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El derecho a ofender es libertad de expresión

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Entre los que querían proscribir el autobús de Hazte Oír son legión los que defienden el espectáculo de Drag Queen Sethlas como ejercicio de la libertad de expresión.

Las últimas semanas se ha debatido en España sobre libertad de expresión como no se había hecho en mucho tiempo. Eso es en parte una buena noticia, puesto que en muchas ocasiones nos enfrentamos a recortes en esta materia sin que el asunto haga disparar ninguna alarma. Pero también tiene su parte negativa, puesto que en la discusión pública no han faltado numerosas voces que han defendido recortar este derecho por diversas razones.

Han sido tres los asuntos que han llevado esta cuestión a la palestra, y en todos los casos ha habido posturas muy encontradas en el debate. Uno de ellos ha sido el autobús de Hazte Oír con su lema «los niños tienen pene, las niñas tienen vulva, que no te engañen». Otro caso ha sido el de la performance ganadora de la gala de drag queens en Las Palmas, por su espectáculo que muchos cristianos practicantes han considerado ofensivo para su fe. Y el tercer gran tema ha sido la denuncia de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) sobre los insultos y el acoso a periodistas por parte de Podemos.

En el caso de Hazte Oír, las voces partidarias de impedir que circule su autobús aludían a que su mensaje es transfóbico e incita a la discriminación. El vehículo ha llegado a ser bautizado en algunos medios como el «autobús del odio».  Los contrarios a la campaña querían impedirla con el argumento de que la libertad de expresión no puede amparar el derecho a lo que consideran una denigración de los transexuales que, según ellos, atenta contra su identidad. Lo curioso es que los argumentos de quienes quieren que la Justicia actúe contra Drag Queen Sethlas por su espectáculo usando imágenes religiosas no son muy diferentes.

En este caso sostienen que la libertad de expresión no debe amparar una blasfemia que ofende a los creyentes cristianos, a su identidad como personas con fe religiosa. Si unos sostienen que los mensajes de Hazte Oír atentan contra la libertad sexual y de género, los otros defienden que el espectáculo en Las Palmas conculca la libertad religiosa. Sin embargo, ni una cosa ni otra son ciertas.

Que una organización como Hazte Oír sostenga que la identidad de género depende sólo de los genitales de cada persona no atenta contra la libertad de nadie. Lo haría si pretendiera sacar adelante una ley que impidiera las operaciones de reasignación de sexo o vivir, sin operarse, vistiendo e identificándose con un género diferente a aquel que marca «el pene» o «la vulva» que según la organización de Ignacio Arsuaga es lo único que importa. Igualmente, que un (o una) drag queen protagonice un espectáculo que muchos pueden considerar blasfemo tampoco atenta contra la libertad religiosa. Sí lo haría alguien que quisiera prohibir una confesión determinada o su práctica pública.

Recibir mensajes que no nos gustan no atenta contra nuestra libertad. Sí lo hacen, sin embargo, quienes quieren recortar el derecho a expresarse a aquellos que ofenden sus creencias o su modo de pensar y sentirse. La libertad de expresión está ineludiblemente unida a la ofensa, a poder molestar a terceros. Ampara incluso el mal gusto o la prédica de ideas absurdas. Lo grave en estos momentos es que esta posición parezca minoritaria en España, al menos entre la opinión publicada (si esta es un reflejo o no de la opinión pública en estos asuntos es algo que no podemos saber).

No falta además mucha hipocresía. Entre los que querían proscribir el autobús de Hazte Oír son legión los que defienden el espectáculo de Drag Queen Sethlas como ejercicio de la libertad de expresión, y al contrario. Los minoritarios son los que defienden ese derecho en ambos casos.

Lo de Podemos es materia aparte. Que una asociación, generalmente timorata en sus denuncias como la APM, se haya lanzado a protestar por las actuaciones del partido de Pablo Iglesias es de por sí un reflejo de la gravedad de la situación. Que esa formación es enemiga de la libertad de expresión es algo que algunos llevamos denunciando mucho tiempo. Y no faltan en las redacciones de casi todos los medios testigos de algunas malas prácticas por parte de los dirigentes de la organización morada. Pero aquí también hay quien ha tomado postura contra la libertad de expresión. Y lo más triste es que en muchos casos se trata de periodistas. Está claro que son más leales a la disciplina podemita que a un derecho que ampara el ejercicio de su profesión.

Como decíamos más arriba, es una buena noticia que se debata tanto sobre el derecho a expresarse, o a informar, libremente. Significa que saltan las alarmas ante los intentos de recortarlo. Pero es una triste realidad que haya tantas personas dispuestas a limitarlo con diferentes excusas.  O se defiende la libertad de expresión para aquellos que dicen lo que no nos gusta o no se la defiende en absoluto. Es la diferencia entre creer en ella o ser un hipócrita.

17 Comentarios

  1. Un grupete de estudiantes
    Un grupete de estudiantes neosatánicos de la universidad de un pueblito de Carolina del Sur ha decidido hacer una kedada para quemar biblias, sacrificar corderitos e invocar al Señor de las Moscas.

    https://heatst.com/culture-wars/student-satanists-announce-lamb-sacrifice-and-bible-burning-at-clemson-u/

    Si los seres humanos son animales, y nada más que animales según la sensibilidad científica posmoderna, y a los neosatánicos disfrutan sacrificando animales, entonces los liberales tendremos problemas cuando tengamos que defender el derecho a la «libertad de expresión» de los neosatánicos cuando quieran sacrificarnos. Performativer Widerspruch lo llaman a esto los racistas antisemitas.

    Por cierto, los neosatánicos tienen algo en común con casi todos los homosexuales, judíos, ateos, protestantes, católicos, ortodoxos, mahometanos, budistas, poetas, físicos, socialdemócratas, fascistas de izquierda y derecha, periodistas, artistas, y, en definitiva, con todos los que alguna vez han intentado vivir del cuento de este de la «identidad»: no defienden el libre mercado ni de coña. Esto debería hacernos reflexionar.

    No existe el derecho a ofender. Tampoco existe el derecho a que no te ofendan. Sencillamente, los humanos nos aburrimos y preferimos entretenernos produciendo ira y dolor en los demás en vez de entretenernos con acciones benéficas y pacíficas. Somos ángeles caídos, y en vez de tocar la lira tocamos los cojones.

    Hoy en día, solo tenemos derecho a elegir a quién odiamos.

    • Si no sabe distinguir entre
      Si no sabe distinguir entre el asesinato y la mera ofensa, no se incluya entre los liberales, por favor, por mucho que le guste a primera vista el libre mercado. Se engaña a sí mismo y a los demás.

      Le daré alguna pista para distinguir con facilidad entre violencia y ofensa: se puede violentar a quien no te hace ningún caso, pero es imposible ofenderle. Para ofender se hace indispensable la colaboración activa del afectado.

    • Su respuesta me parece que
      Su respuesta me parece que nada tiene que ver con lo que yo he escrito. Asesinar no es un ejercicio de libertad de expresión ni tiene punto alguno en común.

    • @Berdonio y @Chinchetru
      @Berdonio y @Chinchetru
      Vivimos en una época de gran confusión moral. Hay mucha gente, de todas las persuasiones filosóficas y políticas, que no tienen nada clara la verdad del no matarás, no robarás. También hay algunos liberales que piensan que hay excepciones al asesinato. Y los enredan en argumentos del tipo «esto es libertad de expresión» o «esto es un derecho humano», cuando en el fondo lo que pretenden los sofistas es justificar la agresión. No creo que estas defensas retóricas del tipo «el derecho a ofender es libertad de expresión» logren hacer otra cosa más que aumentar la confusión. Nunca hay que aceptar el lenguaje del enemigo. Vale ya de hacer el canelo. Derecho, lo que se dice derecho, solo tenemos derecho a exigir que no nos maten ni nos roben. Y, por cierto, defendemos batante malamente nuestros derechos habida cuenta de lo mucho que disfruta ese émulo del Marqués de Sade que tenemos en el Ministerio de Hacienda.

    • Pues a mí sus comentarios me
      Pues a mí sus comentarios me han parecido de lo más sensato que se puede leer por aquí últimamente. Y eso de que alguien le invite a quitarse la etiqueta de liberal ya es el colmo.

  2. Los tres casos son distintos
    Los tres casos son distintos el de Hazte Oir no pretende ofender a los tranxesuales no se mete con ellos se refiere a ese colectivo de 6 años mayoritario pero que no alcanza el 100% cuyos padres no están de acuerdo con la ley de la Comunidad de Madrid que obliga a hablarles de un tema que los padres y madres no quieren y se basan en informes de psicólogos y pediatrías que temen se les puede dañar y se daña la libertad de los padres de cultura occidental ya que los otros a sus hijas no lo permiten y están en su derecho.

    La imagen de la Virgen y de Cristo crucificado puede que para el inteligente articulista le traiga sin cuidado pero le aseguro que las personas mayores(por ejemplo mi madre) han sufrido una grave afrenta un disgusto de los muchos que en su vida han tenido que soportar. Los musulmanes de Las Palmas dicen que a ellos eso no se lo hacen por tanto no es lo mismo que lo del camión-
    Lo de Podemos no es nada sorprendente lo dicen siempre la prensa sujeta como en cualquier estado totalitario-

    • Sí, es verdad que HO no
      Sí, es verdad que HO no pretendía ofender a los transexuales, pero su autobús pudo causar un gran disgusto a alguien, incluso superior al de tu madre, que decidió no ignorarlo y sentirse amenazado si el mundo no es como le gusta. Qué poca sensibilidad tienes, hijo.

    • No sé si Hazte Oir pretendía
      No sé si Hazte Oir pretendía ofender o no, pero el caso es que algunos lo sienten como una ofensa. Sobre el espectáculo de Las Palmas, el (o la) drag queen dijo también que en ningún caso buscaba ofender a nadie, pero la realidad es que su espectáculo era ofensivo para muchos (no sé de dónde se saca usted que a mí me «traiga sin cuidado», por cierto). Lo que sí que tienen en común es que en ambos casos existe el derecho a ofender, sea o no el objetivo, como parte de la libertad de expresión por desagradable que pueda resultar para muchos.

    • ¿Dónde se recoge el derecho a
      ¿Dónde se recoge el derecho a ofender? No existe tal derecho. Y comparar una obviedad científica con la utilización perversa de unos símbolos reconocidos como de culto para millones de personas es un despropósito. Si concedemos que se puedan transgredir todos los límites entonces no tiene sentido hablar de liberalismo, libertarismo etcétera. Hablemos de pura anarquía y a otra cosa.

  3. SLAVA, puedo entender tu
    SLAVA, puedo entender tu descontento pero el tema de la libertad de expresión es que tiene su miga. A ver, si existe derecho a ofender digo yo que debe de existir alguna obligación. ¿Cuál es? parece que es la de «tragarse la ofensa».
    Es totalmente cierto que la intención cuenta también, pero no es necesaria para provocar una ofensa por ejemplo.
    Por mucho que yo no quiera ofender en una Iglesia por ejemplo, no creo que tenga mucho sentido que me ponga a cantar que Dios no existe allí.
    Creo que la libertad de expresión debe de tener algún límite ético, no sé si en nombre de la felicidad, de la paz, de la tranquilidad, del «llevarse bien»…

    Y esto se puede decir incluso simpatizando con lo de Hazte Oír.

    ¿O no debe de existir ningún límite?

    Quizás esto es sólo un comentario ignorante, no os lo toméis a mal pues.

  4. Derecho a ofender no es
    Derecho a ofender no es libertad de expresión es simplemente maldad sobre todo si se entiende como derecho a decir solo lo políticamente correcto(el articulista ha querido ser neutral es mi libertad de expresión) y si no formas partes de los ideales admitidos si eres simplemente gente normal y corriente de un colectivo estadístico del 98/99 % podemos observar el resultado.
    Un Director de Colegio consulta a los padres sobre no cumplir la ley de ideología de genero en sus aulas,es libertad de expresión supongo y no se mete con nadie pues bien recibe una multa de 1.000 euros y todavía le queda la aplicación de la ley,incluso la cárcel ( Alcorcón,Madrid) –
    El País Vasco y Navarra han aparecido lleno de carteles en sus marquesinas y paradas de Bus «Hay niños con pene y niñas con vulva» no se les ha llamado ni los anuncios del odio ni se ha enterado la gente ni entrevistas ni nada,claro es libertad de expresión.
    El bus de Madrid dice los niños tienen pene y las niñas vulva ,es el autobús del odio .
    Si saliera otro bus con anuncios de este tipo «tengo siete años y me siento una ardilla» «tengo ocho años y me siento un unicornio».
    No se me ocurre meterme con Mahoma pero si puedo hacerlo con los cristianos ya que es simplemente libertad de expresión. Lo de Las Palmas claro es libertad de expresión.

    • Pues vale, sigue en sus trece
      Pues vale, sigue en sus trece, refractario a la lógica y queriendo aplicar infantilmente a los demás esa la ley del embudo que tanto te molesta cuando la sufres.

      Apoyo a HO en su causa contra el adoctrinamiento y me escandaliza el atropello brutal que ha sufrido en esta farsa de estado de derecho que padecemos, pero si tu manera de pensar representa –que me resisto a creerlo- la idea que esa organización tiene sobre la libertad de expresión, entonces no tendrían ningún derecho moral a quejarse, pues se les habría aplicado su propia medicina.

      Que unos gays se burlen en su casa de Cristo y la Virgen pero no se atrevan con el Islam demuestra que son cobardes y hasta malvados, pero están en su perfecto derecho de desacreditarse y envilecerse; como lo estamos los demás de mofarnos de ellos. Lo intolerable es que puedan reírse de nosotros pero no al revés, no la libertad de expresión.

      Lo intolerable es la doble vara de medir, el adoctrinamiento totalitario y la violación de la libertad de expresión, máxime cuando además resulta descaradamente selectiva.

      Si la expresión ajena te molesta, ignórala o exige tu derecho a que no te la impongan, y para bien o para mal tu vida no se verá afectada en lo más mínimo o al menos no perderás lo que te pertenece. Pero esa expresión tal vez les interese a otros y ni tú ni nadie sois quien para silenciarla.

      Un mundo en silencio sólo puede interesar a quien carece de buenas ideas

  5. No sé en qué momento
    No sé en qué momento empezamos con esta locura de legislar sobre los sentimientos humanos. Si no pueden meter el «odio» en el código penal, entonces lo califican de «enfermedad mental», y fuerzan un «tratamiento». Recordemos que la psiquiatría es el único campo de la medicina en el se acepta incondicionalmente la imposición forzosa del tratamiento. Ya es bastante malo legislar sobre la moral, sobre el comportamiento humano en general o en particular. Pero es que este concepto del «delito de odio» es una aberración. Tan irracional es condenar a un neonazi por burlarse de los judíos como permitir que los comunistas se presenten a las elecciones. Si los demócratas hubieran aprendido algo de Popper no permitirían la existencia de partidos antidemocráticos, y de la misma forma que si la gente tuviera un adarme de sensatez no permitiría locuras como un planificación central de la educación, que prácticamente nadie cuestiona. La gente se queja del adoctrinamiento que los políticos hacen sobre los niños en los colegios, pero ninguno de estos quejicas se atreve a exigir libertad educativa. Si hay algún sentimiento que debería ser delito, ése es sin duda la cobardía al defender la vida de los hijos, y la moral es una parte fundamental de la vida, más importante que las manos, los ojos y las piernas. Qué cobardes y pazguatos estos demócratas que comulgan con ruedas de molino. El «autobús del odio» lo llaman los sociatas y en lugar de dicr «pues sí, odio y asco que nos dais cuando pretendéis llenar de hormonas a una niña que quiere ser Cristiano Ronaldo de mayor; Y vale ya de abusar de nuestros hijos y de robarnos, cabronazos!» salimos todos como gilipollas diciendo «oh, ah, la libertad de expresión, uy, uy, oh, mis derechos humanos, ah, cómo me escuece que los tiranos me insulten.» Somos todos Maricomplejines y merecemos que nos gaseen con ZyklonB por tontos del haba y cobardes. Seguro que a los gusanos fascistas de Podemos tienen ya los planos para construir las cámaras de gas. Y nosotros suplicando como sabandijas que nos rebajen un poquito el impuesto a la muerte. Qué imbéciles somos y cómo nos engañamos a nosotros mismos usando las tretas con las que nos envenenan. El Instituto Juan de Mariana vuelve a caer en la trampa y con esta ya van treinta mil ocasiones perdidas para hablar claramente y abandonar los complejos de inferioridad. Qué asco damos.

  6. Berdonio ,
    Berdonio ,
    Un ejemplo dejara definitivamente clara mi postura.
    Nuestros derechos terminan donde comienzan los derechos de los otros. Supongamos que un Colegio de la Comunidad de Madrid recibe a un menor con 7 años procedente de un país africano donde se habla un idioma minoritario el walia y el niño se encuentra discriminado no entiende nada su alimentación es en forma exclusiva hortalizas crudas. La Comunidad de Madrid,la de mayor renta de España decide que todos los niños deben recibir clases de walia y ser introducido en el consumo de hortalizas. El director del centro escribe una carta a los padres pidiendo su parecer,enterada la Comunidad de Madrid le pone una multa de 1000 euros y amenaza con expulsarlo como profesor y aplicarle una norma si reincide de acusarlo de discriminación por razones de lengua y hortalizas,la cárcel es de uno a tres años y advierte a los padres de la apertura de un expediente con la perdida del concierto educativo si ponen en practica sus aberraciones.(es algo real de un colegio concertado de Alcorcón,Madrid referido a la enseñanza a los niños de primario de temas sexuales de ideología de genero). Las televisiones también nos hablan de otro niño surgido en un municipio de Orense que habla el waili y se alimenta de hortalizas con una madre llorosa etc. Surge un Bus y dice que no te engañen aprende ingles es lo que necesitas,etc

  7. No. No existe tal derecho a
    No. No existe tal derecho a ofender, ni exponer una verdad biológica amparada en conocimientos empíricos puede ser constitutivo de ofensa. No exista tampoco la posibilidad real de cambiarse de sexo: un hombre por mucho que se corte el pene y mediante cirugía se implante pechos de mujer y vagina no será una mujer, no tendrá mestruaciones, no podrá quedar embarazado. Será, en fin, un hombre travestido. Otra cosa es que no se le permita hacerlo, que sería un error. Pero las verdades por delante. En el tema de la utilización de símbolos sagrados para al menos una buena parte de la población, tolerancia cero. El derecho a la propiedad privada debe amparar a los símbolos religiosos, que pertenecen a cada culto. Resulta paradójico que la tipografía y logotipo de una empresa privada no pueda usarse sin permiso, y aquí todo quisque pueda usar elementos pertenecientes a lo más sagrado para muchas personas para ridiculizarlas. Esto no es una cuestión de ser reaccionario o retrógrada. Hablamos de establecer las lindes necesarias para dejar bien claro que no todo el monte es orégano.

    • La ética de la libertad
      La ética de la libertad postula que existe el derecho a expresar cualquier idea, o realizar la actividad pacífica que sea, con independencia de que alguien pueda sentirse ofendido o no. En este sentido, existe el derecho a ofender.

      Resulta notorio que una verdad biológica, o científica en general, amparada en conocimientos empíricos puede ofender a muchos. Por ejemplo, la Iglesia se sintió muy ofendida por la ciencia de Galileo. Intente explicarnos por qué expresar ciertas ideas que usted tolera no constituye ofensa, por muchísimo que puedan molestar a otros, pero los símbolos religiosos son intocables. Díganos por qué narices, por ejemplo, no puedo tirar mi ejemplar del Corán al váter.

      Lo cual ni mucho menos significa que se pueda transgredir cualquier límite. El liberalismo propugna que existe un límite –y sólo uno- del todo infranqueable: no se puede iniciar violencia. La violencia, al revés que la ofensa, resulta perfectamente objetivable. Imposible ser liberal sin entender esto.

      Penalizar por quemar o utilizar sin permiso, mientras no implique estafa, un logotipo comercial es antiliberal. Los liberales debemos abogar por eliminar las restricciones a la libertad, no por extenderlas.

      Quienes piensan como usted aceptan la libertad a beneficio de inventario, cuando en el fondo sólo creen en una guerra que no saben pelear.

    • ¿Qué le parece a usted que
      ¿Qué le parece a usted que muchos de los que acusan a HO de ofender e incitar al odio con su última
      campaña (contra las leyes del adoctrinamiento sexual en los colegios y por la libertad educativa y de expresión, según la asociación) agredan a su autobús y a sus responsables con evidentes actos de violencia
      que rezuman verdadero odio (Barcelona, Pamplona, Sevilla,…)? ¿Es eso libertad de expresión? El hecho
      de que ningún partido político con representación parlamentaria denuncie y condene públicamente estos
      hechos ¿no es sintomático de que se está perfilando una nueva dictadura ideológica?


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