Y lo hace además en un sector que recibe fondos públicos de la Unión Europea y que ahora se ha subido al carro de los que quieren chupar del bote de las subvenciones que da el Gobierno español.
La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (Adese) se dedica a pedir subvenciones para mejorar todavía más las cuentas de las compañías de un sector que pasa por un momento realmente bueno. Sin embargo, una empresa del ramo ha encontrado una forma ingeniosa de buscar financiación que no implica meter la mano en la cuenta corriente de los ciudadanos. Mientras los de la patronal pretenden murciar a los contribuyentes con la complicidad del Ejecutivo, la murciana Newsoft se ha lanzado a vender a través de su web participaciones relativamente baratas que dan derecho a recibir una fracción de sus beneficios durante una década.
En una época como la actual, en la que todos tratan de conseguir que los Estados les den parte del dinero que le quitan a los ciudadanos, noticias así son muy positivas. En realidad no tiene nada de escandaloso que los de Adese pretendan lucrarse de un sistema basado en el expolio sistemático de los sufridos pagadores de impuestos. Tienen la misma legitimidad (en realidad, ninguna) para hacerlo, ellos o la industria del porno, que la banca o el sector cinematográfico. Ahora bien, que no deba provocar más escándalo que en otros casos no significa que posea legitimidad alguna.
Donde sí hay legitimidad es en la estrategia de la compañía murciana que no murcia. No pretende quedarse con el dinero que otros no le entreguen libremente. Quien decida dárselo lo hará por propia voluntad, asumiendo un riesgo pero con posibilidad de ganancias (algo que no existe en el caso de las subvenciones). Tan sólo por eso, por no querer quedarse con lo que no es suyo cuando la patronal del sector sí lo desea, merece destacarse. En tiempos de intervencionismo creciente, elegir el camino de la libertad es digno de mención.