Tomándonos en serio al marxismo cultural
Por Tara Isabella Burton. El artículo Tomándonos en serio al marxismo cultural fue publicado originalmente en Law & Liberty. Los humanos somos seres caídos; incapaces de percibir la verdad. Algo
Por Tara Isabella Burton. El artículo Tomándonos en serio al marxismo cultural fue publicado originalmente en Law & Liberty. Los humanos somos seres caídos; incapaces de percibir la verdad. Algo
Las décadas de competición por la primacía de los videojuegos, en las que la NES sustituyó a Atari, la Xbox a Nintendo y la PS5 acabó sustituyéndolas a todas, aunque no definitivamente (lo siento, fans de la Xbox), no son una característica del socialismo. Es una característica del capitalismo.
En un Estado industrial, capitalista, con una economía de mercado basada en los servicios, los asalariados somos, por mucho, la mayoría de los votantes. Eso, al menos, hasta que el Estado del Bienestar haya crecido tanto que los funcionarios y pensionistas ya nos han superado.
«En efecto», pensaron los nazis, “no hacen falta el capital, ni los empresarios, ni los mercados”, solo se necesita un gobierno bueno, inteligente y profesional que controle toda la economía para que todo funcione de maravilla.
Durante el periodo del capitalismo del «lassaize faire» hubo dos procesos sociales originalmente distintos en lo que respecta a los trabajadores: la formación del «pilar obrero» y la creación de
La lectura más importante no es Marx ni El Capital. Las obras imprescindibles son las de Menger y sus discípulos, Mises, Hayek y Schumpeter.
El pensamiento monetario de Karl Marx es muy interesante y lleno de sorpresas. Para empezar, Marx seguía la teoría clásica del dinero (Glasner 2000) y era un gran crítico de
En el primer artículo de esta serie hemos demostrado que la principal teoría sobre la ganancia de los capitalistas de Marx en El Capital I1 era una propuesta irreal. La
La teoría de Marx se desarrolla en una realidad creada por él mismo, la cual no tiene en cuenta ciertos factores de la estructura económica que no le convenían. De esta forma escribe una realidad contradictoria a la vida real.
Si analizamos los principios y objetivos de la Agenda 2030, vemos que las categorías ideológicas con las que analizan la realidad, sus promotores son marxistas, como marxistas son, también, las soluciones que ofrecen.