Es la primera vez que tratamos a los egipcios. En este caso, trataremos las Enseñanzas de Djedjefhor o Hordjedjef, príncipe hijo del famoso Keops que vivió en la IV dinastía, alrededor del 2500 a.C. El texto presenta directrices de un padre a su hijo, guiándose sobre cómo desenvolverse en la vida para alcanzar el éxito en la sociedad. Solo se tienen registros de algunos fragmentos del inicio del texto, preservados en ostracas del Imperio Nuevo y en una tablilla de madera del Periodo Tardío (Sánchez, 2020, 9).
En una sociedad caracterizada por la escasez de oportunidades educativas, la habilidad de lectura y escritura adquiere una dimensión casi mágica. En este contexto, cada palabra plasmada sobre el papel era investida de un poder inherente, confiriendo prestigio y reconocimiento a aquellos individuos versados en las artes literarias (Pinch, 1995).
Corrígete tú mismo
Por tanto, podemos considerar que los consejos que el padre transmite al hijo mediante las instrucciones pueden abstraerse como enseñanzas comunes y respetadas dentro del pensamiento común de la época. Entre ellas, destaca especialmente lo que reflejan las primeras secciones (Sánchez, 2020).
El comienzo de las enseñanzas que el noble, principal e hijo del rey Hordjedjef ha creado para su hijo, a quien cría, cuyo nombre es Autibra. Dice: «Corrígete tú mismo y evita que otro te corrija. Si fueres alguien importante, deberás fundar una casa. Escoge para ti una esposa en una señora de corazón quien te dará a luz un hijo varón. Deberías construir una casa de tu propiedad para (ese) hijo después de haberte edificado un lugar en donde estar. Que sea espléndida tu casa de la necrópolis y sea digno tu lugar del occidente. Acepta que la muerte nos humilla y acepta que los vivos nos ensalzan. La casa de la muerte es para la vida». (pp. 9-10).
La virtud de producir
Como vemos, el texto comienza con una introducción que comienza en lo básico: formar una familia. El inicio de los consejos paternales comienza por la base: la generación de un contexto que sea digno de proteger y mejorar, un hogar. Tras ello, los consejos se dirigen hacia la necesidad de producir y conseguir recursos.
Búscate una parcela de tierras cultivables en la zona inundada por escrito, para arar, para capturar aves y peces y cazar, no vaya a ocurrir que se produzca un año de penuria, pues (solamente un hombre) ha comido si (antes) produce por medio de sus manos (p. 10).
Preferencia temporal
En esta parte vemos algo que llama la atención. La enseñanza hace hincapié en la necesidad de ahorrar. Es decir, nos habla de la dimensión temporal, o preferencia temporal, algo que autores más modernos han tratado en sus obras. Vamos a pararnos en esta cuestión rescatando un análisis de Ludwig von Mises (2011) sobre la generación de capital:
La expresión utilizada por Böhn-Bawerk al hablar de “acumulación de medios de subsistencia válidos para una subsistencia ulterior” puede fácilmente inducir a error. Estos stocks, entre otros cometidos, tienen el de satisfacer nuestras más elementales necesidades vitales y así permitirnos sobrevivir. Pero es que, fuera de eso, deben ser lo suficientemente amplios como para atender, durante el periodo de espera, todos aquellos otros deseos y apetitos considerados más importantes que los más abundantes frutos materiales producidos por los procesos que exigen una mayor inversión temporal. Aseguraba Böhm-Bawerk que sólo es posible una ampliación del periodo de producción si “se dispone de bienes actuales en cantidad suficiente para salvar ese ampliado periodo comprendido entre la iniciación del trabajo y la recolección de su fruto.” (p. 580).
Ahorro no capitalista
La importancia de este texto reside en la diferenciación que existe en el proceso común de ahorro y en el del tipo de ahorro que Mises y otros autores llaman capitalista. Böhm-Bawerk explica que, para generar capital, es necesario que se consigan cubrir las necesidades durante el tiempo en el que se mejora el proceso productivo. Si la acumulación sólo tiene como objeto servir de salvaguarda, estaría enormemente lejos de considerarse ahorro capitalista. El texto de las enseñanzas de Hordjedjef nos habla de un acopio para cubrir las necesidades en caso de una etapa de penuria. Por tanto, vemos una intuición primitiva en este sentido que no alcanza a convertirse en aspiraciones de desarrollo tecnológico.
Otra parte del fragmento anterior resulta interesante. En el final, el padre recuerda a su hijo que para comer hay que conseguir el alimento trabajando, siendo esta la única manera de hacerlo. Las palabras que utiliza recuerdan a las mismas que usa San Pablo en la Biblia:
En aquella ocasión les impusimos esta regla: el que no quiera trabajar, que no coma. Ahora, sin embargo, nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no haciendo nada y entrometiéndose en todo. A estos les mandamos y los exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajen en paz para ganarse su pan (2 Tesalonicenses (3, 10-12)).
Meritocracia
Por último, vamos a recuperar el texto de Sánchez (2020) para tratar el tema de la meritocracia en las enseñanzas egipcias:
Recuerda del mismo modo aquello que se debe decir: “Mira, no existe ninguna herencia que se recuerde por la eternidad”, (…) de acuerdo a tus posesiones que deben ser(te) dadas en recompensa a tus méritos (p. 11).
En línea con lo anterior, las instrucciones promueven un sentido de distribución de la riqueza cercano a lo que en la Iglesia Católica se conoce como justicia distributiva (Catecismo, 2411). Así, las propiedades que uno tiene deben de ajustarse a la aportación que el individuo otorga a la sociedad, es decir, es una forma que el conjunto tiene de recompensar a la parte por su función. En los tiempos actuales, se suele emplear el término “meritocracia” para referirse a este concepto.
Bibliografía
Sánchez, A. (2020) La literatura sapiencial egipcia. (Vol. I). https://egiptologia.com/wp-content/uploads/2020/10/Literatura-sapiencial-Ensen%CC%83anzas-Ptahhotep.pdf
Pinch, G. (1995). Magic in Ancient Egypt. Ed. University of Texas Press.
Mises, L. (2011). La acción humana. Unión Editorial.
El libro del pueblo de Dios. (1990). Conferencia Episcopal Argentina. https://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM
Iglesia Católica. (1993) Catecismo de la Iglesia Católica. https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
Serie La economía a través del tiempo
(I) El estudio de la historia del pensamiento
(II) Individuo y colectivo, comunidad y sociedad
(III) El Estado y las formas de intervención
(IV) La primera disciplina fue la economía
(V) La educación y el trabajo para los sumerios
(VI) Los impuestos para los sumerios
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