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El descrédito

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Se lo hacía ver una periodista al preguntarle cómo podía liderar la recuperación un país que dobla la media europea en paro. The Financial Times ha dicho que "una España torpe guiará a Europa".

El crédito internacional de nuestro Gobierno y el de España no ha dejado de caer. Zapatero tuvo una buena acogida en los medios foráneos, y en ocasiones le han prestado atenciones inmerecidas. Pero llevan años dándole una estopa que está sólo un cuerpo por detrás de la que recibe Berlusconi.

Desde que el Wall Street Journal le considerara un "presidente por accidente", le han caído a Zapatero tortas de todos lados. Le han llamado "populista", "provinciano", "sectario", le han puesto como un cobarde o un mentiroso, como un tramposo. Y ven en él un personaje ideologizado, que vive al margen de la realidad, y que ha pasado de ella con graves consecuencias para los españoles. Gracias a Zapatero, España es ahora "irrelevante".

No le doy a la prensa extranjera el crédito que le conceden habitualmente los medios y el público. Suele mirar a España con un desenfoque notable, especialmente en la cuestión nacional y la incidencia del terrorismo. Pero las críticas de la prensa de fuera al Gobierno y, por extensión, a nuestro país (le hemos elegido dos veces, al fin y al cabo) son importantes por dos razones.

Primero porque degradan la imagen exterior de nuestro país y, especialmente, de nuestra economía, que es donde nos las están dando (casi) todas. Y segundo, porque la prensa extranjera no está atada a los intereses políticos nacionales y por tanto resulta inmune ante la sucesión de consignas enlatadas en que consiste el discurso de Zapatero. Fuera se han dado cuenta de que es un hombre risible.

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