La utilidad no es la causa del valor. A lo sumo es una condición coadyuvante, pero no es ni condición necesaria ni suficiente. Es la escasez económica lo que determina si un objeto es valioso o no.
A los bitcoiners les sonará bastante natural. Para participar en la red de Bitcoin (BTC) es muy recomendable recalar en nodos domésticos.
Si el intercambio nos hace más prósperos, cuando el territorio político se incorpore al mercado viviremos el mayor periodo de prosperidad de la historia, al introducir la competencia entre jurisdicciones y restaurar la libertad política.
Mucho me temo que los gobiernos redoblarán la coacción para conseguir que cedamos nuestra privacidad y asaltar nuestra libertad.
Un satoshi equivale a fecha de hoy $0.0007. Y gracias a la red LN puede transmitirse de forma económicamente viable.
Un gobierno que compra Bitcoin envía el mensaje de «no se puede confiar en otros Estados». Un fondo de pensiones que compra Bitcoin invita a cuestionar los sistemas públicos de pensiones.
Charla sobre cómo las herramientas de software evolucionan a un ritmo muy superior a otras industrias cuando a no cuentan con restricciones como patentes o copyrights restrictivos y cómo se forman de forma espontánea las comunidades de desarrolladores.
Si una de las razones por las que es útil Bitcoin es que resulta muy difícil de confiscar y que no hace falta confiar en ningún tercero, ¿Por qué un sustituto que requiera confiar en un tercero y sea fácilmente confiscable ha de ser igual de útil? Si la utilidad no es la misma, el valor no es el mismo.
La Iglesia Católica no se ha pronunciado oficialmente ni a favor ni en contra de Bitcoin y otras criptomonedas. El motivo principal es la prudencia que deben tener las jerarquías
A diferencia de la moneda fiat, bitcoin queda lejos del alcance de las garras de los Estados. Abre un espacio de libertad.