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Aguántate tú, Teddy Bautista

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Tampoco se contenta con insultar a quienes les critican a él o a la SGAE cada cierto tiempo, ni tan siquiera se siente satisfecho con que el Gobierno adoctrine a los escolares en sus tesis e ideología. Ahora pretende ordenar silencio sobre la mal llamada "compensación por copia privada" de modo que "al que no le guste que se aguante". Durante el foro en que se hicieron esas declaraciones alguien le debería haber respondido que quien debería aguantarse es él y que sepa que va a tener que soportar críticas durante mucho tiempo. Se lo ha ganado a pulso.

Bautista vuelve con su estilo inconfundible: mezcla de formas barriobajeras y prepotencia de nuevo rico, todo ello aderezado con la chulería de quien se sabe protegido desde el poder y con unas gotas de victimismo (¡se queja de que la SGAE sólo recaudó 378 millones de euros por derechos de autor!). Pretende este cantante cuya voz desconocen varias generaciones de españoles que el canon digital "es agua pasada", que se "paga y ya está". Qué más quisiera él. Por mucho que se empeñe, no se va a imponer la ley del silencio sobre esta cuestión. Ese sobreprecio a numerosos soportes y aparatos electrónicos es una apropiación ilegítima del dinero ajeno, por mucho que esté avalado por ley.

Nos dice el presidente ejecutivo de la SGAE que la propiedad intelectual es tan legítima como la propiedad privada –o incluso más– y se queda tan tranquilo. Entendemos que tiene que decir esto, puesto que de eso depende su negocio, pero entérese de que no es así. La propiedad intelectual no es más que una ficción jurídica que atenta contra lo que legítimamente pertenece a otros. Y que se trata de una ficción no es algo que nos hayamos inventado unos "pendejos electrónicos" (por utilizar la expresión con la que Bautista insultó a quienes se oponen al canon) para llevarle la contraria: ya se expresaron de esta manera hace unos cuantos siglos los miembros de la Escuela de Salamanca.

También es comprensible que Bautista ponga en duda la legitimidad de la propiedad privada (aunque suponemos que no de la suya). Al fin y al cabo, tanto él como la SGAE son buenos amigos de la dictadura comunista de Fidel Castro. De hecho, este señor fue en su día condecorado por el régimen de Fidel Castro en reconocimiento de sus buenos servicios y el actual presidente de la entidad ha recibido homenajes en la mayor de las Antillas. Sobre esto mismo harían bien estos señores en aclarar una cuestión. El Gobierno de La Habana reclama a las entidades de gestión que les pague la recaudación correspondiente a los "derechos" generados por los artistas exiliados. Algunas, como DAMA, se han negado a pasar por ese aro. No sobraría conocer la respuesta que la SGAE le dio al castrismo.

Dadas sus amistades y complicidades (la SGAE llegó a montar junto con el Gobierno de Castro una tienda on line de música cubana) con una dictadura tan larga, no resulta extraño que Bautista no soporte la crítica. Que se aguante él y que se entere de una vez de que son muchos los que no se conforman con un "se paga y ya está". Puesto que se quedan con nuestro dinero, que no pretendan quitarnos también la libertad de expresión.

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