real”. Es la famosa descripción de Rocinante, al comienzo de la obra: una metáfora doble, tanto de las grietas de su pezuña, como de la artificial sobrevaloración de la moneda de plata, que en realidad generaba inflación al devaluar el cambio de las monedas de cobre (vellón).
Y es que don Miguel de Cervantes, cuando escribía el Quijote en 1605, ya contaba con una interesante experiencia económica, familiar y personal, después de varios empleos relacionados con el dinero, las finanzas o la fiscalidad. ¿Pudo haber conocido el capítulo sobre la moneda en el De rege et regis institutione de Juan de Mariana? El doctor Graf no duda sobre cómo “Cervantes estaba al tanto de los debates sobre la alteración de la moneda emprendida por los reyes Habsburgo, a fin de financiar sus enormes déficits”.
Para completar esta brevísima referencia a Cervantes, la economía y El Quijote, les recomiendo vivamente que escuchen sendas entrevistas que grabaron a Eric Graf aprovechando su paso por Madrid:
http://posgrado.ufm.edu/blog/graf-quijote-la-hora-cultural-rtve/
http://posgrado.ufm.edu/blog/jimenez-losantos-quijote-graf/
Volviendo al Congreso, ese mismo día intervino también el doctorando alemán de la URJC Elias Huber (Francisco Capella se refiere a él en su controvertido Análisis, a propósito de la denominación Escuela de Salamanca o Escuela Española de Economía), analizando si Menger recibió o no influencia de los Doctores españoles del XVII. Como saben los lectores de esta web, Rothbard y la moderna escuela austriaca enfatizan las raíces escolásticas de su tradición liberal-económica; pero en su estudio de fuentes bibliográficas, Huber señalaba que apenas encontró más que unas pocos referencias a Covarrubias y Molina… ¿Podemos concluir, por tanto, y contra la opinión de otros insignes historiadores como Schumpeter o Grice-Hutchinson, que no es relevante el influjo de la Escolástica española en la Escuela Austriaca?
Como tuve ocasión de plantearle a este joven estudiante, pienso que sin duda es un buen trabajo de investigación “rastrear” las citas de los autores españoles en las obras de Menger y los austríacos, así como los posibles libros que tuvieron en sus bibliotecas (claro, habría que localizar con exactitud un catálogo completo). Todo ello nos permitiría hablar de una “influencia directa”, y concluir si fue mayor o menor en función de tus resultados. Sin embargo, pienso que en este campo (como en cualquier proceso de difusión de ideas) también hay que considerar la “influencia indirecta”, que puede llegar a través de otros autores: un buen ejemplo es la constatación de cómo Adam Smith recibió un influjo escolástico (sin darse cuenta él) a través del filósofo holandés Hugo Grotius. Entonces, ¿cuál pudo ser la “influencia indirecta” de aquellos maestros en Menger y los austriacos? No lo sé con certeza, pero comparto esa “intuición” de Schumpeter, Grice-Hutchinson, Rothbard, Chafuen o el mismo Huerta de Soto, sobre la seguridad de que el pensamiento escolástico español debió llegar a las universidades centroeuropeas de la Casa de Habsburgo, ya que ambos territorios estuvieron estrechamente relacionados durante siglos.
¡Es un bonito e interesante campo para estudiar!
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