Los bolivianos son mucho más pobres que los chilenos, con independencia de qué estrato social analicemos.
El mensaje de fondo es que el voto y la democracia ya no son una vía suficiente para lograr una convivencia en paz.
Los destrozos que el movimiento independentista y el PSOE están causando a los españoles, incluidos los catalanes, son ya directos y evidentes.
La violencia política es un hecho diferencial de la ciudad de Barcelona desde hace poco más de un siglo.
La fatal arrogancia socialista puede ser lo que efectivamente parece y lo contrario de lo que presume.
El objetivo es eliminar el español como lengua común mediante métodos intimidatorios.
Cuanto más se acercan las decisiones sobre lo que conocemos y nos atañe, mejores son nuestras decisiones.
Es entretenido pensar qué habrían escrito si los Koch fueran de izquierdas, y financiaran al Partido Demócrata.
Queda pendiente la promesa de Trump de que no se descarta nada y todas las opciones están sobre la mesa.
Recordemos la definición de locura, erróneamente atribuida a Einstein: hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes.