Tan insaciables que hasta nos dan sueño
El deseo de políticos y burócratas de controlar nuestras vidas es insaciable.
El deseo de políticos y burócratas de controlar nuestras vidas es insaciable.
¿Para qué nos iban a contratar los empresarios si las tareas las podrá realizar mejor y de manera más barata un robot?
Los beneficiados de la irrupción de Tesla y Uber somos los consumidores, que estamos disfrutando de una fiesta a la que nos han invitado inversores y prestamistas privados.
Una consecuencia de los avances tecnológicos en el derecho es la posible sustitución de abogados y jueces por meros ordenadores.
Abrir la puerta con sus palabras a una justificación -aunque sea indirecta- de regímenes liberticidas revela muy poca preocupación por la situación de su rebaño.
Una de las máximas de Warren Buffett es que uno debe invertir siempre a largo plazo, de forma que “si no te planteas mantener una acción 10 años, ni te
La libertad de expresión debería amparar incluso el insulto, pero a nadie puede obligársele a escuchar los insultos contra él dirigidos por la fuerza y en su propia casa.
Muchos dirán que Marx tenía razón al vislumbrar una era regida por la famosa la máxima “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”.
¿Es realmente necesario que intervenga el Estado para establecer las normas que realmente sirvan para regir una sociedad?
Hoy por hoy los robots son objetos, más o menos complejos, con un propietario claro y definido, que es a quien habrá que pedir explicaciones; no son seres “autónomos” e