La Iglesia Católica no se ha pronunciado oficialmente ni a favor ni en contra de Bitcoin y otras criptomonedas. El motivo principal es la prudencia que deben tener las jerarquías
Dada la dependencia económica que mantiene la Iglesia Católica con el Estado, algo que plantea otro género de debate, no deben descartarse nuevas actuaciones del gobierno para intervenir su rico patrimonio inmobiliario.