Creer que otros solo creen lo que quieren oír
No es nuestra obligación sacar del error a otras personas, sí lo es no vivir engañados por nosotros mismos.
No es nuestra obligación sacar del error a otras personas, sí lo es no vivir engañados por nosotros mismos.
Sería bueno que los liberales prendamos fuego a ese caballo, aunque esté repintado de ahorro, sector privado y le quede muy bien la corbata.
Nos empeñamos en seguir con una mentalidad burocrática y rígida que nos lastra a todos.
No extraña que organizaciones ecologistas de extrema izquierda hagan frente común con asociaciones empresariales de hostelería y hoteleras.
La realidad es que nada cambia: la siguiente crisis vendrá en unos meses y volveremos a escuchar lo mismo.
El trabajo de muchos científicos e intelectuales, y la torpeza típica de los políticos, genera cierta esperanza.
El espacio para el matiz y la escala de grises es bastante reducido en los nuevos foros públicos.
Atacar a toda minoría defendida por la izquierda es una táctica que a los conservadores les parece inteligente.
La propuesta más interesante es la desgravación del coste de la educación privada de los impuestos.
Si dos personas han acordado hacer algo ellos sabrán lo que hacen.