En un vídeo, Juan Ramón Rallo ha respondido a mi última contribución al debate sobre la reforma bancaria de Milei y el coeficiente de caja del 100%. El vídeo trata principalmente de la cuestión de si la reserva fraccionaria necesariamente desencadena un ciclo económico austriaco, dado que la reserva fraccionaria permite a los bancos crear dinero nuevo (medios fiduciarios) y canalizarlo hacia el mercado de préstamos, bajando así los tipos de interés en términos relativos. Rallo argumenta en su vídeo que la expansión crediticia de los bancos con reserva fraccionaria no plantea problemas porque puede estar respaldada por ahorro e incluso es beneficiosa porque evita la deflación y un cambio en los precios relativos.
A continuación, me gustaría hacer algunos comentarios sobre su argumentación y su ejemplo.
Descontar letras reales
En primer lugar, no hay duda de que cuando un banco con reserva fraccionaria descuenta papel comercial (letras reales) crea dinero (sustitutos monetarios perfectos). Y aumenta la capacidad de compra del empresario receptor, al no tener que esperar los 30-60-90 días para cobrar. De esta manera libera ahorro que antes tenía comprometido para dar plazo de pago a sus clientes. Ahorro que dedicará a inversiones sin que previamente nadie haya decidido incrementar su ahorro, generándose un ciclo económico austriaco.
En segundo lugar, además este nuevo dinero se reintroduce en el sistema bancario con reserva fraccionaria. El empresario que descuenta sus letras recibe la capacidad de disposición sobre una cuenta. Cuando dispone de la misma puede pagar en efectivo a sus proveedores, vaciando la cuenta. Sus proveedores depositan ese efectivo en otros bancos que a su vez hacen lo mismo (mantienen una fracción y prestan el resto), y así sucesivamente. Otra forma de verlo es que el empresario no retira el efectivo y paga con medios fiduciarios que llega a otros bancos (o al mismo). Se multiplican estos al final en relación con la base monetaria. Es decir, los bancos con reserva fraccionaria reducen su coeficiente de caja concediendo nuevos préstamos sin ahorro previo.[1] De esta manera el descuento inicial llega en sucesivas iteraciones multiplicando los medios fiduciarios y los prestamos siempre sin respaldo de nuevo ahorro, agravando el ciclo.[2]
La importancia del carácter fungible del dinero
En tercer lugar, el dinero es fungible. Como se menciona en el punto anterior, una vez introducido el nuevo dinero en el sistema se puede dirigir a otros sitios. Lo importante, por ende, es menos la calidad del préstamo inicial (es decir, si es un descuento de una letra real o un préstamo inmobiliario) sino la cantidad de los préstamos y medios fiduciarios creados. Si los medios fiduciarios se introducen en el sistema a través de un descuento de papel comercial, las condiciones generales del mercado crediticio resultan más fáciles. Dado que la empresa ha recibido los medios fiduciarios, se liberan fondos.
Por ejemplo, ahora la empresa puede pagar en efectivo en lugar de a crédito, de modo que otro empresario dispone ahora de más recursos financieros. Las condiciones generales de crédito en el mercado se relajan. Es más fácil conseguir préstamos y financiación. Y las inversiones adicionales tenderán a realizarse allí donde se espera el mayor rendimiento, es decir, en inversiones a más largo plazo. El dinero una vez introducido en el sistema es como el agua y se abre camino a través de pequeñas grietas hacia las inversiones a más largo plazo.
En cuarto lugar, si un banco emite nuevos medios fiduciarios mediante el descuento de papel comercial, aliviando así la situación financiera de los empresarios que invierten el dinero, solo hay una forma de que las nuevas inversiones se mantengan. Y es que, cuando el nuevo dinero llegue a los propietarios de los factores de producción, estos no se lo gasten en bienes de consumo, sino que lo ahorren íntegramente hasta que se completen los nuevos proyectos de producción.
Sin embargo, esto implica un aumento relativo del ahorro y, por tanto, una disminución de la tasa de preferencia temporal. En cualquier caso, este descenso en la preferencia temporal habría permitido alargar la estructura de producción sin la necesidad de producir nuevos medios fiduciarios. Es decir, incluso en el caso poco realista y puramente teórico de que todos los medios fiduciarios creados se ahorren y, por tanto, los nuevos proyectos no representen una mala inversión, su creación era innecesaria.
El empresario, ¿ahorra su propio producto?
En quinto lugar, las empresas del ejemplo de Rallo no son bancos sino productores de trigo y cebada que emiten activos financieros. El negocio principal de los bancos hoy no es emitir papel comercial sino dinero, que es algo distinto. El problema es que los bancos de reserva fraccionaria emiten sustitutos monetarios perfectos en una cantidad superior a la que tienen en dinero propio. Es decir, los bancos emiten medios fiduciarios. Los agentes consideran estos sustitutos monetarios subjetivamente como dinero propio. Son solo una forma distinta de utilizar el dinero.
El dinero ni es un bien de consumo ni un bien de capital, sino que el dinero es sui generis. Es el medio de cambio generalmente aceptado. Hace posible el cálculo económico. Es la referencia. Por lo tanto, no hay diferencia de grado entre el dinero y los activos financieros como papel comercial, sino una diferencia de clase. Son radicalmente distintos.
En sexto lugar, Rallo rebate la acusación de que la expansión crediticia no está respaldada por el ahorro real con el argumento de que si se descuenta una letra real y la letra real está respaldada por bienes de consumo, entonces está respaldada por ahorro real. Porque el empresario podría consumir los bienes de consumo. Como no los consume, el empresario está ahorrando, según Rallo.
La primera cuestión que se plantea es cómo, en una economía de mercado basada en la división del trabajo, el empresario podría consumir su producción para mantenerse durante el proceso de producción. Imaginemos un fabricante de cepillos de dientes (para no hablar de un productor de pienso animal). No puede ni quiere consumir él mismo los miles de cepillos de dientes que produce. Los produce para venderlos en el futuro a cambio de dinero. Y aquí llegamos al punto crucial. El proceso productivo aún no ha concluido si los cepillos están en el almacén del empresario. Si no, habría que preguntarse por qué el empresario aún no ha vendido y cobrado los bienes de consumo supuestamente terminados. Pues, entonces, no necesitaría el descuento en absoluto.
Necesita el préstamo porque el proceso de producción aún no ha concluido. Solo se completa cuando los productos se transportan al consumidor y se pagan. Todavía hay que buscar y encontrar a los consumidores y convencerles de que paguen con una estrategia de venta adecuada. La comercialización es una parte importante del proceso productivo. Los cepillos de dientes en el almacén aún no cobrados no son ahorros reales, sino bienes intermedios que aún no han madurado del todo (faltan 30-60-90 días).
La deflación y el descalce de plazos
En séptimo lugar, la deflación que tanto miedo parece dar a Rallo es la deflación derivada de aumento de la productividad. Al menos en su ejemplo, solo habla de producción. Aunque Rallo se empeñe en hablar de aumento de la demanda de dinero, no aparece por ningún sitio en su ejemplo. El aumento de la demanda del dinero por un súbito aumento de la incertidumbre percibida no es tratado en su ejemplo, sino que todo gira entorno a la producción de mercancías que se intercambian por dinero.
En octavo lugar, el descalce de plazos no es la causa del ciclo económico en un mercado libre. Los empresarios intentan prever el futuro flujo del ahorro. Siempre unos ahorradores a corto plazo substituyen a otros ahorradores a corto plazo. De hecho, si la preferencia temporal social no cambia, el flujo bruto del ahorro se mantiene constante. De esta manera los empresarios pueden utilizar este flujo de ahorro para financiar inversiones a más largo plazo sustituyendo los ahorradores que les financian. Por tanto, el descalce no plantea problemas si hay un flujo previsible de ahorro y unos ahorradores van ocupando la posición de otros.
Anti-Rallo y Dinero, crédito bancario y ciclos económicos
En noveno lugar, el esquema de Rallo no compensa la deflación sino genera una inflación que se retroalimenta. Pues la doctrina de las letras reales conecta la masa monetaria a un valor nominal: el valor del mercado de los bienes de consumo, que obviamente no es independiente de la masa monetaria. Es decir, cuando se empieza a descontar letras creando medios fiduciarios, empieza subir el precio de los bienes de consumo. Y conforme sube el precio de los bienes de consumo, se puede descontar un volumen mayor creando aún más medios fiduciarios y así sucesivamente.
En décimo lugar, en la práctica Panamá es un minimercado financiero integrado en el de los EEUU y cuyas vicisitudes siempre ha seguido en términos generales.
En undécimo lugar, las crisis bancarias del siglo XIX tenían su origen en el descuento del papel comercial. Y no hubo banco central en los EEUU. Por esta razón, los banqueros estadounidenses (JP Morgan, Rockefeller, Kuhn, Loeb) presionaron para la introducción de un banco central.
Por último, hay que decir que para cualquier persona interesada en una crítica sistemática de la doctrina de las letras reales y un sistema bancario fraccionario basado en ellas, todos los argumentos se pueden encontrar en mi libro Anti-Rallo. También recomendaría un estudio a fondo del libro de Huerta de Soto, Dinero, crédito bancario y ciclos económicos, sobre todo del capítulo 8. El estudio de estas obras permite una comprensión global de las cuestiones y problemas de la reserva fraccionaria. Y, por tanto, también de la trascendencia inédita de la reforma del sistema financiero pretendida por Javier Milei introduciendo un coeficiente de caja del 100%.
Notas
[1] Este proceso está limitado por la capacidad máxima del sistema de expandir el crédito.
[2] Para este punto y el anterior véase también la conferencia de Jesús Huerta de Soto (2024) Lincoln y la Unión Europea (con una crítica de la denominada “Teoría de la liquidez»
Ver también
- El último discípulo de Menger: en memoria de Antal Fekete
- Contra Blumen y en defensa de Fekete
- Utilidad marginal y liquidez
- Un vacío legal en la banca de coeficiente de caja del 100%, letras reales y criptomonedas
- La doctrina de las letras reales en el siglo XXI
Debate sobre reserva fraccionaria y liberalismo
- Respuesta de Jesús Huerta de Soto a Juan Ramón Rallo sobre la banca Simons. (Jesús Huerta de Soto).
- Respuesta a Juan Ramón Rallo. (Philipp Bagus).
- Las cuentas corrientes no son depósitos de custodia. (Manuel Polavieja).
6 Comentarios
Interesante réplica. Por alguna razón no funciona el enlace a la conferencia del prof. Huerta de Soto.
Dejo el link para los que también la estén buscando: https://www.jesushuertadesoto.com/wp-content/uploads/2024/02/Cuaderno-33-JHS-WEB.pdf
A ver, Sr. Bagus, el problra del Sr. Rallo es que tiene el complejo de Colon que Rothbard le achacaba a Adam Smith; le pasa algo parecido a lo que Hazlit dijo de Keynes ; nada original, incluso las falacias en las que incurre que proceden de otros por muchos cambios semanticos que introduzca; lo del credito sobre letras reales, procede de la vieja escuela bancaria y de los Teoricos del credito cualitativo de principios del siglo XX, cuyos maximos exponentes fueron el profesor de Columbia H. Parker Willis y Benjamin Anderson, que ya fueron refutados por Rothbard; en cuanto a lo que Rallo llama falazmente mantener estable el valor del dinero (un truco semantico), no es ni mas ni menos que la vieja falacia de la estabilidad de precios que supuestamente mantiene la economia en equilibrio y a salvo de las crisis economicas; este fue el experimento que en la decada del año 1920, especialmente a partir del año 1923 llevo a cabo la Reserva Federal; de hecho en esa decada no hubo inflacion de precios en incluso se produjo una ligera deflacion de precios; lo que si hubo fue una Inflacion Monetaria a lo Rallo de caballo; hasta que detono la Gran depresion; seguramente se debio al descalce de plazos.
Por cierto he visto el video de Rallo donde le responde a Vd. y el ejemplo que pone del productor de trigo y del de cebada es francamente patetico; a no se me ocurre ningun motivo por el cual el productor de cebada querria comprar oro , en vez de comprarle directamente el trigo al productor.
Un cordial saludo
En la argumentación hay una contradicción. Defiendes que los medios fiduciarios son dinero en toda regla, pero al mismo tiempo que el coeficiente de caja se reduce con la emisión de nuevos MF.
Si el banco crease nuevas unidades monetarias en su tesorería (en su activo) contra equity, pues sería entendible el argumento e incluso la afirmación de que crean dinero de la nada, y yo estaría al 100% de acuerdo. Pero obviamente no es el caso, los bancos reconocen abiertamente en su contabilidad que los MF son pasivos que aumentan su deuda, no que sean tesorería (activo) que aumenta su patrimonio.
Además, los MF se destruyen cuando se amortizan. Si bien es cierto que son inflacionarios cuando se crean, también es cierto que son deflacionarios el resto de su existencia. Si no se crean más MF de los que se amortizan, la masa monetaria no aumenta. Si se crean menos de los que se amortizan, la masa monetaria decrece.
En definitiva, los MF (pasivos bancarios que acaban amortizándose) y el oro (bien presente que no se destruye y su cantidad casi siempre crece) son bienes de naturaleza muy distinta como para considerarlos totalmente fungibles (i.e. cualitativamente idénticos).
Sobre la falacia del descalce de plazos, conviene saber lo que dice Mises:
«»La actividad de los bancos como intermediacion crediticia se caracteriza por el prestamo de dinero de terceros, es decir del dinero prestado. Los
bancos toman dinero a prestamo para prestarlo; la diferencia entre el tipo de interes que pagan y el que reciben, menos los gastos de intermediacion,
constituye el beneficio de este tipo de transaccion. La actividad bancaria es la negociacion entre el que da un credito y el que lo recibe. Solamente
son banqueros aquellos que prestan el dinero de terceros; los que meramente prestan su propio capital son capitalistas, pero no banqueros.1 (Vease Baheot)
En todo caso, lo esencial es que la actividad de los bancos consistente en prestar el dinero de terceros hay que distinguirla claramente de todas las otras ramas de su actividad y considerarla separadamente.
Para la actividad de los bancos como intermediarios del credito la regla de oro es que debe establecerse una conexion organica entre las transacciones acreedoras y las transacciones deudoras. El credito que el banco concede debe corresponder cuantitativa y cualitativamente al credito que recibe. Para expresarlo de una manera mas precisa; ≪La fecha en que vencen las obligaciones del banco no debe preceder a la fecha en que las
obligaciones frente a el puedan hacerse efectivas.≫ 2 (vease Knies). Solamente asi puede evitarse el peligro de insolvencia. Es cierto que el riesgo permanece. La concesion imprudente de creditos puede acarrear consecuencias tan ruinosas para un banco como para cualquier otro comerciante. Esto se deduce de la estructura juridica de su negocio; no existe relacion juridica entre sus transacciones de activo y sus transacciones de pasivo, y su obligacion de devolver el dinero tomado a prestamo no esta afectada por el destino de sus inversiones; la obligacion continua incluso si las inversiones han acabado en perdidas irreparables. Pero es precisamente la existencia de este riesgo (yo diria incertidumbre) lo que hace provechoso para el banquero desempenar el papel de intermediario entre quien da un credito y quien lo recibe. De la aceptacion de este riesgo es de la que el banco deriva sus beneficios y sus perdidas. Esto es cuanto se precisa decir sobre esta rama del negocio bancario.
Pues por lo que afecta al dinero y a la teoria monetaria, incluso la funcion de los bancos como negociadores de credito solo tiene importancia
en la medida en que puede influir sobre la emision de medios fiduciarios, que es de lo que unicamente se tratara en el resto de este libro. (Mises Teoria del Dinero y el credito) «y añado yo» de los medios fiduciarios o medios de circulacion que seria la traduccion correcta del aleman segun tengo entendido; sino que me corrija el Sr. Bagus.
Con lo dicho por Mises ya deberia bastar, pero como Rallo es el maestro de las contradicciones, resulta que por un lado afirma que el descalce de plazos ( ahora tambien le llama la degradacion de la liquidez) es la causa de los ciclos economicos , mientras que al mismo tiempo afirma que la Banca con Reserva fraccionaria es beneficiosa ; el lo llama eufemisticamente endeudarse a la vista para prestar a plazos mas largos.
Ademas no cae en la cuenta de que precisamente si los Bancos solamente fuesen intermediarios financieros, el propio mercado los disciplinaria para casar los plazos y mantener su liquidez.; otra falacia en la que incurre es en la de la utilizacion del IPC para denostar la deflacion , porque segun el hay un cambio en los precios relativos, lo cual es completamente contradictorio con el uso de es falaz concepto, ya que por definicion el IPC implica que los precios relativos se mantienen y que bajan o suben en la misma proporcion, porque el dinero es neutro un simple numerario.
Interpretación por parte de Javier G. Milei de J.M. Keynes y su «La teoría general»
(o «Keynes, Friedman… y el triunfo austríaco»):
https://www.youtube.com/watch?v=rRkd8DOWBL0
O más breve, opinión de J. Milei, sobre J.M.Keynes
(en «Animales Sueltos», de A. Fantino 2016):
https://www.youtube.com/watch?v=ZAQYz5slW6k
El video anterior más largo era del VI Congreso «La Escuela Austriaca en el siglo XXI» (2016, Rosario Argentina, Universidad Católica Argentina de Rosario)