Vox nunca ha sido un partido liberal. Y, por ello -entre muchas otras cosas- nunca he sido cercano a ellos. Incluso he mostrado en público mi rechazo hacia dicha formación. Todo ello no quita que, aunque Vox jamás haya sido liberal, no tuviera integrantes liberales o liberal-conservadores, si aceptamos pulpo como animal de compañía. Uno de dichos integrantes y que, hasta el día de ayer, era una de las caras más visibles de Vox es Iván Espinosa de los Monteros. En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, el que había sido portavoz de Vox en la cámara baja durante la pasada legislatura, dimitió de todos sus cargos en el partido. Y se negó a recoger su acta de diputado, alegando que regresaría a trabajar al sector privado.
Tal y como multitud de medios publicaron a primera hora de la mañana y varios de sus compañeros de partido ratificaron después, su marcha de la formación verde se produce tras los malos resultados de la formación el 23-J. Y tras serias discrepancias con la dirección del partido en materia ideológica y programática. Estas rencillas, a pesar de haber salido a la luz ahora, posiblemente llevaran tiempo presentes. Se podía intuir por un tuit de Ortega Smith en el que afirmaba que algunos en Vox nunca supieron valorar el trabajo de Espinosa de los Monteros.
Despeñándose por el nacionalismo
Si acudimos exclusivamente a los hechos, la situación es muy clara. Desde la llegada de Buxadé a la dirección nacional de Vox, el partido ha ido purgando paulatinamente cualquier atisbo de liberalismo económico de sus programas y discursos. Y ha eliminado a todos aquellos miembros del partido cercanos a las ideas del liberalismo económico.
Esto último lo pudimos comprobar cuando Buxadé vetó de las listas electorales a Rubén Manso y Sánchez del Real. Sin ir más lejos, Rubén Manso es doctor en economía, profesor de Economía financiera y técnico del Banco de España. También es el artífice del programa económico de Vox de 2019 (que no se parece en nada al de 2023 tras el viraje falangista de la formación). Por ello, con la salida del partido de Iván Espinosa de los Monteros, simplemente se consolida el programa y visión política profundamente nacionalista, proteccionista y, por ende, intervencionista. Es el que Vox venía pregonando desde hace ya más de un año.
Que nadie les engañe: en Vox ya no queda ni un atisbo de liberalismo económico. Tras la presentación de la “Agenda España” como marco de acción política del partido, pasaron a convertirse en un movimiento nacional-populista más. Un partido al estilo de Orbán en Hungría o Le Pen en Francia. Pero, para evitar ser acusados de simplistas, vayamos a lo fáctico. ¿Qué propone Vox en materia económica que pueda haber sido una de las principales causas para la marcha de Iván Espinosa de los Monteros?
Proteccionismo y pobreza
En primer lugar, cabe resaltar las fuertes posturas proteccionistas de Vox en materia comercial y de flujos internacionales de capital. En la Agenda España se menciona en múltiples ocasiones, por ejemplo, la necesidad de reducir la importación de productos extracomunitarios, como las hortalizas marroquíes. El objetivo es fomentar el consumo de productos internos, cuyo precio, según Vox, debe ser estipulado en un nivel de “precio justo”.
Para ello, Vox habla de una supuesta competencia desleal que en realidad no es tal. Y pide salirse de todos los tratados de libre comercio firmados por la UE que supuestamente conlleven a dicha competencia desleal. Tal y como hemos comentado en multitud de ocasiones en esta columna, dichas políticas solo conllevarían a un escenario de retaliación comercial. Veríamos un incremento notable del nivel de precios interno y una disminución de las posibilidades de consumo de los ciudadanos españoles.
Debido al peso de las exportaciones sobre el PIB español, España depende enormemente de lo que exporta. Una política proteccionista que conllevara a políticas de retaliación por parte de terceros países (Marruecos es uno de nuestros principales socios comerciales, por ejemplo) haría un enorme daño a la economía española.
Extremos, y juntos
Además de esto, Vox lleva ya un par de años pidiendo restricciones a la inversión extranjera en España. Por ejemplo, votaron en contra de los beneficios fiscales para extranjeros que fueran a vivir a la Comunidad de Madrid o invirtieran en ella. Alegaban que el Estado debe preservar las industrias nacionales… aunque estas sean gravemente deficitarias. Vox, en resumen, pretende atentar contra el libre comercio y la libre circulación de capital entre distintos países. Sigue la línea de algunos de sus amigos europeos como Marine Le Pen.
Llama la atención que en multitud de votaciones en materia relacionada con el comercio o la regulación de flujos de capital internacional, tanto en España como en Europa, Vox ha votado junto a la izquierda en repetidas ocasiones, situando al extranjero como chivo expiatorio de los problemas económicos de España.
Vox, Espinosa de los Monteros y el liberalismo
Un brillante ejemplo de ello fue la ya mencionada votación sobre la deducción del IRPF para contribuyentes que no hayan vivido en España en los últimos cinco años y se mudaran a vivir a la CAM, votando y argumentando Vox junto a Más Madrid y al PSOE y consecuentemente tumbando la propuesta de Ayuso. Una buena noticia de estas acciones es que el proteccionismo de Vox ya no podrá influir en la Comunidad de Madrid, ya que los votantes madrileños se cansaron de ello y decidieron quitarle 3 escaños a Vox (haciéndoles irrelevantes) y otorgar una amplia mayoría absoluta al liberalismo de Isabel Díaz Ayuso.
Si esto solo son algunos ejemplos de lo que Vox ha mostrado de cara al público en materia de política económica desde que Buxadé tomó de manera encubierta el control del partido, imaginen como pueden haber sido las disputas internas entre liberales y falangistas en Vox. Finalmente, con la dimisión forzada de Iván Espinosa de los Monteros, se consolida la victoria del falangismo en Vox, con la consecuente aniquilación del liberalismo que desde hace algún tiempo ya era irrelevante en dicha formación. Crónica de un viraje anunciado.
Ver también
En defensa de Espinosa de los Monteros. (Fernando Parrilla).
El fenómeno ideológico de Vox. (María Blanco).
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!