Quien les escribe fue el encargado de cubrir la primera semana de dicho Campus, en la cual se celebraron los cursos Reinventar Occidente, dirigido por el responsable del Área Internacional de FAES, Alberto Carnero; y La democracia frente al terrorismo, al frente del cual estuvo el director tanto del Área de Constitución e Instituciones de FAES como de su muy recomendable revista Cuadernos de pensamiento político, Javier Zarzalejos. Los dos cursos de la siguiente semana fueron cubiertos por las bitácoras editadas por Álvaro Vermoet y Víctor Gago.
La experiencia fue fascinante. No sólo por lo interesante de la cita que tuve que cubrir (los ponentes eran de un alto nivel y los contenidos realmente interesantes). También lo fue por el formato. Editar una bitácora en vivo para un medio de comunicación es muy diferente a escribir informaciones tradicionales o un artículo de opinión como el presente. Eso hace, entre otras cosas, que el estilo personal del autor se note mucho más que en textos de información clara, y es algo que pudo notar quien siguiera los tres blogs con los que este periódico cubrió el encuentro político-académico.
Con independencia del toque personal de cada autor, la bitácora en vivo se diferencia también de otros modos de hacer periodismo en que el autor está más apegado a la inmediatez que en otros formatos. Las cosas no se cuentan después de que sucedan, sino que se narran según tienen lugar. Al mismo tiempo, se proporciona al lector una cercanía con lo hechos y con quien los narra (esto último es algo propio de una bitácora) que no se consiguen con otros estilos informativos. Todo ello obliga a una adaptación del periodista para que su blog no se convierta en un simple soporte diferente para escribir noticias tradicionales.
También es fundamental la buena disposición de los organizadores del acto que se cubre. Todavía existe por parte de muchos directores de comunicación cierta desconfianza hacia las bitácoras, puesto que al tratarse de algo tan nuevo no saben como enfrentarse a ellas. Sin embargo, como ya ha ocurrido en Estados Unidos, tendrán que terminar aceptándolas. En este sentido los responsables de esta materia en FAES han demostrado una gran visión y valor, al aceptar tener a tres sucesivos bloggers "incrustados" en su Campus. Esperemos que cunda el ejemplo.
Las bitácoras en directo, sean en el marco de un periódico digital o fuera de él, no podrán sustituir a la información tradicional, pero sin duda son un perfecto e interesante complemento. Tanto los medios como quienes son objeto de la atención de estos tendrán que aceptar esta realidad.