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Terrorismo económico antipatriota

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España no es Irlanda, nos dicen, y quien opine lo contrario no es más que un irresponsable propagador del terror económico y enemigo del Estado español.

Desde que comenzó la crisis hemos tenido varias escenas similares. Quizá la más sobresaliente sea la que protagonizaron miembros del Gobierno, con Zapatero a la cabeza, diciendo que aquí no nos iba a afectar la crisis subprime de los americanos. ¡Cómo nos iba a afectar, con un sistema adecuadamente regulado por las autoridades, lejos del capitalismo salvaje estadounidense!

Tras varios meses negando empecinadamente la crisis y acusando de antipatriotismo a la oposición, no hubo más remedio que decir que sí, que bueno, que estamos en crisis, pero que ésta se debía a la crisis financiera global originada en los Estados Unidos. En esos momentos había que preocuparse lo justo para aplicar algún plan de estímulo que les permitiera decir lo mucho que estaban haciendo por sostener el empleo y la actividad económica. Llevar a cabo reformas estructurales se veía como algo innecesario, ¿para qué, si contamos con un sistema que es paradigma de protección a los trabajadores y diálogo social?

Nuevamente el tiempo les quitó la razón, y se vieron obligados a anunciar medidas que fueron vendidas de ambiciosas, en un claro y firme compromiso del Gobierno de capear la situación, sin importar los costes políticos en los que se incurrieran. Se trataba de un ejercicio de responsabilidad, nos decían. La misma responsabilidad que les ha llevado a aprobar una reforma laboral muy tímida, y unos recortes del gasto que todavía están por ver.

Entretanto, se fueron sucediendo los ataques del Gobierno a la presunta conspiración de los inversores internacionales por hundir a España. Querido inversor, compre nuestra deuda pública, pero por favor, no sea tan avaricioso y especulador de venderla.

Ahora toca decir que España no tiene nada que ver con Irlanda, que nuestra situación económica está a años luz de la de los tocados PIGS. ¿No veis, panda de ignorantes especuladores, que el ratio de deuda pública respecto al PIB está en un nivel envidiable?, argumentan.

En este contexto, a quienes no comulgan con la visión oficial del Ejecutivo, se les vuelve a tildar de antipatriotas cuya máxima afición es sembrar el terror con el objetivo de hundir a España, para así quitar a Zapatero del poder. ¡Tamaño ejercicio de irresponsabilidad!, acusan.

Y uno se ve tentado a responder: ¿de qué responsabilidad están hablando, señores políticos socialistas? ¿De la responsabilidad por la que han cerrado los ojos ante una realidad más que evidente, siendo incapaces de tomar medidas duras y necesarias e implementarlas? ¿De la responsabilidad por la que han mentido constante y descaradamente a la ciudadanía?

Es la responsabilidad de los irresponsables, de aquellos que nos están abocando al borde del precipicio… como ya han hecho a lo largo de nuestra historia.

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