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La economía a través del tiempo (VI): los impuestos para los sumerios

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Es verdad que hablar de impuestos en tiempos tan remotos puede resultar un poco desconcertante. Sin embargo, la traducción de los textos sumerios que vamos a comentar utiliza este término. Recordemos que la idea de impuesto es bastante posterior. En concreto, los impuestos nacen cuando el Estado comienza a expandirse en sus funciones y a tener ciertos gastos recurrentes como el ejército moderno.

Estos costes provocaron la necesidad de establecer una serie de partidas regulares. Es decir, en vez de planear unos gastos y recolectar dinero para cubrirlos, se recaudaba y luego ya se veía lo que se hacía con ello. De ahí que cuando hablamos de impuestos, decimos que estos no tienen contrapartida. Antiguamente, los tributos sí la tenían: cuando se pagaban iban destinados para unas cosas concretas ya establecidas y conocidas.

Sin embargo, considero que el texto que vamos a utilizar es relevante porque nos ayudará a ver la imagen que los sumerios tenían de los tributos. No obstante, hay que tener en cuenta que el término que aparece en él puede ser matizable.

«El príncipe salvador»

Empecemos por el contexto. Justo antes del periodo sumerio de Ur III (entre los años 2065 a.C y 1995 a.C.), hubo una serie de tribus llamados gutis (procedentes de los montes Zagros) que invadieron el imperio sumerio-arcadio. Hacia el año 2065 a.C., el príncipe sumerio Ur-Nammu fue capaz de dirigir a las tropas con tanta eficacia que consiguió expulsar a los gutis de su territorio. Así se inició lo que se conoce como el tiempo de Ur III, una etapa fundada por la victoria sobre el conquistador extranjero.

Ur-Nammu fue llamado por su pueblo «el príncipe salvador». Las historias que nos han llegado lo describen como un buen gobernante y guerrero. Un líder que fue capaz de acabar con la anarquía generada por los gutis, impulsar la economía e iniciar construcciones como grandes canales. Las epopeyas que hemos conseguido recuperar lo ensalzan como un héroe y cuentan que gozó de gran fama, especialmente en la ciudad de Ur (Company, 2011):

….mató a Namchani, el gobernador de Lagash, y con la fuerza de Anu -el dios del cielo acadio, sucesor del sumerio An-, el soberano de su ciudad, acompañó con el bote Magan de Nanna al canal límite. Así se hizo famoso en -la ciudad-Estado de- Ur… (p. 116).

Supresión de los impuestos

Tras vencer a los enemigos, Ur-Nammu se dedicó a restaurar la paz. Paz que no sólo se había perdido por las batallas, sino que se mantuvo ausente durante todo el gobierno de los gutis. Los conquistadores extranjeros, según estas crónicas, habían provocado la anomía.

Por entonces Ur-Nammu, el poderoso, el rey de Sumer y Accad, bajo el poder de Nanna, el soberano de su ciudad, implantó el derecho en el país y exterminó con la fuerza de las armas la maldad y la violencia (p. 117).

Entre todas las medidas que tomó el nuevo rey se encuentra una bastante llamativa: la supresión de los impuestos. Ur-Nammu tomó la decisión de eliminar estos tributos, algo que fue celebrado por sus habitantes. Tanto es así que el relato que lo ensalza resalta este hecho como uno de los puntos fundamentales de sus reformas:

Suprimió los impuestos, quitó de en medio al “Gran Naviero” y a todos los que confiscaban bueyes, ovejas y onagros -asnos- en Sumer y Accad… (p.117).

Impuestos y sometimiento

Esto es una muestra de la relación que en la historia han tenido los impuestos con el sometimiento de los pueblos y la conquista. Este tipo de tributos estaban vinculados a la extracción de la riqueza de las personas que estaban bajo el control de extranjeros. La confiscación de los bienes vendría a ser algo similar.

El relato continúa detallando las medidas del héroe. En concreto, los sumerios narran la importancia que tuvo el establecimiento de puntos de referencia tanto en las medidas como en la forma de pago a través del dinero:

Reguló las siete unidades de medida y fijó la sila de bronce, la mina, el sekel de plata y de piedra… (p.117).

El texto finaliza con otras reformas de interés económico:

Aseguró las riberas del Tigris, las orillas del Éufrates… Cuidó de que el presuntuoso encontrase su maestro. La huérfana no se entregaba al rico ni la viuda al potentado; quien no poseía más que un “sekel” no era entregado a quien tenía toda una “mina”… (p. 117).

La dignidad

Sin intención de realizar una interpretación demasiado abstracta, puede deducirse de este último fragmento que los sumerios se congratulaban de haber conseguido rescatar la importancia de la dignidad humana. Es decir, el valor de la vida trasciende a la riqueza, cuestión que ahora nos resulta más familiar por la influencia de los principios cristianos.

Lo relevante del contenido de esta tablilla es, por tanto, tanto la visión que se tenía de los impuestos como la importancia que tenían las medidas económicas para que el gobernante fuese ensalzado. La economía, en su forma primitiva, era uno de los motivos por los que los sumerios alababan a su héroe, además de por sus destrezas guerreras que les llevaron a la liberación del sometimiento extranjero. Es decir, tras la extracción de riqueza provocada por los gutis, en forma de impuestos y confiscaciones, y la despreocupación de estos por el bienestar material del pueblo sumerio, Ur-Nammu logra, además de vencerlos y hacerse con el poder, restaurar la paz, la estabilidad y la prosperidad. De esta manera, el héroe se convierte en el mito fundacional del periodo de Ur III.

Bibliografía

Company Seva, D. (2011). Apuntes sobre los orígenes de nuestra civilización. Autopublicado.

Serie La economía a través del tiempo

(I) El estudio de la historia del pensamiento

(II) Individuo y colectivo, comunidad y sociedad

(III) El Estado y las formas de intervención

(IV) La primera disciplina fue la economía

(V) La educación y el trabajo para los sumerios

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