Lo que nos importa es qué partido recibirá el voto mayoritario, quiénes tienen el suficiente apoyo como para obtener un eurodiputado, y cuál es el efecto en la vida interna de los partidos, PP y PSOE especialmente.
Considero que es urgente que desalojemos a los socialistas del poder, y el único partido que puede hacerlo es el Partido Popular. Y, hasta el momento, quien ha ganado las elecciones europeas en votos también lo ha hecho en las generales. Por eso es importante que el PP quede por encima de los socialistas en el recuento del 7 de junio.
Pero no es la única opción y es muy posible que no sea la mejor. Esta va a ser una prueba muy importante para UPyD, que se juega en no poca medida su futuro. Es un partido muy importante para nuestra democracia. Federico Jiménez Losantos siempre ha incidido, sin éxito, en la necesidad de que hubiese una izquierda liberal y democrática. Y el PSOE, como he aprendido con Zapatero, no tiene remedio. UPyD sí puede ser ese partido.
No se me diga que es socialdemócrata, porque lo es menos que el PP. Su presencia en la vida política es importante. Rompe la identificación de la izquierda con los nacionalismos disolventes y la de España con la derecha, y su discurso está lo suficientemente anclado en los derechos de los españoles como para dejarse llevar por los planes de transformación de España en otra cosa. Es una alternativa al PSOE dentro de la izquierda, bien que moderada. Y, por lo que se refiere al PP, también supone un freno a ese espíritu bizcochable que huele a kilómetros.
UPyD, con todo lo criticable que pueda ser, es una fuerza regeneradora de la política en España. Creo que merece la pena apoyarla en estos momentos.