Por un lado, la imposibilidad de volver a aplicar quitas soberanas como las aprobadas recientemente en el caso de Grecia. En este sentido, los líderes europeos han enfatizado que la suspensión de pagos aplicada a Atenas es "excepcional" y "única" –es decir, no volverá a pasar–, en un intento a la desesperada por tratar de tranquilizar a los inversores. Sin embargo, un anuncio de estas características, aparte de resultar poco creíble para el mercado, implica que Bruselas mantiene la firme convicción de extender su estrategia de rescates soberanos y bancarios cueste lo que cueste, con el consiguiente perjuicio para el contribuyente europeo, al tiempo que supone la rendición de Alemania a la hora de tratar de imponer su plan inicial de quiebra ordenada de países y bancos.
Asimismo, otro de los puntos destacados de la Cumbre radica en adelantar la puesta en marcha del Fondo de rescate europeo permanente (ESM por sus siglas en inglés) a 2012 cuando, inicialmente, se concebía para 2013. Y es, precisamente, esta decisión la que cobra especial relevancia dentro del citado plan de rescates indiscriminados. No en vano, ¿conocen realmente los europeos qué implica este mecanismo? Para empezar, el citado Fondo cuenta con un Tratado propio, aprobado el pasado julio, cuyas claves son las siguientes:
Artículo 8: capital social autorizado de 700.000 millones de euros.
Artículo 9: los miembros del ESM, de forma irrevocable e incondicional, se comprometen a abonar el capital que les corresponda en siete días.
Artículo 10: la junta de gobernadores del ESM tendrá autoridad para modificar el capital autorizado inicialmente y, por tanto, cambiar el artículo 8.
Artículo 27: el ESM goza de inmunidad judicial y, además, las leyes de ningún otro gobierno o parlamento se pueden aplicar sobre la organización y funcionamiento del propio Fondo, gozando así de un estatus jurídico específico y extraordinario.
Artículo 30: los gobernadores, consejeros, directores y personal del ESM serán inmunes a todo procedimiento judicial.
Así pues, el citado documento supone una profunda reforma encubierta de la zona euro y de la UE, ya que su funcionamiento podrá influir de forma sustancial en los presupuestos nacionales de los países miembros, con la consiguiente cesión implícita de soberanía. Y ello, a través de un particular cuerpo de burócratas no electo que, como gestores del ESM, gozarán de inmunidad judicial, sin necesidad de rendir cuentas ni ante los tribunales ni ante los electores.
El vídeo explicativo sobre las claves del citado Fondo, disponible también en español, ha alcanzado una gran difusión en países como Alemania y Holanda en las últimas semanas. No es de extrañar que entre los contribuyentes del norte de Europa arraigue con fuerza un creciente sentimiento antieuropeísta a la vista de cómo actúa el Gobierno de la UE: rescates indiscriminados, inmunidad judicial, cesión de soberanía presupuestaria… ¿Es ésta la nueva Europa que pretende imponer Bruselas? ¿Un ente difuso y opaco con plena capacidad para decidir el rescate de países o bancos sin necesidad de consultar previamente a los contribuyentes y sin ningún tipo de supervisión ni control?… ¿Será éste el germen de la nueva dictadura europea? Habrá que esperar a su configuración definitiva, pero sus actuales términos arrojan muchas más sombras que luces.