El lenguaje económico IX: Fiscalidad
El impuesto progresivo reduce el consumo de los más «ricos», pero reduce en mayor proporción la inversión en bienes de capital; y una menor tasa de capitalización implica salarios e ingresos reales más bajos.
El impuesto progresivo reduce el consumo de los más «ricos», pero reduce en mayor proporción la inversión en bienes de capital; y una menor tasa de capitalización implica salarios e ingresos reales más bajos.
El término «público» está asociado al de «interés general». Ambos gozan de tan buena fama que todo así calificado queda automáticamente revestido de un halo de superioridad ética y jurídica. Sin embargo, no existe idea que presente un historial más criminal que esta falsa supremacía de lo público sobre lo privado, de lo general sobre lo particular y del Estado sobre el individuo.
El político no arriesga su propio dinero, sino que «dispara con pólvora de rey». Elabora su presupuesto con criterios políticos (reelección) y, frecuentemente, procurando el ilegítimo enriquecimiento propio y de terceros (corrupción).
La sanidad, como ya vimos el mes pasado con la biología, es otro de los ámbitos favoritos de la retórica económica. Así, cuando creemos que la economía funciona según nuestra
En definitiva, no hay nada «salvaje» en el sistema capitalista. En el mercado no se libra una lucha a muerte por la supervivencia, sino la pacífica cooperación a través de la división del trabajo.
Eminentes economistas definen al mercado como un «mecanismo» a través del cual compradores y vendedores interactúan o que «los precios son la rueda que equilibra el mecanismo del mercado»
1. El lenguaje bélico Toda la literatura económica está contaminada por el lenguaje bélico, y digo «contaminada» porque el uso de tropos[1] lleva frecuentemente al error. Periodistas y políticos, en
El saber económico no puede, por más que lo intente, imitar el método de las ciencias experimentales; por tanto, utilizar un lenguaje matemático es un error epistemológico.
La expresión «depósito de valor» o «reserva de valor» es incorrecta por la sencilla razón de que el valor no se puede depositar, ni reservar, ni almacenar, ni ahorrar