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¿Bingo?

Publicado en Libertad Digital

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Bajo la idea de que alrededor de dos tercios de las personas que usan Google o Live Search los emplean para tomar decisiones, han decidido huir de la etiqueta de "buscador" para promocionarse como un "motor de decisiones". Pero, ¿realmente ha cambiado tanto el producto de Microsoft como para merecer semejante inversión?

Bing es notablemente parecido a Google, lo cual es bueno. Cuando un producto tiene un éxito tan abrumador, querer diferenciarse en exceso es un camino seguro al fracaso. A primera vista, lo que sorprende es que manteniendo la sencilla interfaz que se ha convertido en estándar, el buscador de Microsoft incorpora una fotografía de fondo que lo hace más atractivo, aunque también tarde algo más en cargar. Pero lo que importa, claro, son los resultados.

Aparte del cachondeo en la blogosfera a costa de los muy relevantes resultados de buscar vídeos de "porno" o "sexo", lo cierto es que Bing ofrece ­–a mi entender– resultados ligeramente peores que Google. También es verdad que es posible que se deba a que busco términos en español, apartado en el cual casi todos los buscadores lo hacen peor. En cualquier caso, el elemento diferenciador de Bing sólo está disponible en inglés y es la personalización de resultados dependiendo de los términos de búsqueda, especialmente si éstos se refieren a una compra.

Pongamos, por ejemplo, que buscamos un hotel en Nueva York. Tanto Google como Bing ofrecen anuncios, un mapa con varios hoteles señalados y luego el listado de enlaces. Sin embargo, el buscador de Microsoft permite encontrar ofertas e integra rankings, comentarios y otras formas de facilitar que tomemos una decisión. En general, cuando se compara uno con otro, es precisamente a la hora de buscar un hotel, un coche que queramos comprar o una película que deseamos ver donde Bing muestra sus mejores bazas. Desgraciadamente, y según los planes de Microsoft, puede que tardemos hasta año y medio en disfrutar de estas características en nuestro país e idioma, y quién sabe qué habrá hecho Google a esas alturas.

Pese a que su nueva apuesta es una mejora, y cuenta además con la ventaja de tener un nombre que no se asocia con su marca, el problema de Microsoft es vencer la excelente imagen de Google y doblegar la fuerza de la costumbre. Hoy día, y más en España, buscamos en Google. Y punto. Una investigación interna del gigante de las búsquedas mostró que los internautas, enfrentados a los resultados de otros buscadores, los preferían si se mostraban con el logotipo y la imagen de Google. Es curioso que incluso cuando la competencia está a un solo click de distancia, nuestro cerebro nos aleje aún más.

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