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Una ciudad disruptiva, una Startup City libre para España

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«El futuro de la libertad está en las ciudades como Hong Kong». Giancarlo Ibargüen.

 

Index of Economic Freedom establece a Hong Kong como la economía más libre del mundo.

Fuente: The Freeman.

Los últimos 20 años se han caracterizado por un importantísimo avance tecnológico. Los principales cambios han venido de la mano de las disrupciones acuñadas por Clayton M. Christensen. Estas innovaciones son las que han conseguido competir en el mercado satisfaciendo la demanda de los consumidores con menores precios y en muchos casos desplazando o marginando la tecnología preexistente. La telefonía móvil, las compañías aéreas de bajo coste, las tiendas de ropas de precios más accesibles, los restaurantes de comida rápida o la educación online son muchos de los ejemplos de las que han triunfado.

Gracias a estos avances, los software son cada vez más funcionales e inteligentes, muchos servicios son gratuitos en Internet, es más fácil encontrar nichos de mercado, las habilidades demandadas para encontrar un trabajo o crear una empresa pueden ser aprendidas en muchos casos de forma gratuita online y, lo más importante, es más fácil empezar nuevos negocios que satisfagan y generen riqueza al conjunto de la sociedad tal como ha expuesto recientemente John Chisholm en la revista Forbes

Innovación Disruptiva, por C. M. Christensen.

Fuente: http://www.claytonchristensen.com/.

Sin embargo, nuestras ciudades, nuestro mejor invento, que nos hacen más ricos, inteligentes, saludables y felices, como expone Edward Glaeser en su libro «Triumph of the City», y sin las cuales no podríamos hablar de sociedades desarrolladas, no han sido capaces de mantener el ritmo de la tecnología. Se han intentado crear las smart cities o ciudades inteligentes, pero éstas no han tenido ningún tipo de éxito. La principal causa de por qué estas ciudades u otras son incapaces de seguir a las tecnologías o no se han desarrollado tecnológicamente es: la planificación central de las mismas mediante infinidad de leyes, planes y trabas administrativas. 

Pirámide o cascada coactiva de planeamiento por G. Calzada y G. Melián.

Fuente: Procesos de Mercado.

Las ciudades españolas son un claro ejemplo. Las leyes urbanísticas de este país son tan pésimas como las que impiden crear nuevos negocios, pues éstas prohíben crear nuevas ciudades o transformar las existentes libremente. Es totalmente imposible que ciudades planificadas centralizadamente con impuestos desorbitados, ingentes trabas administrativas para las empresas y un modelo económico basado en el gasto público y el subsidio puedan convertirse en un Silicon Valley urbano repleto de tecnología o transformarse en un lugar de oportunidades para las personas con menos recursos, como pueden ser Hong Kong o Singapur (donde, por cierto, una asociación industrial promueve el uso de bitcoin).

Estas regulaciones están llevando a las ciudades españolas a la decadencia. Sin embargo, un grupo de emprendedores, de esos que cambian el mundo para convertirlo en un lugar mejor, junto con la Universidad Francisco Marroquín, han puesto en marcha una idea de ciudad disruptiva con el fin de poder sacar de la pobreza al mayor número de personas posibles. Proponen fundar una ciudad modelo o libre con leyes propias, mínima regulación e impuestos bajos o inexistentes en algún lugar de centro o sur América. La idea no es otra que la de crear las condiciones legales y de seguridad para atraer nuevos empresarios o inversores que creen riqueza y una importante cantidad de puestos de trabajo.

La idea disruptiva de las ciudades libres podría ser definida como una gran startup incubadora de nuevas ideas empresariales y empresas creadas por multitud de empresarios. De hecho, recientemente, el término de ciudades libres o freecities se ha ido abandonando y ha sido sustituido con una gran aceptación por el de Startup Cities al crearse el Startup Cities Institute. Éstas ofrecerían el entorno preciso para la creación de nuevas empresas o startups que proporcionarían innovadoras opciones en productos y servicios, crearían un gran número de puestos de trabajo e impulsarían la innovación y el crecimiento económico.

¿Qué pasaría si la política avanzara al ritmo de la tecnología?

Fuente: Startup Cities Institute.

Las nuevas ciudades tecnológicas y disruptivas harían una importante competencia a las existentes y, al igual que Hong Kong consiguió abrir los mercados en China y el país se vio beneficiado con la llegada de capitales extranjeros, la contratación de mano de obra y los desarrollos tecnológicos, allí donde se instalen estas nuevas ciudades las consecuencias serían las mismas: mayor libertad y riqueza.

Honduras ha sido el primer país en cambiar su constitución para permitir crearlas, con lo que se logrará incluir a los pobres en el crecimiento económico, dar a los empresarios las herramientas que necesitan para que sus ideas prosperen y ofrecer a aquellos que más lo necesitan una oportunidad de vida mejor. Ya han sido muchas las grandes empresas, como Goldman Sachs o la Fundación Abu Dhabi para el Desarrollo, las que han mostrado su interés por instalarse en esta futura ciudad hondureña. El futuro es incierto, pero si consiguen llevar a cabo esta iniciativa, podrán convertir la zona en uno de los lugares más prósperos del mundo.

Hong Kong en Honduras.

Fuente: The Economist.

España tiene las condiciones ideales para crear una Startup City. Es una de las puertas de Europa tanto para África como para América y cuenta con un clima extraordinario. Son muchos los que creen que podría convertirse en la Florida o California de Europa, pero esto será imposible si no se crean las condiciones de libertad económica y seguridad jurídica necesarias. Por ello, la creación de una nueva ciudad de las características mencionadas podría ser una gran oportunidad para España y Europa.

España, ¿la California de Europa?, por Domingo Soriano.

Fuente: LibreMercado

Cualquier lugar de España sería bueno, pero si me dieran a elegir, escogería un lugar de las Islas Canarias. Éstas, antes de pasar a ser una de las regiones más pobres de España con una tasa de paro por encima del 30% y una economía subsidiada e hiperregulada, fueron un puerto franco con un futuro muy prometedor. Su estratégica localización geográfica, su excelente clima y sus recursos naturales, más aún si se termina descubriendo petróleo, hacen de las Canarias un lugar ideal para localizar una Startup City o ciudad disruptiva. 

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