El gobierno ejecutó un plan, a costa de los propietarios, para proporcionar vivienda gratuita a poseedores de hecho en “situación de vulnerabilidad social”.
El problema de la vivienda es un problema creado políticamente. Las restricciones a la construcción, la regulación excesiva y las intervenciones estatales han generado un sector inmobiliario disfuncional, incapaz de casar oferta con demanda si no es mediante precios desorbitados.
Los socialistas lleva seis años constriñendo la oferta de vivienda, y encareciendo los precios para una demanda creciente en algunas zonas.
El tema de la vivienda es, sin duda, el principal problema de la generación más joven de país, podríamos decir de la gente menor de 35 años que no ha accedido al mercado de vivienda en la misma situación que sus padres, y no digamos ya de sus abuelos.
¿Qué significa “zona tensionada”? Sencillamente, que los precios del alquiler se han incrementado marcadamente en comparación con otros precios tomados como referencia.
Lo que ya era una situación dramática para personas que encontraban dificultades para disfrutar de un hogar independiente se convertirá en pesadilla.
Nada garantiza mejor la propiedad que la posibilidad de disponer de ella, de acumular poco a poco toda una vida de privaciones. Puesto que, en contra de los delirios keynesianos, nadie se ha enriquecido jamás gastando.
Habrá una mayor demanda de vivienda de los perfiles con mayor riesgo de impago y una reducción por parte de los más responsables financieramente. Esto desincentivará la producción de nueva vivienda.