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Cuatro años de lucha

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Todos hemos podido ver que Zapatero ha dignificado a un grupo criminal a la categoría de representante político, al sentarse a negociar con ETA. Todos hemos sido testigos de la imprudente confianza del Gobierno en la marcha de la economía, negándose a hacer las reformas necesarias. Todos sabemos que el PSOE quiere adoctrinarnos desde las urnas y expulsar a una parte de la sociedad española de la vida pública.

En estos cuatro años el Gobierno intentará cerrar la COPE, cambiará las relaciones del Estado con la Iglesia e introducirá nueva legislación para lograr una "sociedad laica", como dice Zapatero. No una separación entre Estado e Iglesia, sino la proscripción pública de la institución bimilenaria. Compartirá mesa de negociación con los asesinos de Isaías Carrasco. Y comparecerá a la renovación en 2012 con una economía saliendo a duras penas de la ola antipatriótica en forma de paro y recesión de los próximos años y con un nuevo atentado terrorista que marque el resultado final.

No importa. La España de hoy no es la de hace cuatro años. Esa media España que no se resiste a ser atropellada está reaccionando. Es consciente de sus derechos y libertades y está dispuesta a defenderlos hasta el final. El mejor legado de los ocho u doce años de socialismo desde el poder será la estructuración de un entramado de asociaciones, instituciones y grupos sociales activos, exigentes y conscientes.

Hagan lo que hagan el Partido Popular o Unión Progreso y Democracia, parte de la sociedad española está ya pensando en que tienen por delante cuatro años de lucha contra la imposición, contra el adoctrinamiento, contra el cambio institucional con los terroristas como agentes y una parte de los españoles como un bulto sospechoso.

Por lo que a mí se refiere, renuevo el voto de Alexis de Toqueville: "Creo que en cualquier época habría adorado la libertad; pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla."

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