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Una alternativa a la explicación cuantitativa del mecanismo de ajuste internacional del oro

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Quid non mortalia pectora coges, auri sacra fames Virgilio

El patrón oro es un sistema monetario en el que la unidad monetaria se define como una cantidad definida de oro. Durante un periodo de tiempo, la mayoría de las economías desarrolladas operaban bajo un patrón oro, y fijaban su moneda a una cantidad de oro. Los inicios del patrón oro mundial se retoman a 1717, cuando Isaac Newton, director de la Real Casa de la Moneda inglesa aquel entonces, define la ratio de conversión entre la libra y el oro y la plata de cierta manera que favorece el uso del oro sobre el de la plata.

Con esta acción se establece a todos los efectos un patrón oro en Inglaterra, que va desarrollándose y estableciéndose a lo largo del siglo XVIII, hasta que en 1797 Inglaterra entra en suspensión de pagos por las guerras napoleónicas mediante la Bank Restriction Act—se deja de convertir libras en oro—por lo que se suspende el patrón oro hasta 1821. Cuando Inglaterra retoma la convertibilidad, más países empiezan a adoptar un patrón oro, hasta que en 1870 una gran mayoría de países desarrollados y en desarrollo ya opera bajo este sistema. Aquí empieza lo que se le suele llamar el periodo del patrón oro clásico, que dura hasta 1914. La primera guerra mundial marca la muerte del patrón oro clásico. Los gobiernos se desvinculan del patrón oro para poder inflar su moneda y financiar la guerra. Algunos países hicieron amagos de volver al patrón oro, pero estos no fueron intentos sinceros porque no pretendían seguir las normas del patrón oro clásico. Por ejemplo, Churchill permitió la convertibilidad de libras en oro, pero solo para la compra de lingotes, por lo que solo aquellos que tuviesen tantas libras como para equivaler a un lingote podían hacerse con oro e impidiendo así el uso de monedas de oro, que solían circular durante el patrón oro clásico como medio de pago.

El hecho de que los países bajo un patrón oro no pudiesen devaluar su moneda a voluntad se debía a que mientras esta fuese convertible en oro, su valor dependía de las reservas de oro del país debido al mecanismo de ajuste internacional. Por tanto, el patrón oro funcionaba como un freno al gasto gubernamental desbocado—una de sus funciones más importantes. El mecanismo de ajuste internacional se tiende a explicar desde la teoría cuantitativa del dinero mediante el mecanismo de especie flujo-dinero, obviando la posible explicación, en mi opinión acertada, que podemos ofrecer desde el enfoque monetario de la balanza de pagos, o el Monetary Approach to the Balance of Payments (MABP). 

Para entender las diferencias, primero es necesario explicar qué es la teoría cuantitativa del dinero. Esta teoría defiende que la demanda monetaria es endógena y la oferta monetaria exógena. Existe cierta cantidad de dinero que viene dada por causas externas como la cantidad de oro producido, y toda cantidad de oro es óptima porque será la demanda la que se acople a esta en ausencia de intervención externa que altere esta demanda; es decir, en un libre mercado cualquier cantidad de dinero será óptima. Como decía Rothbard “cualquier oferta monetaria se utiliza siempre al máximo y, por lo tanto, no se puede conferir ninguna utilidad social aumentando la oferta de dinero.” Para Rothbard y otros cuantitativistas, en el mercado monetario libre se alcanzaba un equilibrio constante pues la demanda se acoplaba siempre a cualquier oferta. Los que atesoran dinero ostentan una demanda explícita de dinero en términos de saldos monetarios reales, es decir, la cantidad de dinero expresada en términos de una cesta de bienes. 

En nconsecuencia, en una situación sin imposiciones coactivas a las preferencias de los agentes, según los cuantitativistas no se producen desequilibrios monetarios sino que, dada la oferta nominal disponible de dinero en circulación, se alcanza el equilibrio monetario cuando esta oferta nominal de dinero al nivel de precios actual es coherente con los saldos monetarios reales deseados. Por tanto, las fluctuaciones del nivel de precios están causadas por las desviaciones entre el nivel deseado de saldos de tesorería y la cantidad real de dinero en circulación. La oferta, al ser exógena, varía por fenómenos como el descubrimiento de nuevo oro que generan un exceso de oferta monetaria y, por tanto, influyen en estas fluctuaciones del nivel de precios hasta que la demanda de dinero atesorado se ajuste espontáneamente.

Si el dinero en circulación excede los saldos de tesorería reales demandados, los agentes buscarán reducir estos aumentando su gasto, por lo que la velocidad aumentará hasta que el nivel de precios aumente lo suficiente como para que los saldos monetarios reales deseados sean coherentes con la oferta nominal de dinero existente al nivel de precios actual. Un exceso de oferta de dinero supone un aumento del nivel de precios y un exceso de demanda, un descenso. 

Por otro lado, tenemos la teoría clásica—según David Glasner—. Para esta, la oferta monetaria es endógena, sigue a la demanda de dinero, la cual es una demanda de saldos de tesorería nominales. Otros, la llaman la teoría cualitativa del dinero, porque se centra en la calidad de este y en su demanda como el activo que funciona el dinero y no la de sus sustitutos. Por eso, para la teoría clásica o cualitativa la oferta de billetes bancarios no influye en el nivel de precios. Cuando los bancos se exceden en la emisión de billetes, estos vuelven a los bancos para ser redimidos. Si aumenta la demanda de dinero de los agentes de una economía, por ejemplo, porque aumenta el nivel de renta medio y los individuos demandan mayores saldos de tesorería porque quieren que estos acompañen su aumento de productividad y por saciar necesidades de seguridad, los bancos estarán incentivados a emitir más billetes para saciar esta demanda. Puede haber una cantidad X de dinero en una economía, por ejemplo once onzas de oro, pero si estas onzas no son suficientes para permitir todos los intercambios que se quieren realizar y además proveer más liquidez demandada por motivos de seguridad a los individuos, los bancos emitirán dinero (es decir, la oferta endógena) para saciar esta demanda (exógena).

Bajo el patrón oro la moneda nacional se definía como tanta parte de una onza de oro. Para la teoría cuantitativa del dinero, los cambios en la oferta monetaria se traducen en cambios correspondientes en el nivel de precios para una determinada demanda monetaria; es decir, son los factores monetarios nacionales los que determinan los cambios en el nivel de precios. Para la teoría clásica es el mercado del oro el que determina el nivel de precios. Al ser internacional, la oferta y demanda de oro en el mercado determina el nivel de precios en cualquier país bajo un patrón oro. Por lo que para los teóricos cualitativistas los cambios en el nivel de precios se daban en todos los países bajo el patrón oro.

Mientras que la teoría cuantitativa explica el mecanismo de ajuste internacional empleando el mecanismo de especie flujo-dinero, los defensores de la teoría clásica abogan por el enfoque monetario de la balanza de pagos. La crítica al mecanismo de especie flujo-dinero se asienta en que un aumento de la oferta monetaria de un país no provoca un aumento de precios domésticos porque esto provocaría un incremento en la cantidad de billetes convertidos a oro. Es decir, un aumento de M, la oferta monetaria, provocaría un descenso de V, la velocidad del dinero o inversa de la demanda. Si se diera un aumento de la oferta del oro, se produciría un incremento del nivel de precios para todos los países del patrón oro, por lo que no habría cambios en los niveles de precios relativos y tampoco las fluctuaciones correspondientes en las exportaciones netas o en los flujos de oro.

Según el enfoque monetario de la balanza de pagos los mercados internacionales bajo un patrón oro están integrados y es mediante el arbitraje internacional como se garantiza que se mantenga la paridad del poder adquisitivo que los países del patrón oro compartan un nivel de precios mundial común y que los tipos de interés se determinen en los mercados internacionales. Otro de los elementos centrales de este enfoque es la importancia de la distribución natural del dinero para las reservas nacionales. Y con esto nos referimos a la distribución de oro que ocurre a través de los países según las autoridades monetarias, sean órganos centralizados como los bancos centrales o fuerzas descentralizadas competitivas como los bancos bajo una banca libre. Si la demanda monetaria crece más rápidamente que la oferta nacional, las reservas internacionales aumentarán y oro entrará en el país. Si la oferta monetaria crece más rápidamente que la demanda de dinero, las reservas internacionales se reducen y el oro sale del país. Por lo tanto, no era el cumplimiento de unas reglas del juego como postula el mecanismo de flujo dinero-especie el que determinaba el ajuste internacional del oro y los flujos de oro de las reservas nacionales, sino en parte las balanzas del sistema bancario según la preferencia de este por mantener oro en lugar de reservas de divisas y valores nacionales.

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