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Diferencias entre Graham y Buffett: valor intrínseco estático y expansivo (II)

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Las empresas excelentes generan beneficios crecientes que consiguen retener e reinvertir en nuevos proyectos, haciendo que el valor intrínseco de la empresa aumente constantemente.

Señalábamos en el artículo anterior que, pese a darse evidentes y lógicas similitudes entre el estilo de inversión de Graham y Buffett, existían también ciertas diferencias. Una de ellas hace referencia al valor intrínseco de las empresas escogidas por uno u otro.

Tal y como explicamos, para Graham existían muchas empresas candidatas a formar parte de su portafolio de acciones. El principal requisito era que su precio cotizara por debajo de su valor intrínseco. Su cartera mostraba esta idea, al poder contener hasta 100 acciones de empresas de cualquier sector y actividad. Una vez el precio ascendía hasta el valor intrínseco estimado, éste deshacía su posición.

Siguiendo este sistema, el neoyorquino se encontraba a menudo con el “problema de la realización del valor” dando tres posibles soluciones: margen de seguridad del 25%, diversificación, y deshacer la posición al cabo de 2-3 años si no hubiera ascendido al valor intrínseco.

El sistema de Buffett difiere del de Graham en este punto. Para Buffett la elección de la empresa en la que invertir es principal. Después de seguir a su maestro durante bastante tiempo decidió seguir varias ideas que tienen su raíz en la filosofía de inversión de Philip Fisher (y también Charlie Munger). De Philip Fisher adoptó dos ideas: 1) sólo merece la pena invertir en negocio excelentes y 2) el momento para vender una de estas empresas es nunca.

Buffett se dio cuenta de que este tipo de empresas excelentes tenían un valor intrínseco expansivo. ¿A qué se debe este valor intrínseco expansivo?

  • Ventaja competitiva que proteja a la empresa de sus competidores y que haga de barrera de entrada a nuevos competidores.
  • Beneficios sólidos.
  • Beneficios crecientes.
  • Retención de los beneficios (no pagando dividendos).
  • Reinversión de estos beneficios en nuevos proyectos rentables.

Las empresas excelentes generan beneficios crecientes que consiguen retener e reinvertir en nuevos proyectos, haciendo que el valor intrínseco de la empresa aumente constantemente. Al ser expansivo el valor intrínseco de la empresa, el momento para venderla puede ser nunca, ya que el precio también será expansivo y creciente.

De esta manera Buffett supera a su maestro en varias cuestiones:

1) No padece (o padece menos) el problema de la realización de valor al centrarse exclusivamente en negocios excelentes cuyo valor intrínseco no es estático sino creciente.

2) La rentabilidad potencial no está limitada como en el caso de Graham, de ahí la increíble rentabilidad media anual de Buffett y de ahí que sea el inversor más rico de la historia.

3) No existe la necesidad de diversificar para compensar las pérdidas provocadas por tener posiciones de empresas mediocres.

3 Comentarios

  1. Juan:
    Juan:
    Las estrategias de inversión, llevadas hoy por no pocos gurues, al presuntuoso nivel de ciencia exacta Walrasiana, pretenden que un analista financiero podría llegar a determinar “valores intrínsecos estáticos o expansivos” de las empresas cotizantes. Este constructivismo iluminista es propio del dieciochesco trabajo de un Jeavons seguido por el neoclásico Walras y su matemática “infalible” En economía no hay ceteris paribus, todo fluye y como bien dijera H de Soto las condiciones no están dadas. La sola existencia del “factor exógeno” echaría por tierra todo el sacralizado talento bursátil del Sr Buffett . Este señor no maneja los datos de un simple inversor. En realidad es el tipo empresario mercantilista que cuenta con los privilegios del príncipe secular Obama al que frecuenta a diario en la Casa Blanca. ( es vox populi). Su estrategia de inversión es la de un privilegiado insider del gobierno demócrata … bueno tampoco sería cuestión de culpar a Buffett de jugar con un as en la manga. Las bolsas no suelen castigar al insider por invertir con información privilegiada. La posición del sacro Buffett me recuerda la de un Al Gore que siendo vicepresidente de EEUU misteriosamente inicio una intensa campaña contra el calentamiento global que llenó de regulaciones restrictivas a las petroleras, provocando la inesperada caída de las acciones de Exxon, una “empresa excelente” como Tu le llamas. Después salió a la luz (con el consiguiente escándalo) que Gore había adquirido acciones de Enron entre cuyas inversiones estaba la producción de gas natural, competencia directa de las petroleras como Exxon. ¿En estas condiciones quien habrá sido sino Al Gore, el talentoso inversor que previó la ventaja competitiva , con beneficios sólidos y crecientes de la excelente empresa Enron? En economía dos mas dos no es cuatro, menos en un mercado políticamente digitado.

  2. César
    César
    Precisamente para Jesús Huerta de Soto (más bien porque parafrasea a Hayek) sí que hay ciencia económica (ciencia social relativa a la acción humana), es decir, apriorismo, es decir, determinismo a igualdad de condiciones (=Ceteris Paribus). Creo que no lo has leído/escuchado bien

    • Gracias Alan por tu acertado
      Gracias Alan por tu acertado comentario. Claro que la economía es ciencia, pero no exacta o matemáticamente determinable en sus resultados como pretendían Walras y otros. Solo he recordado las fundadas críticas de Mises a la economía neoclásica y sus gurúes cortesanos. No olvides que la condición ceteris paribus es un escapismo de la realidad, una construcción mental ad hoc para poder mantener artificialmente paralizadas las infinitas, continuas e impredecibles interacciones individuales de Mises para darnos tiempo a construir nuestras hipótesis.
      Y me tranquiliza que aquí no nos pongamos de acuerdo porque, como dicen: “diez economistas tienen once opiniones diferentes“


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