El caso español no dista mucho de la situación británica de los setenta. Sin embargo, los británicos contaban con un Partido Conservador que supo aprender de sus errores (treinta años tardaron, aunque nunca es tarde si la dicha es buena), mientras que en España contamos con el Partido Popular de Núñez-Feijóo.
Hace más de un año publiqué un artículo titulado “Los héroes del capitalismo: Ronald Reagan”[1]. Allí postulaba una de las carencias más acuciantes de los defensores de la economía de