Cualquiera que se haya interesado por los aspectos económicos del dinero habrá leído en los libros de economía las tres funciones o características del dinero, a saber, medio de intercambio, reserva de valor y unidad de cuenta. Muchos autores, tanto seguidores de la Escuela Austríaca de Economía como de otras escuelas económicas, han dado extensas explicaciones sobre la adopción de estas características en un bien que se va monetizando, es decir, que se va convirtiendo en dinero. Sin embargo, desde mi punto de vista, la función de unidad de cuenta no suele ser analizada con la profundidad que lo son las otras dos. Se pasa a menudo de puntillas sobre esta como si fuese una característica trivial una vez un bien ya posee las otras dos. Mi intención con este artículo es plasmar por escrito una posible explicación de esta función principal del dinero.
Mi propuesta es: un bien adquiere la propiedad de unidad de cuenta cuando el precio de dicho bien consigo mismo es uno o lo más próximo a uno posible. ¿Cómo podría ser de otra forma? Déjenme explicarme. Tal y como Carl Menger explica en su genial libro “El Dinero”, los bienes no tienen un único precio si no dos, el precio de compra y el precio de venta, el bid y el ask. Además, también explica que la liquidez de un bien es tanto mayor cuanta menor diferencia haya entre estos dos precios. Cuando esta diferencia se hace mínima, un bien adquiere liquidez máxima. Así, cuando dicho bien tiene una amplia oferta y demanda, estos dos precios convergen y puede considerarse que este bien se está o se ha monetizado.
Los manuales clásicos de economía tratan los precios como una relación relativa entre los precios únicos de cada uno de los bienes sin profundizar en el hecho de que cada bien tiene dos precios en vez de uno. Por tanto, según la visión mainstream no tendría sentido comparar el precio de un bien consigo mismo ya que siempre será la unidad.
Resumiendo, un bien adquiere la función de unidad de cuenta cuando su precio de compra y su precio de venta son prácticamente el mismo. Esta función surge según este bien va adquiriendo liquidez en términos mengerianos. ¿Por qué esto es importante? Bien, en el caso de que vayamos a un mercado, si el vendedor de un puesto tuviese a la venta un producto con un precio de X unidades monetarias, si el precio de compra y de venta de las unidades monetarias no fuesen muy próximas, esa cifra “X” no nos serviría para hacer una conversión momentánea entre el precio de los bienes que demandamos y el precio de los bienes que nosotros ofrecemos. El precio sería diferente según la posición en la que nos encontramos, ya sea vendedor o comprador. La característica de unidad de cuenta, entendiendo la palabra “unidad” tanto como medio como valor unitario facilita enormemente el cálculo mental de la conversión de precios entre múltiples productos.
Es decir, la función de unidad de cuenta del dinero se produce por la convergencia entre el bid y el ask, o lo que es lo mismo, por tener un spread mínimo haciendo que, en los intercambios, nos sea irrelevante en qué posición del intercambio nos encontremos ya sea tanto comprador como vendedor.
2 Comentarios
Un bien económico cumple una función cuando satisface una necesidad desde la escasez. En este caso la de ser de uso común al cálculo económico. Tanto lo que se mide como aquello con lo que se mide, deben compartir una misma dimensión, la que debe ser mensurable. De aquí a afirmar que el valor económico es mensurable, por medio de la utilidad (dimensión del valor) y que la unidad de medida se refiere a la dimensión de la última unidad de un stock disponible de un bien económico (que define el límite de la escacez), nos aproxima a entender los fundamentos para determinar cuando y cómo el dinero puede cumplir la función de unidad de medida (o de cualquier bien que cumpla esta función). Como riqueza ningún bien económico es neutral, como unidad de medida aquel bien que cumple esta función es neutral al cálculo, en cuanto con su participación con lo que se mide no altera el valor de lo mensurado (lo que no implica que su valor no sea variable). Dado que para determinar el valor de las acciones económicas en relación a la riqueza que estas generan, intercambian, conservan o destruyen es necesario poder mensurar su valor antes de realizar la acción, es que es necesario contar con una unidad de medida de uso común para su cálculo. Es así como la función del dinero como unidad de medida es previa a los intercambios, por eso el orden causal como unidad de medida es anterior a la de ser un medio de cambio.
Este comentario huele a TESS a la legua 😉
Esta claro que si la necesidad (insatifecha) humana es lo que determina el valor, entonces el valor precede a toda la cadena causal de cualquier bien, y muy en especial los bienes cuya cantidad disponible prevemos que no es suficiente para satisfacer la necesidad. Proyectamos en los bienes escasos el valor que supone satisfacer una necesidad. Por tanto lo primero de todo es cuantificar el valor.
Y para cuantificar es imprescindible tener una referencia porque toda cuantificación es relativa. Creo que el concepto de «unidad de cuenta» o cuantificación no es solo previo en lo que respecta a la moneda, sino a cualquier acción económica en general. Solo después de cuantificar el valor podemos tomar un curso de acción u otro.