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La economía a través del tiempo (XVI): Del oikos a la polis griega

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Tal y como se ha tratado anteriormente, el oikos griego fue entendido como núcleo de convivencia básico que necesitaba una administración (nemos). No obstante, la forma en la que se traslada esto al ámbito público, es decir, a un conjunto de oikos interrelacionados, es tema de debate. Así, una de las líneas principales es defender que el oikos tendía a relacionarse con la administración doméstica de forma exclusiva. Otros, defienden que el concepto se amplió con el tiempo hasta el punto de acercarse al significado de polis.

Sobre esto, se pueden encontrar varios ejemplos que muestran el debate. Por un lado, Duque (2018) defiende que “la oikonomía influyo significativamente en la koinonía, pero esta última no fue determinante para la primera, puesto que se limitaba al campo de las acciones públicas” (p. 26). Es decir, la koinonía, que sería como el campo de estudio primitivo de lo que posteriormente se le ha llamado catalaxia o, incluso, macroeconomía (puesto que sumaba la administración pública con las interacciones privadas), tendría su base en la oikonomía, siendo una especie de consecuencia de su existencia.

Oikos

Por otro lado, Pérez (2004, 71) considera que la oikonomía no se puede reducir a la economía doméstica, sino que el propio término evolucionó para tratar de representar a un conjunto de oikos:

Esto se ha considerado una contradicción, pero no lo es tal si observamos que los mismos autores antiguos tenían en cuenta la división de espacios internos y externos en el oikos, y que la fuente de riqueza de éste no era tan sólo agraria, sino también industrial, artesana, minera, etc. Incluso la polis griega funcionaba como un gran oikos común, en el que la subsistencia era un ideal imposible. De ahí que la palabra oikonomia fuese empleada a veces para el gobierno de la ciudad, entendiendo éste no sólo en términos económicos, sino también políticos, sociales y éticos, todos ellos factores inseparables en la ciudad griega (p. 71).

Pérez insiste en que “la ciudad, la polis, según la definición de Aristóteles, es un conjunto de oikoi, unidos para el bienestar de las personas” (p. 71) y considera que las líneas entre el concepto polis y oikos no están muy bien definidas en la antigüedad, pudiendo a veces solaparse. Esto, visto con los ojos modernos, puede interpretarse como una idea cercana a las posiciones económicas de muchos macroeconomistas. Es decir, desde este punto de vista, las unidades administrativas podrían acoplarse para crear un sistema que se comporta de manera similar a una sola unidad. Sin embargo, se puede entender desde otra perspectiva más holística. De hecho, existen concepciones parecidas en tiempos más modernos a la idea de que la suma del oikos forma un nuevo oikos, pero sin caer en la simplificación mecanicista que estudia lo agregado como una simple suma de variables.

Familia de familias

Por ejemplo, la concepción de patria de la filosofía clásica cristiana no es más que familia de familias, algo que no debe confundirse con una idea estatista o nacionalista, sino con una concepción dinámica de la sociedad en la que los límites no están fijados. Así lo explica D’Ors (1961):

Así, pues, la patria es como una gran familia, una gran comunidad de engendramiento que se goza de su fecundidad, lo que no tiene por qué corresponder a la nación estatal, ni al ámbito político del reino; que es elástica y variable, pues depende de un sentimiento. Patria no es un concepto jurídico-político, y por eso no podemos hablar de ella sin cierto lirismo. Es objeto de amor y de fecundidad.

La nación, en cambio, es instrumento de poder, de poder y de lucha. Las patrias jamás pueden entrar en conflicto, no pueden ser beligerantes; cuando es atacada, resulta al que la ama muy dulce morir por ella, defendiéndola, pero en ningún caso la patria es agresiva y polémica. En efecto, resultaría incongruente el querer absorber dentro de la propia patria, que es lazo de amor, al que se reconoce extraño a ella, que no participa en aquella comunidad de tradición familiar. Las naciones, en cambio, siempre han tendido, por su propia naturaleza, a comerse las unas a las otras, y siempre existe entre ellas una potencial polemicidad. (pp. 331-332).

Patria, familia de familias, y oiko de oikos

Visto así, existe gran diferencia entre el concepto holístico de patria, familia de familias, oiko de oikos, y la idea moderna de nación, cuyo significado confunde con asiduidad al estudioso actual. Es decir, la idea de que la oikonomía se expande y se adapta para el estudio de la administración o de los intercambios, siendo o no verdad, no puede confundirse con las disciplinas econométricas o macroeconómicas actuales, sobre todo teniendo en cuenta que las relaciones entre las personas eran mucho más orgánicas y no estaban tan basadas en elementos político-burocráticos y mecánicos.

Debe tenerse en cuenta, también, que la diferencia no es de grado, es decir, que la concepción económica antigua no se diferencia de la actual sólo por ser más primitiva, sino que parte de una visión más dinámica, en términos generales, de la sociedad, algo que en la actualidad es usual sólo en determinadas escuelas de pensamiento.

Bibliografía

D’Ors, A. (1961) Papeles del Oficio Universitario. Rialp

Duque, E. A. T. (2018). Cuatro elementos que implican transformación filosófica desde la perspectiva del oikos-nomos. Revista Perseitas, 5(1), 23-40

Pérez, M. D. M. (2004). Oikos y oikonomia: El análisis de las unidades domésticas de producción y reproducción en el estudio de la Economía antigua. gerión, 22(1), 61-79

Serie La economía a través del tiempo

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