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La gran contradicción en ´La gran transformación´ de Karl Polanyi

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En el artículo anterior sobre Karl Polanyi, hemos demostrado el texto de La gran transformación es el testigo de un temor acallado. Las realidades del régimen estalinista le afectaron más profundamente de lo que expresó en su libro. Temiendo las consecuencias del ilimitado poder tiránico del Estado planificador centralizado, la principal preocupación de Polanyi pasa a ser cómo asegurar la libertad individual frente al poder preponderante del Estado. En relación con su nueva preocupación por el Estado represivo, Polanyi también replanteó su concepto sobre el papel de los mercados y su relación con la libertad humana en comparación con los capítulos anteriores.

Mercados, a favor y en contra

Polanyi hasta el último capítulo del libro, argumentaba que los mercados eran una institución sin alma, en la que el juego de la oferta y la demanda destruye las comunidades humanas y la estructura social. Así, siguiendo esta lógica, en el último capítulo en el que esboza su sociedad planificada compleja ideal, concede solo aparentemente un pequeño papel a los mercados haciendo incluso hincapié al papel de la fijación de precios para limitar el impacto de los mercados (pp.392-3).

Después de poner límites a los mercados, Polanyi afirma que “los mercados continúan asegurando de diferentes formas la libertad del consumidor, indicando cómo se desplaza la demanda, influyendo sobre los ingresos del productor y sirviendo de instrumento de contabilidad” (p.394). Esta afirmación es sorprendente porque contradice sustancialmente su posición anterior sobre el papel de los mercados en la vida humana.

De los productores y sus intereses, al consumidor y su libertad

La primera sorpresa es que Polanyi admite que los mercados garantizan la libertad del consumidor, lo que implica una nueva percepción. Hasta ahora se hacía creer a los lectores que los mercados aplastaban a los individuos. Esta vez, sin embargo, los mercados aparecen como garantes de la libertad del consumidor.  Es importante señalar que existe un asombroso parecido entre el concepto del “libertad del consumidor” y el concepto de “soberanía del consumidor” desarrollado por Mises (1940). El hecho de que Polanyi hable de consumidor también representa un cambio importante en comparación con su posición anterior, en la que sólo consideraba el interés de los productores.

A continuación, en la frase citada, Polanyi explica que los mercados son claves de la libertad del consumidor porque indican la evolución de la demanda. La exposición de esta relación causal es aún más sorprendente por parte de Polanyi porque ahora afirma que los mercados son vehículos de información que señalan a los productores los deseos de los consumidores.

La implicación de este nuevo planteamiento por parte de Polanyi es que la oferta y la demanda no son un mecanismo sin alma, como se había pintado antes, sino que existe una jerarquía, una conexión causal: es la demanda la que regula la oferta, y empuja a los productores a satisfacer la demanda de los consumidores. Aunque Polanyi no hace referencia, esta conexión causal es le clave de la teoría de valor subjetivo de Menger (1871). Esta afirmación también implica que el Estado planificador es ineficiente para calibrar la demanda de los consumidores.

Beneficio e interés del consumidor

La tercera parte de la frase al respecto de los ingresos de productores es aún más importante en evaluar la importancia del papel de los mercados in la vida humana. Polanyi afirma que la demanda de los consumidores en el mercado influye los ingresos de los productores. Hasta ahora, Polanyi consideraba que la producción movida por el lucro y este motivo es el principal mal de los mercados. Al contrario de su tesis anterior, ahora expone claramente que el beneficio de productores depende de la capacidad de los productores para satisfacer las necesidades de los consumidores.

Así pues, la fuerza motriz de los mercados es la demanda de los consumidores y la ganancia es la consecuencia del éxito en satisfacer esta demanda. Es importante señalar que esta concepción del beneficio fue desarrollada por Mises, aunque Polanyi no indicó su deuda intelectual. Había sido Mises (1940) quien teorizó que el mercado es un sistema de ganancias y pérdidas y que la clave de la ganancia es servir los deseos de los consumidores.

Karl Polanyi en el debate sobre el cálculo económico

La afirmación final y clave de Polanyi del concepto que se refiere a la libertad del consumidor es que los mercados son importantes porque sirven de instrumento de contabilidad. Esta afirmación también está relacionada con Mises (1920). Mises en el debate sobre el «cálculo» a principios de los años veinte, opinaba que era imposible calcular los precios y dar sentido a las pérdidas y ganancias sin mercado y sin propiedad privada de los bienes. Por esta razón, la economía socialista planificada de propiedad estatal conduce a la pobreza y al colapso de la sociedad, y no a la producción racional y a niveles de vida más altos.

El propio Polanyi (1922) también participó en el debate sobre el cálculo con el artículo La contabilidad socialista (Huerta de Soto, 2008). En el debate, Polanyi aceptó algunas de las críticas de Mises y, en lugar de continuar el debate, cambió su enfoque hacia nuevas áreas (Dale 2010, pp.81-2). En consecuencia, la descripción muy esquemática de la sociedad compleja planificada con varios mercados es, posiblemente, la consecuencia de este debate anterior en los años veinte en dos sentidos.

Por un lado, su percibida debacle en el debate influyó Polanyi para proporcionar solo un breve esbozo sobre algunos principios y no proporcionar un plan institucional detallado de la sociedad planificada en La gran transformación, a diferencia de lo que hizo en su artículo de 1922. Por otra parte, aparentemente, Polanyi aceptó algunos argumentos de Mises: la necesidad de tener en cuenta los deseos individuales de los consumidores y la importancia del funcionamiento del mercado para poder calcular los precios y obligar a los productores a buscar la satisfacción de los consumidores mediante la existencia de alguna forma de sistema de pérdidas y ganancias aplicada a través del mecanismo de mercado.

La gran… contradicción

Esta frase, que hemos analizado detallado, representa el giro de 180 grados comparado con la gran narrativa de Polanyi y es la raíz de la gran contradicción de La gran transformación. Polanyi había construido su gran narrativa sobre la idea de que los mercados son fuerzas sin alma que imponen la dinámica de la oferta y la demanda; ahora reivindica el papel crucial y beneficioso de los mercados con conexiones causales opuestos de su planteamiento anterior.

Estas afirmaciones sobre el impacto positivo de los mercados fueron confirmadas aún más fuertemente unas páginas más adelante en las que declara

El valor económico asegura la utilidad de los bienes producidos. Debe existir previamente a la decisión de producirlos. Es un sello fijado a la división de trabajo. La fuente de valor económico radica en las necesidades humanas y en la escasez. Y, ¿cómo se puede esperar que no prefiramos unas cosas a otras? Cualquier opinión, cualquier deseo, nos convertirá, pues, en participantes de la creación de poder y de la constitución del valor económico y no es concebible ninguna libertad para poder actuar de otro modo

Karl Polanyi, La gran transformación, p. 403.

Teoría del valor subjetivo de Menger

Polanyi, con esas palabras realizó un resumen de la teoría del valor subjetivo de Menger (1871) sin hacer ninguna referencia a él. Con esta afirmación, refuerza de nuevo el rol principal de los individuos y sus deseos en la vida económica. También, refuerza, al nivel teorético, su anterior postura que la valoración y los deseos de los individuos impulsan las decisiones de producción.

Polanyi reitera aún con más fuerza que no hay libertad posible sin garantizar la existencia de la valoración individual. Así, la consecuencia practica de esta posición teorética es, que los mercados son necesarios para asegurar la libertad del consumidor en la evaluación y para obligar a los productores a satisfacer los deseos de los consumidores, como ya explicó anteriormente (ibid., p.394). Esta declaración es la opuesta a la que había utilizado en su gran narrativa, ya que los mercados destrozan a los individuos.

Karl Polanyi, seguidor de Menger y Mises

Polanyi, en el último capítulo del libro, adopta la teoría del valor subjetivo de Menger y Mises, y expresa el papel clave de los mercados que garantizan la libertad individual de deseo para obligar a los productores a satisfacer los deseos de los consumidores. La teoría de Menger y Mises adoptada por Polanyi da un nuevo significado a la búsqueda de la ganancia: el capitalista puede obtener beneficios inventando, anticipando y satisfaciendo las necesidades de los consumidores, y el beneficio del capitalista depende de su capacidad para satisfacer las necesidades de los consumidores.

Desde esta perspectiva, el mercado no es un mecanismo impersonal y antihumano, sino, como decían Menger y Mises, la forma más eficaz conocida de satisfacer las necesidades y los deseos de los consumidores. Es, de hecho, una garantía de libertad, como teorizó Polanyi. Esta nueva conceptualización de los mercados, basada en las teorías de Menger y Mises, contrasta fuertemente con su argumentación en los anteriores capítulos del libro, en los que Polanyi sostenía que, en el capitalismo liberal, los mercados se rigen simple y únicamente por la búsqueda de la ganancia, y que el individuo es vulnerable a las fuerzas ciegas y desalmadas de la oferta y la demanda desencadenadas por los mercados desenfrenados.

Los seguidores de Polanyi no le leyeron con suficiente atención

Esta reconceptualización del papel del mercado también supone una ruptura con su postura de 1922. Por aquel entonces, Polanyi imaginaba negociaciones de precios entre organismos corporativos de asociaciones de productores y consumidores. En las ultima páginas de La gran transformación, Polanyi claramente opina que el rol de los mercados es garantizar la libertad individual, porque las valoraciones y decisiones de los consumidores individuales afectan a los productores mediante el sistema de beneficios y pérdidas. [1]

Cabe señalar que la nueva apreciación del papel de los mercados era tan velada, que hasta ahora no fue detectado por admiradores de Polanyi. Esta nueva posición del autor sobre la importancia de los mercados, y la libertad individual revelan la unilateralidad con la que ha tratado la era del capitalismo liberal en sus capítulos anteriores, y revelan que Polanyi en realidad ha fracasado dibujar una gran narrativa que ayudara a los lectores encontrar un camino que no los lleva a la servidumbre. En la próxima entrega analizamos este gran fracaso de Polanyi.

Bibliografía

Bockman, J., Fischer, A. and Woodruff, D. (2016) ‘“Socialist Accounting” by Karl Polanyi: with preface “Socialism and the embedded economy”’, Theory and Society, 45(5), pp. 385–427.

Dale, G. (2010) Karl Polanyi: the limits of the market. Cambridge: Malden, MA: Polity Press

Menger, C. (1871) Principles of Economics. New York: New York University Press

Mises, L. (1920) Economic Calculation in The Socialist Commonwealth. 1990th edn. Auburn (Alabama): Ludwig von Mises Institute.Mises, L. (1927) Liberalism. Auburn: Mises Institute.

Mises, L. (1940) Nationalökonomie: Theorie des Handelns und Wirtschaftens. Unveränd. Nachdr. d. 1. Aufl., Genf 1940. Flörsheim: buchausgabe.de Kastner.

Polanyi (1922) ‘“Socialist Accounting” in.: Bockman, J., Fischer, A. and Woodruff, D. (2016) ‘“Socialist Accounting” by Karl Polanyi: with preface “Socialism and the embedded economy”’, Theory and Society, 45(5), pp. 385–427.

Polanyi, K. (1944) La Gran Transformación Critica del liberalismo económico. 2007th edn. www.quipueditorial.com.ar: Quipu editorial.


[1] Esta diferencia entre el artículo de 1922 y el concepto expuesto en el último capítulo de La gran transformación no fue detectada por Bockman (2016).

Ver también

Karl Polanyi entre los posliberales. (James Rogers).

Serie sobre Karl Polanyi

¿Cuáles han sido las grandes transformaciones de la humanidad?

Cómo considerar el trabajo una categoría ficticia: Carl Menger sobre Karl Polanyi

Socialismo: el temor acallado de Karl Polanyi

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