Ética e inteligencia artificial (I)
Nos preguntamos si poderes públicos están o no legitimados para imponer los criterios que deben regir el funcionamiento de las inteligencias artificiales.
Nos preguntamos si poderes públicos están o no legitimados para imponer los criterios que deben regir el funcionamiento de las inteligencias artificiales.
El poder político no garantiza ningún resultado, pero sí distrae recursos y, sobre todo, distorsiona el sistema de precios.
Las nuevas medidas no serían necesarias si realmente rigiese el principio de presunción de inocencia.
La información y el control que el presidente chino va a tener sobre su población va a ser inmensa.
El futuro será de las grandes empresas tecnológicas estadounidenses y chinas.
¿Qué ocurriría si los sistemas de IA analizasen las reacciones de miles de millones de personas a determinadas frases, comentarios, tonos de voz o gestos?
Sería interesante explorar soluciones de naturaleza institucional que no supongan una prohibición en los términos en los que estamos acostumbrados.
Los Estados tal y como están concebidos hasta la fecha no sirven para hacer frente por sí solos a al cibercrimen.
Internet facilita la posibilidad de obtener ingentes beneficios a base de ejecutar operaciones de escasísimo importe.
La solución pasa por la responsabilidad individual a la hora de que busquemos nuestro propio equilibrio entre beneficios y riesgos asumibles.