Desde los foros más variados se repiten los mismos mensajes. El FMI y el Banco de España, ambos en varias ocasiones, han alertado del exceso de endeudamiento, peligroso ahora que suben los tipos de interés.
Súmese a ello que tendrá lugar un ajuste del mercado inmobiliario que según la OCDE podría ser "duro". Morgan Stanley dice que el precio de la vivienda podría caer un 5 por ciento, y un freno de la construcción del 20 al 70 por ciento en 2009. Standard & Poor’s se ha sumado a esta preocupación.
"Productividad" fue la palabra que se repetía en boca de los socialistas cuando hablaban de Economía poco antes y poco después de llegar al poder. Hoy ya no insisten tanto, quizás porque, según el Euroíndice Laboral IESE-Adecco, mientras el mundo avanza, España ha perdido un 4 por ciento en productividad en los últimos 5 años. El Banco de España ya ha advertido un nuevo deterioro de la competitividad en 2006 y desde el BCE, Trichet ha señalado al mismo problema.
Mientras, mantenemos uno de los mercados laborales más rígidos de la OCDE. Acaso por ello, mientras nuestra productividad cae, los costes laborales siguen aumentando a buen ritmo. La inflación es en España mayor que en los países cercanos. Es decir, cada vez somos menos competitivos. Ello no es ajeno al déficit por cuenta corriente, que alcanza niveles históricos tanto en volumen como en porcentaje del PIB.
Standard & Poor’s dice en un reciente informe que el deterioro de nuestra competitividad no se ha detenido y que, por el contrario, continuará: el déficit por cuenta corriente "se incrementará en los próximos años a medida que España lidia con una caída en la competitividad de sus exportaciones, debido al crecimiento en los costes laborales, por encima del de la productividad". Pero Zapatero mantiene el optimismo. Menos mal.