Skip to content

La economía a través del tiempo XII: La política económica de los egipcios

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

Los escritos sapienciales egipcios muestran enormemente cuáles eran las prioridades de los habitantes de aquella época, tal y como se ha visto hasta el momento. En este caso, se expondrán las instrucciones de Merykara. Estas instrucciones son, según el propio texto, consejos que el faraón Jety VII escribió para su hijo Merykara, quién heredaría el cargo. Por ello, estos papiros se datan alrededor del año 2010 a.C. Lo importante es que los preceptos pretenden funcionar como método didáctico para que el futuro gobernador aprenda una serie de lecciones sobre cómo ostentar su cargo. Es decir, los consejos giran alrededor del buen funcionamiento de un país y, entre ellos, se encuentran algunas lecciones económicas que reflejan la visión de la época, de tal forma que podríamos interpretar el texto como un protomanual macroeconómico.

Así, el faraón aconseja a su hijo recolectar información para tomar buenas decisiones; aprender de lo que otros ya han aprendido: “Imita a tus padres y a tus ancestros, pues uno se sirve exitosamente de (sus) conocimientos. Mira, sus palabras permanecieron en los libros” (Sánchez, 2020, p. 68). El gobernante debe, por tanto, aprovecharse de los aprendizajes que han quedado universalizados a través de la escritura. Existe una idea de valor permanente, de comportamiento verdadero, de lección atemporal.

Las lecciones de Merykara

Es decir, las decisiones en materia de política económica (o protopolítica económica) son leyes económicas para el egipcio. Por ejemplo, una de las lecciones de Merykara apunta a la necesidad de priorizar la creación de empleo dentro de la comunidad política:

No actúes mal, es buena la amabilidad. Haz permanente tu memorial por medio de tu amor, multiplica los grupos de trabajadores que se asocien a la ciudad, así se dará gracias a dios por las recompensas que se alcanzarán en tu nombre, se dará gracias por tu bondad y se pedirá tu salud [a los dioses] (p. 68).

Además, el padre aconseja a su hijo una política migratoria restrictiva con control de fronteras:

Respeta a los grandes, preserva a tus gentes, haz seguras tus fronteras y tus patrullas fronterizas, (pues) es bueno actuar para el futuro y se respeta la vida del previsor, (mientras) que aquel que se confía será un fracasado. Haz que se vaya contigo por tu buen carácter (p.68).

El buen gobernante egipcio debe respetar la propiedad privada de sus subordinados. Esto es algo relevante. En la antigüedad, numerosos dirigentes aprovechaban su posición para obtener tierras ajenas. Por ejemplo, Herodes, rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea en el s. IV, confiscaba bienes de los nobles de su reino tras mandarlos ejecutar (Jeremías, 1969, p. 110).

Respeto de la propiedad privada

En cambio, el faraón aconseja a su hijo que siga por otra senda (Sánchez, 2020):

Es un miserable aquel que desea para sí la tierra que es (de otro). Es un ignorante quien codicia lo que es para otros. La vida pasa sobre la tierra y no es larga. Es alguien afortunado quien es recordado (porque no) está la injusticia en él (p. 69).

Otro de las instrucciones del dirigente a su heredero Merykara está relacionada con la creación de riqueza y el respeto a los que ya la tienen. Sin embargo, la intención del faraón no es más que intentar que los más pudientes no se vuelvan en contra del reinado de su descendiente:

Enriquece a tus grandes para que apliquen tus leyes, (pues) no es parcial aquel cuya casa es rica; quien posee cosas es quien no tiene carencia. Los hombres pobres no pueden expresarse con su verdad, ni ser recto aquel que dice “ojalá fuera para mí”, (pues) tomará partido por aquel a quien desee y se inclinará por aquel que posea sus medios de pago (p. 69).

No despojes a un hombre de los bienes de su padre

Por último, las enseñanzas muestran algo que puede recordar a las actuales políticas fiscales relacionadas con las sucesiones y donaciones. El debate de hoy en día gira en torno a la necesidad de aplicar tributos sobre estas cuestiones. En ese sentido, los egipcios consideran que es perjudicial implementar este tipo de medidas:

Practica la justicia para que pervivas sobre la tierra. Calma a quien llora y no oprimas a la viuda. No despojes a un hombre de los bienes de su padre. No desplaces a los grandes de sus tronos. Guárdate de castigar erróneamente. No golpees, (pues) no será beneficioso para ti.

Lo importante, por tanto, es tratar de no crear malestar sobre el subordinado y respetarlo lo máximo posible, tanto a él como a su propiedad. En este sentido, la política económica que viene reflejada en este texto tiene mucho que ver con aquellas que hoy en día se conocen como poco intervencionistas. Eso sí, la preocupación del gobernante recae sobre evitar las revueltas o los ataques que puedan acabar con la posición política de su familia.

Bibliografía

Jeremías, J. (1969) Jerusalén en tiempos de Jesús. Biblioteca Bíblica Cristiandad

Sánchez, A. (2020) La literatura sapiencial egipcia. (Vol. I).

Serie La economía a través del tiempo

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Populismo fiscal

Cómo la política impositiva del gobierno de Pedro Sánchez divide y empobrece a la sociedad española El nuevo informe del Instituto Juan de Mariana evalúa la deriva de la política