Por Helen Dale. El artículo J. K. Rowling y el monstruo del odio fue publicado originalmente en Law & Liberty. Permítanme hablarles de una época intensa en la política británica:
No se puede permitir que el 8 de marzo sea liderado por personas, pero sobre todo por ideas, que promueven la colectivización de los recursos naturales y los medios de producción. Sería revertir un modelo económico y político de éxito que está permitiendo tener un proyecto vital a millones de personas, muchas de ellas mujeres.
¿Cómo pueden entenderse estas contradicciones aberrantes? Sencillamente, el feminismo radical es un instrumento ideológico-político más que un sistema de pensamiento coherente.