Con la asesoría de individuos tan solventes como el inefableJames Hansen y el soporte de instituciones tan independientes como el IPCC de la ONU, los chicos de Lehman Brothers abrieron en canal una oca sagrada para escrutar en sus vísceras la situación del clima y del planeta a cien años vista.
Hace unos días Lehman Brothers, con veinticinco mil empleados y más de ciento cincuenta años de historia, se declaró en situación de quiebra. Ninguno de sus ejecutivos, los mismos que "saben" cómo va a ser el clima terrestre en el 2100, pudo sospechar que tan sólo un año después de evacuado el famoso informe su empresa se iría al garete con ellos en lugar preferente (este blog descubrió la curiosa coincidencia). Dedicados como estaban a calcular el derretimiento de los hielos árticos, no supieron ver que la empresa que les da de comer se estaba licuando a mucha mayor velocidad. Imaginen la situación: una de las mayores instituciones financieras del mundo en graves dificultades económicas y con el negocio yéndose a pique, mientras sus ejecutivos se rodean durante meses de botarates ecolojetas y se ponen a estudiar el clima del año 2100. No es extraño que hayan acabado así.
Y este informe de Lehman Brothers pasa por ser uno de los documentos más serios elaborados hasta el momento sobre las consecuencias económicas y financieras provocadas por el llamado cambio climático, así que ya podemos hacernos una idea de cuál es el nivel general de los documentos promovidos por la Iglesia de la Calentología.
Nadie sabe cómo va a ser el clima en el año 2100, aunque las proyecciones más optimistas (es decir, catastrofistas) de los calentólogos hablan de una variación porcentual de la temperatura bastante ridícula. Sin embargo hay problemas reales y acuciantes a los que ni siquiera sus víctimas potenciales prestan atención, sumidos en la vorágine histérica de lo "climáticamente correcto". Estoy seguro de que, en estos momentos, a los más de veinte mil empleados de Lehman Brothers que se han ido a la calle la temperatura media terrestre en el año 2100 se la trae al pairo. Igualito que a usted y a mí.