El Salvador se estaba muriendo de un cáncer social, y su nuevo plan de tratamiento parece haber puesto la enfermedad en remisión. Pero esa cárcel moderna a reventar no desaparecerá por arte de magia.
Bukele ha emprendido una campaña contra distintas instituciones del Estado, destituyendo a la Corte Suprema de Justicia, rodeando al Congreso con policías armados y obteniendo cada vez más poder bajo el mando presidencial
Cualquiera quiere ser Bukele. Todos sueñan con ese papel. Tiremos una piedra y con seguridad que veremos como alza la mano con un hilo de sangre en su frente.