El Motín de Esquilache
En 1763 finalizaba la Guerra de los Siete Años de la que España había salido muy perjudicada. El monarca que reinaba en aquella época era Carlos III, hijo de Felipe
En 1763 finalizaba la Guerra de los Siete Años de la que España había salido muy perjudicada. El monarca que reinaba en aquella época era Carlos III, hijo de Felipe
La formación naranja contó, y todavía cuenta, con un caladero de votos entre los que se identifican como liberales A nadie se le escapa que el partido que un día
El mundo intelectual tiende a juzgar demasiadas situaciones desde una perspectiva racionalista, y el liberalismo puede caer en este vicio.
La obra de Borges es bastante más libertaria, anarquista, minarquista o liberal, como cada uno le quiera llamar a “dejar-en-paz-al-de-al-lado”, que la obra de Vargas Llosa.
No importa que sea una de las comunidades que más aporta, no importa que en España exista libertad para que las autonomías gestionen la parte de los impuestos cedida por el Gobierno de la nación como más les convenga. Madrid es egoísta e insolidaria porque lo hace mejor.
Para Marx, las elecciones y el voto son un medio incapaz de controlar los poderes del Estado o variar mínimamente su funcionamiento. Marx ve al Estado meramente como un ente coordinador de una sociedad de clases en pro de la clase dirigente, siendo esta la poseedora del poder económico.
Existe una ley de hierro a la que casi nadie presta atención en la derecha: toda organización que no es explícitamente de derechas antes o después acabará siendo de izquierdas
Las ideas de la libertad habitualmente han estado presentes en universidades, foros intelectuales, colegios, pero también en negociaciones políticas, comerciales y sociales a lo largo de siglos y se han expuesto y han buscado lugar donde han podido o donde les han dejado.