No vamos a dedicar nuestro tiempo a analizar la cuestión jurídica de la amnistía, dado que contamos con análisis mucho mejores, como, por ejemplo, el de Jaime Juárez o Lupe Sánchez Baena junto a nuestro director, Manuel Llamas. En este caso, quisiera centrar la atención en la cuestión moral. Pedro Sánchez, en un alarde de despotismo, ha convertido la necesidad de su partido, que perdió las elecciones, en virtud. Milimétricamente, el gobierno ha convertido las necesidades de la población española en las de su partido.
Antes la amnistía era defenestrada. Inclusive a tres días de las elecciones. Pero en torno a las 20:05 h del 23 de julio, esta inconstitucional y absolutista medida se ha convertido en la necesidad nacional más acuciante. Ahí andan ahora socialistas y separatistas decidiendo si las negociaciones que comenzaron en marzo eran sobre la amnistía o no.
Opinión sincronizada
Para ello, ha sido necesario el concurso del equipo olímpico de opinión sincronizada. Han llegado todos del periodismo, pero que abandonaron tan noble profesión en favor de repetir el argumentario monclovita palabra por palabra. A medida que las negociaciones de socialistas, comunistas e independentistas avanzaban, el tono a favor de la ilegal amnistía iba cambiando.
Pero traca final llegará cuando Cándido Golpe Pumpido, padre de Cándido Hunter Pumpido, ese señor que pasa a disposición judicial no el día de su detención, sino tres días después, cuando una amiga de su madre estaba de guardia, realice unos malabarismos jurídicos que ríanse ustedes del contorsionismo propio del Circo del Sol para legalizar el cambio de régimen por la puerta trasera. A partir de ahora, la necesidad del gobierno dictará el Código Penal, aunque siquiera fuera arte del programa electoral. Los programas electorales se negociarán, una vez pasadas las elecciones, en hoteles y con la mediación de un fugado de la justicia.
Premiar el despilfarro, no la austeridad
Entrando en materia del pacto cambio de la impunidad por intentar subvertir el orden legal a través de medios ilícitos, justo la definición de golpe Estado que el padrino en la boda de Ludwig von Mises, Hans Kelsen, la cuestión se va a quedar en un indecoroso homenaje al sistema autonómico. El gobierno catalán, en manos de nacionalistas durante los últimos cuarenta años y pidiendo la independencia la última década, se va a llevar en esta investidura la condonación de 15.000 millones de euros a través del Fondo de Liquidez Autonómica.
Este dinero, puesto a disposición de las autonomías para aliviar sus necesidades de financiación junto a otros mecanismos, hace que Cataluña sea la región más endeudada con el Estado: un total de 71.852 millones de euros. Por el contrario, la Comunidad de Madrid nunca ha tenido que acudir a estos fondos de rescate. Pues bien, ahora la responsabilidad fiscal de una comunidad autónoma se da de bruces con la irresponsabilidad de otra. Vemoso cómo se le condonan las deudas a cambio de apoyo político.
El descenso del guindo
Hay otra cuestión relevante de este mes. Un sector, y no pequeño, de la derecha mediática está empezando a caerse del guindo al ver papel de la policía en la represión de las manifestaciones. Ya tuvimos un aviso bastante serio durante el secuestro al que nos sometieron durante tres años, imponiendo confinamientos ilegales o mascarillas inútiles al conjunto de la población, pero les costó despertar. Pero bueno, arrepentidos los quiere Dios.
Por último, mención aparte merece el 15-M, Podemos, Sumar, o como se llamen esta semana. Los acampados en Sol, que disfrutaron de la tolerancia policial de Pérez Rubalcaba (aquí no hubo botes de humo ni gas pimienta), exigían el fin de la socialización de pérdidas. Pues bien, ahora nos encontramos que forman parte del gobierno que va a perdonar la deuda para que las paguemos todos los que madrugamos. Ninguna operación política en la historia reciente de España ha tenido el éxito del 15-M.
Con un gobierno socialista a una semana de comerse una derrota electoral sin paliativos en unas elecciones municipales, la aparición de grupos de extrema izquierda exigiendo ante la sede del gobierno regional (nunca del gobierno central o del partido en el gobierno) cuestiones que luego han sido llevadas a cabo por el mismo color político, constituye un ejemplo de cómo la masa puede ser fácilmente moldeable. Ahora andan en el gobierno repartiéndose cargos con otro partido que ha conseguido que la renta española esté al mismo nivel que hace veinte años. Apabullante.
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