Los ciudadanos disfrutan de una mayor prosperidad en los países donde la libertad está más protegida.
El Cato Institute (EEUU), el Fraser Institute (Canadá) y el Liberales Institut de la alemana Fundación Friedrich Naumann para la Libertad (Alemania) han presentado recientemente su Índice de la Libertad Humana. Este estudio va más allá que el Índice de Libertad Económica de The Heritage Foundation o el Doing Business del Banco Mundial. Además de medir aspectos económicos o relacionados con la facilidad para hacer negocios, valora asuntos como la independencia judicial, la libertad de expresión, la tasa de homicidios, la seguridad y salud femeninas o la libertad de movimientos.
Una idea ya aceptada de forma casi generalizada es que la libertad económica (analizada por The Heritage Foundation) y, como parte de ella, la facilidad para hacer negocios (estudiada por el Banco Mundial) influyen directamente en la prosperidad de los países. El Índice de la Libertad Humana viene a demostrar que, siendo esto cierto, la realidad es más compleja. Salvando los casos especiales de países con unas circunstancias excepcionales, como las petromonarquías árabes, los ciudadanos disfrutan de una mayor prosperidad en los países donde la libertad en su sentido más amplio está más protegida.
Libertad y PIB per capita
Por Producto Interior Bruto per capita, con datos del Fondo Monetario Internacional, la cabeza del ranking mundial se sitúa de la siguiente manera: Qatar, Luxemburgo, Singapur, Brunei, Kuwait, Noruega, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda, San Marino, Suiza y Hong Kong (estos dos últimos empatados en un décimo lugar). Con la excepción de las petromonarquías árabes y Singapur, el resto de los países presentes ocupan un lugar destacado en el Índice de la Libertad Humana. Se trata de Hong Kong, en primer lugar; Suiza, segundo puesto; Irlanda, cuarto, y Luxemburgo, undécimo. San Marino no está incluido en el estudio de los think tanks liberales.
Pero como la mera estadística no refleja necesariamente la realidad de la riqueza de un país, resulta mucho más interesante comparar los datos de Cato Institute, Fraser Institute y Liberales Institut con otro informe en el que se mide la prosperidad de forma más amplia. El Índice de la Prosperidad del británico Legatum Institute tiene en cuenta, además de datos económicos, otros como la calidad del medioambiente, la salud o los resultados educativos. Comparando ambos índices se observa que hay ocho países que están en el top ten de ambos.
Se trata de: Suiza, Nueva Zelanda, Dinamarca, Canadá, Reino Unido, Australia, Finlandia y Holanda. Hong Kong se sitúa en un respetable vigésimo tercer lugar en el índice de Legatum e Irlanda en la posición décimotercera.
Libertad y prosperidad hispanohablantes
España ocupa el puesto 36 en el ranking de países más libres y el 21 en el de prosperidad. En cuanto a Latinoamérica, las diferencias de unos países a otros son muy amplias. Chile (29 en libertad y 31 en prosperidad), Costa Rica (38 y 29), Uruguay (42 y 28) y Panamá (46 y 39) ocupan los mejores puestos. En las posiciones de cola encontramos a Venezuela (154 de 159 y 121 de 149), Colombia (111 y 72) y Argentina (103 y 49). El mal resultado de Colombia en el Índice de la Libertad Humana está directamente influido por el hecho de que este índice tiene en cuenta el terrorismo y la tasa de homicidios, entre otros elementos. Cuba, posiblemente debido a la ausencia de datos oficiales fiables, no figura en ninguno de estos estudios.
La comparación de ambos índices deja claro que existe una relación directa entre la libertad humana en su sentido más amplio y la prosperidad. Es algo que resulta evidente incluso al observar la evolución de diferentes naciones. Países que comenzaron a liberalizar su economía durante dictaduras, como Corea del Sur, España o Chile, vieron cómo la población mejoraba el nivel de vida a un ritmo todavía mayor ya en democracia. Por el contrario, el deterioro de la libertad política y de la economía en Venezuela durante los largos años del chavismo van de la mano y de forma acelerada.