En la economía moderna, la mayor parte del dinero en circulación es creado por los propios bancos comerciales.

Gran parte de los dólares circulantes son de lavado y narcotráfico.

Los argumentos sobre la eficiencia de bitcoins como almacén de valor resultan muy convincentes.

No sé si Volcker era un “keynesiano conservador”, como le llamaba Murray Rothbard, aunque creo que es una calificación muy acertada.

La lentitud de Bitcoin no es un problema sino una virtud necesaria para que pueda ser totalmente verificable por cualquiera.

Aunque su implementación actual pudiera ser vulnerable, Bitcoin como concepto no se puede desaprender.

Quién sabe en qué múltiples usos veremos implantado una cadena de bloques en un futuro próximo.

Bitcoin podría triunfar allí donde fracasó el oro gracias a un coste de transporte y almacenamiento muchísimo menor.