Debemos ser críticos con la pretensión de que la ciencia ya está establecida y debemos poner draconianas restricciones sobre la sociedad mundial en su nombre.
Que desde la política se tomen medidas para combatir la pobreza y la precariedad social es como poner a la zorra al mando del gallinero
Intentar limitar la producción no soluciona el problema de los precios, que solo es problema para los que necesitan precios más altos.
Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, la anterior y, sobre todo, Alberto Ruiz-Gallardón son, además de políticos, ingenieros sociales.
La clave del crecimiento económico reside en una organización eficaz: marco institucional adecuado y una estructura de la propiedad sólida.
Los unicornios de pensar que si lo gestionase el gobierno sería todo estupendo, se desvanecen cuando miramos a los precios del gas en Italia, en Francia etc.
Las energías renovables necesitan centrales “convencionales” de respaldo que se pongan en marcha cuando no haya viento, luz o agua que muevan las turbinas.
La solución no pasa por las propuestas planteadas por el Ayuntamiento de Madrid, sino por la liberalización de los procesos de transformación y gestión urbana.
Edward Glaeser en su libro ‘Triumph of the City’ demuestran que gracias a las ciudades somos más ricos, inteligentes, ecológicos, sanos y felices.
Detrás de la fobia al coche se esconde una muy preocupante pulsión contra el desarrollo capitalista.