Impuestos, Argentina, y otro paso más en la dirección correcta

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“La tributación constituye la matriz común que une a las sociedades democráticas con los sistemas totalitarios” bien afirmaba Imre Kertész, sobreviviente de Auschwitz y Premio Nobel de Literatura año 2002. El pasado mes de mayo, el Gobierno argentino de Javier Milei, ha dado otro paso más en la dirección correcta: adoptar medidas que sean acordes al modelo de la libertad y que respeten el carácter absoluto de la propiedad privada y privacidad de las personas.

Cuestión que debemos defender y que muchos autodenominados tributaristas (sobre todo aquellos que dependen del sector público) no logran, o quieren, comprender. Porque no logran entender la Ley Natural y sus consecuencias lógicas derivadas. (Llegando a decir así que la propiedad privada no es absoluta, sino relativa porque -justamente- los impuestos existen. Alterando la secuencia lógica causa-efecto e incurriendo así en una triste suerte de razonamiento circular del que no saben salir)

No existe el impuesto neutro, ni mucho menos el impuesto justo. Lo único justo sería la inexistencia del impuesto. Pero en las coordenadas de lugar y tiempo de la civilización humana actual aún debemos soportar las cargas tributarias como sedimento de nuestras épocas más oscuras de guerra y esclavitud.

Dicho esto, en el marco de las medidas gobierno nacional, la Agencia de Control y Recaudación Aduanero (ARCA), anunció una serie de modificaciones que tienen como objetivo proteger la privacidad de las personas, cuestión sumamente importante y que constituye una fuerte señal indicadora del brillante y nuevo camino político argentino.

Se derogan así varios regímenes de información y se amplía el umbral de otros con el fin de enfocar los recursos del estado en grandes contribuyentes y estructuras de evasión sofisticadas. Se espera que, a la brevedad, y cuando se tengan las mayorías parlamentarias correspondientes, la Argentina realice una reforma tributaria integral que sea más respetuosa con la propiedad privada de sus habitantes. Fomente el ahorro y constituya suelo fértil para el emprendimiento y las inversiones. Una reforma que le permita alejarse de ser el infierno tributario que ha sido, producto de gobiernos socialistas, (de buenos y malos modales) y acercarse a ser una jurisdicción de baja o mínima tributación. Cualquier persona en su sano juicio prefiere el paraíso al infierno.

Entre las medidas que se detallan más abajo, se encuentra también la simplificación del régimen de declaración del Impuesto a las Ganancias (renta), con la idea de reducir la presión fiscal indirecta. Es decir, el inestimable y valiosísimo tiempo que dedican las personas a cargar y rellenar un sinfín de formularios para determinar la materia tributaria. Esto incluye que se prescindirá de cargar información relativa sobre consumos y patrimonio de los ciudadanos, defendiendo así la privacidad de estos.

  • Compras con tarjeta y billeteras virtuales: ya no se informarán a ARCA, protegiendo la privacidad de los consumos personales.
  • CITI Escribanos: los escribanos ya no reportarán operaciones notariales de $10M o más a ARCA.
  • Compraventa de autos usados: los concesionarios ya no deben informar estas operaciones a ARCA.
  • Pago de expensas: las administradoras de consorcios dejan de reportar estos pagos a ARCA.
  • COTI (venta de inmuebles): los vendedores o agentes inmobiliarios ya no deberán reportar las propiedades a la venta a ARCA.
  • Consumos relevantes de servicios: las empresas de luz, agua, gas y telefonía ya no reportarán consumos a ARCA.
  • Además, se establece la prohibición a los bancos de solicitar DDJJ de impuestos nacionales, pudiendo las personas negarse y acudir a Defensa del Consumidor

Como si estas medidas fueran poco, además, se han actualizado (y elevado sustancialmente) los umbrales de información para los regímenes que aún quedan en vigencia. Por citar dos ejemplos, de informar todos y cada uno de los montos de extracciones en efectivo a solo extracciones que superen los diez millones de pesos (8.333 dólares al tipo de cambio actual). Y para el caso de constitución de plazos fijos de 1 millón a 100 millones de pesos (833 dólares a 83.000 dólares en el caso de personas físicas).

A quienes desesperan, pero con especial dedicación a quienes, estando callados en gobiernos anteriores, vociferan ahora, solo cabe decir que no se puede arreglar el desastre generado por años del virus estatista de manera tan sencilla. Sobre todo, cuando aún existen adictos al Leviatán. Cada paso dado en la dirección correcta es motivo de celebración. No se pueden deshacer los desastres del socialismo en un día, de la misma manera que no se puede tener un físico atlético de la noche a la mañana. Es un camino que debe transitar, y si es en la dirección correcta, cada paso vale, y mucho.

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