Roma no se hizo en un día. Transcurrieron años (Siglos) de decisión, esfuerzo, y sobre todo convicción de avanzar en la dirección correcta. Pero una cosa es construir algo desde cero, y otra muy distinta es reconstruir un país en ruinas. Sin entrar en comparaciones que resultarían inútiles, cabe decir que la tarea de reconstrucción resulta aún más difícil cuando existe cierto sector de la sociedad (por suerte cada vez más minoritario) que apoya ideas como justicia social, igualdad, distribución de la riqueza y otras tantas estupideces, que llevan a la ruina de cualquier nación.
Desde la llegada del Gobierno de Javier Milei es otra la dirección tomada. Argentina comenzó a erigirse de las cenizas. Empezó la reconstrucción de un país destrozado por las ideas socialistas (en su variante peronista/kirchnerista). A veces la memoria falla para muchos, pero nunca está de más recordar de donde veníamos: una economía al filo de la hiperinflación; niveles de pobreza insospechados. Y la herencia de un estado hipertrofiado, tosco e ineficiente. Lo peor, sin dudas, una sociedad cuyo paradigma cultural -cuasi religioso- bregaba por más estado como solución a todas las cosas, cuando la realidad es, a todas luces, al revés.
La apertura al mundo y la necesidad de ser competitivos
Pero la dificultad es aún mayor, dado que, al hecho de reconstruir con viento en contra y permanentes palos en la rueda, se suma la tarea de colocarse nuevamente en el mundo y ser competitivos. Un mundo que no ha dejado de avanzar, mientras Argentina se estupidizaba hablando con la “e”, el ministerio de la mujer, y una lista sinfín de absurdos y despilfarros.
Para ser competitivo es condición necesaria ser eficiente. Y ser eficiente (en un sentido estático) implica que vez que se logra algo, sea lo que fuere lo que se logre, seguidamente surja la inquietud de como poder lograr exactamente lo mismo o más, insumiendo menos. Menos tiempo, menos material etc., en definitiva, menos esfuerzo. Esto es justamente eficiencia estática. Es condición necesaria pero no suficiente, dado que además se necesita un marco institucional y cultural, que sea tierra fértil para la creatividad empresarial, donde tiene lugar la eficiencia dinámica que, a su tiempo, termina expandiendo la frontera de posibilidades, más allá de los límites concebibles -hasta ese momento- por el ser humano. (La eficiencia dinámica atañe al ámbito de la empresarialidad y para profundizar el tema cabe remitirse a la teoría de la eficiencia dinámica del profesor Huerta de Soto)
En suma, los procesos de transformación a nivel organizacional (y biológicos) insumen tiempo y energía. Desafortunadamente, gracias a años de gestión kirchnerista, fue axiomático decir que en el ámbito público los procesos son lentos, tediosos y cuando no, imposibles. Sin embargo, no todo el funcionariado debe caer en la misma bolsa. Aquellos funcionarios deseosos de contribuir a un estado eficiente y reducido deben convertirse en los catalizadores de dicho proceso de transformación operativa y cultural. En materia de estado, la filosofía de trabajo debe ser brindar el mejor servicio operando con lo irreductible.
En este contexto, en el que cada paso cuenta, como ladrillo tras ladrillo al construir un imperio, no puede dejar de mencionarse el papel del ministro de Desregulación y Transformación Federico Sturzenegger, quien, de su mano, y de manera transversal viene logrando lo imposible en materia de poda y eficiencia.
El caso YPF y la doble la tarea que lleva adelante el Gobierno de Milei
El caso de YPF es tan solo un ejemplo de muchos. Es la prueba cabal de que no solo se trata de poner de pie un país enfermo de socialismo. Sino que, además, hay que estar atendiendo secuelas y problemas heredados por la ineptitud de los gobiernos anteriores.
Esta doble vertiente de acciones se ve claramente cuando Argentina además de ponerse de pie y reconstruirse, tiene que defenderse en los tribunales internacionales, debido a la bochornosa expropiación liderada por Kicillof -bajo banderas y espejos de colores como la “soberanía energética”- (sandeces que se vendían más fácil antes de la llegada masiva de las redes sociales, las cuales bañaron de conocimiento al hombre masa y ahora no las compran tan fácil)
Es decir, allí se evidencia el doble esfuerzo llevado adelante por la actual gestión: reconstruir desde las ruinas, y poner en condición atlética al país. Sin dudas, es una tarea compleja que lleva tiempo, pero que cada paso es motivo de celebración.
YPF y Aduana
Este paso concreto que hoy nos ocupa y al que refiere el presente artículo es el que tuvo lugar hace pocos días y que fue protagonizado por YPF y la Aduana Argentina. YPF tiene por objetivo exportar 30.000 millones de dólares en energía, y ahora en 2025, por primera vez en 100 años, YPF tiene su propio depósito fiscal. ¿Qué significa esto?: servicio aduanero exclusivo y permanente que simplifica la gestión, reduce tiempos operativos, y constituye un salto competitivo cualimétrico.
Para dar tan solo un ejemplo concreto, donde antes se tardaba 14 días tener acceso a un contenedor, ahora ese tiempo se reduce a 48 horas. Lo que es equivalente a decir un aumento de eficiencia del 600%. Esto, en el competitivo mundo del sector privado es de valor incalculable. Afianza relaciones, genera certidumbre, demuestra solvencia y convierte a la empresa en un socio más confiable frente al mundo. Libera recursos para ser mejor aprovechados en otro sitio, y así sucesivamente.
Sin dudas, bajo el paradigma del gobierno actual, en donde la Libertad y el mercado son respetados y correctamente valorados, es el estado quien debe ponerse a servicio del sector productivo del país. En este sentido, la actual dirección de la Aduana Argentina, bajo el indiscutible liderazgo de Andrés Velis (funcionario de larga trayectoria en el organismo y responsable de otros grandes hitos como por ejemplo el Sistema Informático Malvina) entiende muy bien esta cuestión. La simbiosis entre una actividad estratégica para el país (el control aduanero) y la facilitación del comercio internacional requiere de un delicado equilibrio que solo la experiencia puede lograr.
Resulta sumamente complejo transitar por la delgada línea entre estas actividades fundamentales, en apariencia en oposición, sin inclinarse hacia un lado, en detrimento del otro. Requiere de experiencia en gestión y de conocimiento técnico y sensible, pero por, sobre todo, de un natural entendimiento de la verdadera función Aduanera, encuadrada en el marco general de lo que significa el comercio internacional. Este logro entre la Aduana argentina e YPF, es otro paso más en la dirección correcta que debe ser celebrado, y que sólo ha podido tener lugar en un modelo de Libertad y eficiencia.
Ver también
- Impuestos, Argentina, y otro paso más en la dirección correcta. (Bruno Di Grigoli).
- Votantes y mercados en el círculo virtuoso en Argentina. (Marcos Falcone).
- Competencia fiscal (III): una oportunidad para Argentina. (Bruno Di Grigoli).
- Por qué queremos cerrar el Banco Central. (Adrián Ravier).
- Argentina y el FMI, ¿amigos o enemigos? (Marcos Falcone).
- Argentina es un ejemplo de libro de por qué el control de los alquileres es una mala idea (Ryan Bourne).
- El legado de Alberdi y la revolución liberal de Milei. (Alejandro Piernas Andolfato).
- Jacques Rueff visita a Javier Milei. (Alejandro A. Chafuen y Leónidas Zelmanovitz).
- Javier Milei lucha contra el peor impuesto de todos: la inflación. (Marcos Falcone).
- Los resultados económicos de la gestión de Javier Milei. (Fernando Herrera).
- Los desafíos de Milei como presidente libertario más allá de la Argentina. (George Youkhadar).
- Por qué peleamos. (Cristóbal Matarán).
- Los 100 primeros días de Javier Milei
- ¡Quién sufriera una dictadura de Javier Milei! (Fernando Herrera).
- Los desafíos de Javier Milei. (Miguel Anxo Bastos).
- Rodos moros o todos cristianos. (Cristóbal Matarán).
- Javier Milei: la negociación y la persuasión median con el éxito. (George Youkhadar)
- Los cien días de Milei (Cristóbal Matarán).
- Las corridas de toros y el futuro de Argentina. (Santiago Dussan).
- Las ideas importan, y mucho. (Mateo Rosales).
- La hora de la verdad de Javier Milei. (Mateo Rosales).
- Victoria de Milei: lo que puede aprender España. (Benjamín Santamaría).
- Maradona, el asado y la libertad. (Alfredo Reguera).
- Javier Milei, un libertario camino de ser presidente de Argentina. (Santiago Dussan).
- Javier Milei y la bandera de libertad. (Mateo Rosales).
- ¿Es Milei el milagro económico que necesita Argentina? (Fernando Vicente).
- Milei, la opción liberal. (Mateo Rosales).