Como vimos en el artículo anterior, Alfonso I fue un rey con una mentalidad mesiánica. Continuó con sus batallas, asediando Bayona y Fraga. En una de esas contiendas acabaría herido y terminaría falleciendo en Poleñino en 1134. La muerte del rey Alfonso trae consigo un problema sucesorio. El rey había fallecido sin descendencia. El único candidato a portar la corona era su hermano Ramiro, pero al haber sido ordenado sacerdote no podía heredar el trono.
En el asedio de Bayona en 1131, Alfonso I redactaría uno de los testamentos más asombrosos de toda la Edad Media. Ya que no podía legar el reino a su hermano Ramiro, Alfonso dejó sus reinos a las tres órdenes militares más relevantes del momento, el Santo Sepulcro, los Hospitalarios y los Templarios. Estas órdenes tenían muchos territorios en oriente, pero en occidente no había ocurrido algo parecido. El testamento era tan disparatado y ridículo que los nobles de Aragón decidieron tomar las riendas de la situación, nombrando a su hermano Ramiro rey. Ramiro tenía 47 años, había vivido siempre en monasterios y no tenía motivación ni capacidad para gobernar el reino.
A finales de 1134, Alfonso VII de León acudió a Zaragoza, era hijo del primer matrimonio de Urraca, por tanto, hijastro de Alfonso I. Alfonso VII, como tantos otros reyes de Castilla, tenía muchos intereses en incorporar Aragón a su reino. Vino con varios nobles, entre ellos Ramón Berenguer IV, de su presencia quedan muchas reminiscencias en Zaragoza, como el escudo del león. La muerte de Alfonso I supuso la pérdida del reino de Pamplona, que se independiza con García Ramírez.
La estirpe de Ramiro II
La misión principal de cualquier monarca es tener descendencia para trasmitir el reino. Ramiro II buscó una esposa. Debía de ser viuda y noble. Una de las candidatas fue Inés de Poitou, viuda del conde Thouars. Inés era hija de Guillermo IX de Aquitania, que había luchado junto con Alfonso I en la batalla de Cutanda. Del matrimonio entre Inés y Ramiro II nacerá en 1136 Petronila. Un año después de su nacimiento se le preparó la boda con Ramón Berenguer IV. Esta unión matrimonial se convertiría en el acta fundacional de la Corona de Aragón, ya que al Reino de Aragón se le uniría el Condado de Barcelona.
La Corona de Aragón era un conjunto de entidades políticas, ya fueran reinos, condados, marquesados… Ramiro II era el titular de estos estados, pero cada territorio mantenía su independencia institucional. Con la unión de Petronila y Ramón se crea una nueva casa, la casa de Aragón, por lo que el patrimonio de la casa pasará a ser indivisible, debido a la institución pirenaica del matrimonio en casa.
De esta unión dinástica nacerán dos reyes no demasiado relevantes. Por un lado, Alfonso II; y por otro, Pedro II, que morirá en la batalla de Muret en 1213. A éste le sucederá Jaime I, que conquistará Valencia y Mallorca. Su reinado lo estudiaremos más en profundidad en el próximo artículo.
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