La principal consecuencia de la expansión del gasto público y la contracción de la inversión privada es la falta de trabajo. Solo 4 de cada 10 ecuatorianos tienen un empleo pleno.
Este domingo 19 de febrero se celebra la primera vuelta de las EleccionesPresidenciales en Ecuador. Aunque Rafael Correa no se presenta, su régimen lleva meses promoviendo la candidatura de Lenin Moreno, exvicepresidente de la república andina. Frente a él, una oposición liderada por el empresario Guillermo Lasso, favorito en las encuestas para disputar la segunda vuelta frente a Moreno. Para evaluar el legado económico que deja la Administración correísta, Libre Mercado se ha sentado a hablar con el economista Francisco Briones.
– Lo primero que salta a la vista cuando hablamos de Ecuador es el importante monto de recursos con los que ha contado el gobierno de Correa, principalmente por la subida de los precios del petróleo.
Así es, y no solo eso, también incidió el aumento de impuestos y el endeudamiento agresivo. Veamos las cifras en periodos de cinco años y comparémoslas con el periodo anterior. Según el ministerio de Finanzas, los distintos presidentes que pasaron por la jefatura de gobierno del 2002 al 2006 manejaron 57.000 millones de dólares, pero Correa contó con 116.000 millones entre 2007 y 2011 y 178.000 millones entre 2012 y 2016, todo esto en valor presente. Las cifras son contundentes, la administración de Rafael Correa tuvo 5 veces más ingresos. Hay que tener estas cifras en mente para entender mejor hasta qué punto Correa contaba con muchos más recursos que sus predecesores y cuán eficiente fue.
– Mencionó las subidas de impuestos. ¿A cuánto han ascendido?
Aunque el aumento del peso de los impuestos en el Presupuesto del Estado es evidente, las cifras per cápita nos dan una mejor perspectiva. El aporte tributario por ecuatoriano creció 185% en la era correista, estamos hablando de casi el triple. Por eso en el Ecuador existe una percepción generalizada que los impuestos han aumentado. Tanto los trabajadores como los empresarios pagan más impuestos que antes. Un ejemplo sencillo, las cocinas a gas que utilizan más del 90% de la población fueron gravadas con un Impuesto al Consumo Especial (ICE) del 100%.
Todo esto se reflejó en un crecimiento del Estado y expansión del gasto público. Los datos oficiales muestran que el gasto público por ecuatoriano subió 135% durante los primeros cinco años de Correa (2007-2011) y volvió a aumentar un 28% en el lustro siguiente (2012-2016).
– ¿Qué legado deja el gobierno de Correa en términos de crecimiento?
Podríamos decir que 10 años de socialismo no superaron los 5 años anteriores. Entre 2002 y 2006, los años anteriores a su llegada al poder, el PIB nominal de Ecuador aumentó un 91%. Esa cifra cayó en los años de Correa: el aumento fue del 69% entre 2007 y 2011 y del 21% entre 2012 y 2016, un resultado agregado del 106% pero en el doble de tiempo. Cuanto más se consolidó la llamada Revolución Ciudadana, menos creció la economía.
Pero eso no es todo. Si ajustamos las cifras extrayendo el efecto de la inflación, vemos que el PIB real subió un 27% entre 2002 y 2006, por encima del 22% observado entre 2007 y 2011 y del 14% registrado entre 2012 y 2016. Aquí se evidencia la menor eficiencia. Lo mismo ocurre con el PIB per cápita: sube un 76% en los cinco años anteriores a la llegada de Correa, mientras que en su primer período (2007-2011) crece un 55% y en su segundo (2012-2016) apenas avanza un 13%. En resumen, al correismo le tomó 10 años conseguir el aumento del PIB per cápita que tuvieron 3 gobiernos en los 5 años anteriores.
– ¿Cómo evolucionó la inversión en los últimos tiempos?
Volvamos a considerar los resultados del periodo anterior. Entre 2002 y 2006, la inversión pública subió un 30% y la inversión privada aumentó un 148%. Esa tendencia se invirtió con Correa. Entre 2007 y 2011, la inversión pública creció un 341% y la inversión privada solo aumentó un 51%. Peor aún, de 2012 a 2016, la inversión pública aumentó un 29% mientras la inversión privada apenas subió un 3% según cifras preliminares. Un crecimiento tan acelerado de la inversión pública ha provocado una intensa desaceleración de la inversión privada en el Ecuador. Sin lugar a dudas, las empresas han sufrido el llamado «efecto expulsión».
– ¿Qué hay de la pobreza? ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años?
Durante los 5 años previos a Correa la pobreza bajó en 18 puntos porcentuales. Ese ritmo de reducción se va frenando conforme avanza el modelo del «socialismo del siglo XXI». Tan es así que en 10 años del presidente Correa y con todos los recursos mencionados al inicio el descenso fue de 15 puntos.
– ¿Qué propuestas económicas destacaría de la candidatura de Guillermo Lasso?
La principal consecuencia de la expansión del gasto público y la contracción de la inversión privada es la falta de trabajo. Solo 4 de cada 10 ecuatorianos tienen un empleo pleno. Por eso la principal oferta de Lasso es promover la creación de 1 millón de empleos en sus 4 años de Gobierno. Esto implica medidas como la eliminación de 14 impuestos y salvaguardias a fin de devolver 3.000 millones de dólares a las familias, impulsar leyes que promuevan el emprendimiento, reducir la tramitología y el tamaño del Estado, firmar la mayor cantidad de acuerdos comerciales, la creación de empresas en un día a cero costo y por internet, entre otras.
– ¿De continuar en el poder el correismo, hacia dónde cree que se encamina la economía ecuatoriana?
La única garantía del continuismo del actual modelo socialista es la profundización de la crisis económica que atraviesa Ecuador. Tenemos el espejo en Venezuela. Mayor proteccionismo y profundización de la actividad estatal. Los organismos multilaterales pronostican caídas de hasta el 2% del PIB para los próximos años. El nivel de gasto público es insostenible, el Gobierno se ha venido endeudando en promedio cada dos meses desde junio pasado, pagando intereses que superan el 9% y con muy cortos plazos. Ecuador necesita un cambio de modelo económico.