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Marx y el dinero (y III)

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La teoría general monetaria de Marx se completa con la tercera función que este le da al dinero. Anteriormente me he referido a esta como la función de atesoramiento del dinero, pero sería más correcto referirse a esta como la función de dinero como dinero: dinero que vuelve a actuar en su naturaleza de mercancía. Este uso del dinero se da no solo en el atesoramiento, sino también en la instrumentalización del dinero como medio de pago y como dinero mundial. Veremos estas tres implicaciones de la función del dinero como dinero por partes.

En primer lugar, los individuos atesoran dinero por los servicios de liquidez que este les genera. Al ser el dinero el activo real más líquido de una economía, los agentes eligen atesorar este entre el resto de las mercancías. Por lo tanto, según Marx, para que la mercancía que actúa como dinero sea atesorada, esta primero tiene que cumplir las otras dos funciones, ser unidad de valor y medio de circulación. Marx en su Crítica a la Economía Política (1859) afirmaba que el oro y la plata:

“Permanecen líquidos como la cristalización del proceso de circulación. Pero el oro y la plata se establecen como dinero sólo en la medida en que no funcionan como medios de circulación. Se convierten en dinero en tanto que no son medios de circulación. La retirada de las mercancías de la circulación en forma de oro es, pues, el único medio de mantenerlas continuamente en circulación.”

No obstante, como ya he defendido en otras ocasiones (Blasco 2021), dudo que esta sea el orden en el que el dinero va adoptando sus diferentes funciones. El dinero primero deberá ser un buen depósito de valor antes de ser usado como medio de intercambio generalmente aceptado. La mercancía que se vaya a convertir en dinero deberá de ser fácil de atesorar y desatesorar, para lo que necesitará una demanda estable. Esta demanda se compondrá de la demanda no monetaria del bien, de tener, y de la monetaria. Pero la demanda monetaria no siempre es la demanda de dinero en sí, por lo que es mejor referirse a esta como demanda de liquidez. Por lo que habrá una mercancía que aún no es dinero como tal, pero sí un instrumento que sirve para facilitar los intercambios indirectos por lo que provee liquidez a sus tenedores. Cuando la demanda de este bien se solidifique, también lo hará su liquidez temporal—función como depósito de valor—y posteriormente se extenderá y convergirá a su uso como medio de intercambio generalmente aceptado en la economía. Ser unidad de cuenta es la consecuencia de que una mercancía sea dinero: los individuos fijan los precios en ese bien porque quieren que se les pague en el bien más líquido.

Para Marx el atesoramiento tenía la función de cubrir la oferta monetaria que excediese la demanda de liquidez por motivos de transacción. Es decir, el atesoramiento de dinero sirve para cubrir la demanda de liquidez por motivos de seguridad y de especulación de los agentes. Para Marx “el acaparador de dinero desprecia los goces terrenales, temporales y efímeros para perseguir el tesoro eterno que no puede ser tocado ni por las polillas ni por el óxido, y que es totalmente celestial y totalmente mundano.”

Aunque Marx estaba en gran medida en lo cierto, no llegó a exponer correctamente cómo el atesoramiento podía absorber el exceso de oferta monetaria, por lo que su explicación queda incompleta. Por un lado, la demanda monetaria por motivos distintos a la transacción es una demanda de primer orden que los oferentes de liquidez buscan saciar igual que la otra. Es decir, los bancos al emitir activos financieros líquidos tienen estas demandas monetarias—seguridad y especulación—en mente. Bien, alguien podría decir que estos activos financieros no satisfacen la demanda de liquidez y que Marx se refería a cuando la oferta monetaria de oro excedía la demanda de este por motivos de transacción. Pero el mismo Marx en la Crítica a la Economía Política dice que la demanda de liquidez por motivos de seguridad y especulación—la que incurre en el atesoramiento del dinero—puede ser satisfecha no solo por el oro en sí sino también por cualquier otra moneda que dé derecho a esta. Esta matización nos puede recordar a la categorización de Carlos Bondone en su Teoría de la Moneda según la cual considera moneda a todo activo real o financiero que sirva para satisfacer la demanda de liquidez. Por otro lado, Marx dice el deseo de atesorar dinero es insaciable por su naturaleza especial: el dinero sirve para intercambiarlo por cualquier otra mercancía. Y por otro lado, si tanto el oro como activos financieros sirven para saciar la demanda de liquidez y los activos financieros se pueden producir a un coste prácticamente nulo, ¿qué impide a los bancos emitir tantos activos financieros como quieran dado que estos siempre encontrarán demanda y esto hará que los bancos aumenten infinitamente sus beneficios?

Pues bien, no es tanto que alguien se lo impida sino un mecanismo que se da en la banca libre: el reflujo de Fullarton. En la banca libre, los bancos compiten entre ellos fijando distintos tipos de interés por sus operaciones de intermediación financiera. Como explica David Glasner (1989, 65):

Aunque los costes de las transacciones probablemente hacían que el pago de intereses sobre los billetes fuera prohibitivo, el pago de intereses sobre los depósitos no lo era. Dado que los billetes podían convertirse fácilmente en depósitos, los tenedores de billetes tendrían que soportar el coste de mantener o utilizar los billetes en lugar de los depósitos. El aparente margen de beneficio que los bancos podrían obtener con los billetes que no devengan intereses no llevaría a los bancos a emitir billetes en exceso porque cualquier exceso de billetes se convertiría en depósitos que devengan intereses. En lugar de provocar un gasto excesivo, un exceso de emisión de billetes simplemente se convertiría en depósitos con intereses.

Es la ley del reflujo la que explica cómo este atesoramiento puede hacer frente al posible exceso de oferta monetaria.

El último paso para que el dinero cumpla sus otros usos de dinero como dinero, ser un medio de pago y el dinero mundial, sucede cuando este se utiliza para liquidar transacciones originalmente hechas mediante crédito. Marx dice que:

El oro se convierte en dinero, a diferencia de la moneda, primero al ser retirado de la circulación y atesorado, luego al entrar en la circulación como medio no circulante, y finalmente, sin embargo, al traspasar las barreras de la circulación nacional para funcionar como equivalente universal en el mundo de las mercancías. Se convierte así en dinero mundial.

Marx también hablaba del dinero como una fuente de poder social al ser “poder social y relaciones sociales en general: la substancia de la sociedad.”

Serie Marx y el dinero: I, II.

Referencias:

Blasco, Eduardo. 2021. “El dinero como tecnología y el Bitcoin como mejora.” Instituto Juan de Mariana. Disponible en:

Glasner, David. 1989. Free Banking and Monetary Reform. Cambridge, Reino Unido: Cambridge University Press.

Marx, Karl. 1859. A Contribution to the Critique of Political Economy. Moscú, Rusia: Progress Publishers. Disponible en:

https://www.marxists.org/archive/marx/works/1859/critique-pol-economy/

2 Comentarios

  1. Adjunto enlace al PROGRAMA del curso «Introducción a la Economía» (con interesantes videos de las clases y referencias concretas a los libros)
    impartido por el profesor Huerta de Soto en la URJC de Madrid (niveles de Grado y Máster):
    http://www.anarcocapitalista.com/JHSLeccionesindice.htm

    Animo así a quien esté interesado en conocer lo que dice la escuela Austriaca pueda hacerlo siguiendo tal curso, aunque sea «a distancia»
    (y así podrá compararlo y contrastarlo cualificadamente con lo que dicen otras escuelas como la marxista, la keynesiana o la monetarista).

    Y aprovecho para AGRADECER a ‘anarcocapitalista.com’ (José Manuel González) por su meritorio
    trabajo reuniendo y ofreciendo al público esta completísima versión online del curso.

    • Y aprovechando que paso (vuelvo a pasar) por aquí, enlazo también
      a la conferencia «De Kant a Hegel» por Magdalena Merbilhaa:
      https://youtu.be/D5sw-ZgglI8

      Si se fijan, dicha conferencia sirve de resumen o compendio de toda la historia de la filosofía,
      y a su vez explica mucho de la evolución de nuestra sociedad contemporánea.

      Un saludo


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