Estaba trasteando por la sección de tecnología del New York Times y me encontré con el último post del blog The Medium, escrito por Virginia Herffernan, que trata sobre las conferencias TED. Virginia se declara una adicta de los vídeos de estas charlas y aunque ella no lo supiera al escribir su post, me estaba dado la piedra de toque para escribir mi artículo.
TED es una conferencia anual que tiene como misión "difundir las ideas que merecen la pena" (ideas worth spreading). El acrónimo de TED se refiere a las palabras: Technology, Entertainment and Design. En la conferencia se tocan los temas más diversos, como la ciencia, las artes, el diseño, la política, la cultura, los negocios, la tecnología o el entretenimiento. Y han intervenido ponentes como Bill Clinton, James D. Watson, Al Gore, Jimmy Wales, Sergey Brin o Larry Page.
La conferencia se creó en 1984, pero fue en 2002 cuando su difusión aumentó gracias a que Chris Anderson se convirtió en su organizador y su principal impulsor. En poco más de tres años, Anderson ha conseguido difundir los contenidos de la conferencia más allá de a sus asistentes. Y es que su exclusividad era uno de los problemas que tenía TED, pues sólo se podía acudir a ella con previa invitación o desembolsando aproximadamente 6.000 dólares.
Ante estas barreras, Anderson decidió hacer accesibles todas las conferencias de TED a través de su propio canal de vídeo en internet y fomentó su distribución en otras plataformas como YouTube.
Como bien dice Virginia en su post, las conferencias de TED son adictivas, tratan de las áreas del conocimiento más diversas y cada ponente es diferente al anterior tanto en el fondo como en la forma. Más allá de que esté de acuerdo con unas charlas o con otras, lo importante es que se fomente la distribución y discusión de las ideas. Chris Anderson entendió perfectamente que encerrar el conocimiento no tenía sentido ya que la misión principal de las conferencias era que lo que allí se transmitían cambiara el mundo; y para ello debe ser conocido y discutido por la mayor cantidad de personas posible.